La muda reacción de China al resultado electoral de Taiwán puede indicar un compás de espera
Un barco pesquero regresa a puerto al amanecer en el extremo norte de la isla de Pingtan, el punto de China más cercano a la isla principal de Taiwán. China ha realizado patrullas mixtas de combate alrededor de Taiwán tras las elecciones. Foto: Greg Baker/AFP/Getty Images

China llevó a cabo patrullas mixtas de combate alrededor de Taiwán el miércoles, en una posible reanudación de la intimidación militar tras las elecciones presidenciales de Taiwán del pasado fin de semana. Sin embargo, según analistas, la reacción del partido comunista chino, en el poder, ha sido relativamente moderada hasta el momento, a pesar del éxito del Partido Democrático Progresista (PDP), en el poder en Taiwán, al que Pekín detesta por considerarlo “separatista”, que ha conservado la presidencia.

El jueves por la mañana, el Ministerio de Defensa de Taiwán informó que el Ejército Popular de Liberación había enviado 24 aviones y cinco buques de la marina a la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán en las 24 horas anteriores, la primera incursión de tamaño significativo desde noviembre. Las naves aéreas y marítimas realizaron patrullajes mixtos que incluyeron el cruce de la frontera marítima no oficial, la línea mediana.

El patrullaje se produjo tras el sorprendente anuncio el lunes de que el gobierno de Nauru rompía lazos con Taiwán y cambiaba su grado de reconocimiento a China, el décimo aliado diplomático de Taiwán que Pekín ha logrado voltear desde que el DPP y la presidenta Tsai Ing-wen ganaron las elecciones de 2016.

Pekín también ha emitido airadas declaraciones a otros gobiernos que felicitaron al presidente electo Lai Ching-te por su victoria. Los medios de comunicación estatales en inglés, especialmente el tabloide extremista Global Times, han publicado docenas de artículos y editoriales negativos sobre las elecciones.

Sin embargo, más allá de estos incidentes, la reacción de Pekín a las elecciones ha sido relativamente moderada, sin acercarse a la escala de sus anteriores estallidos por actos concretos de Taiwán, como la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán, o la reunión estadounidense entre Tsai Ing-wen y el sucesor de Pelosi, Kevin McCarthy.

“Es un comienzo bastante positivo para este periodo, pero creo que aún tenemos que ver qué ocurrirá, es una situación muy interactiva”, afirmó Amanda Hsiao, analista principal de China en el International Crisis Group, con sede en Taipei.

China llevó a cabo operaciones de presión antes de la votación de Taiwán, pero redujo visiblemente su actividad militar, lo que los analistas habían vinculado a la percepción de que cualquier actividad amenazadora probablemente reforzaría al Partido Democrático de Taiwán, favorable a la soberanía.

Analistas también señalaron las recientes mejoras significativas en la relación entre China y Estados Unidos. “No es que Pekín lo haya decidido sin más, sino que ha habido un intento concertado por parte de Washington y Taipei de dar señales de continuidad y bajar la temperatura”, afirmó Hsiao.

“Un factor clave por el que la respuesta de China ha sido mesurada, quizá el más importante, es que no quieren echar por tierra los logros alcanzados en la mejora de las relaciones entre Estados Unidos y China”.

Se avecina la toma de posesión

Sin embargo, es posible que la respuesta sea más contundente cuando Lai tome posesión de su cargo en mayo.

Ja-Ian Chong, politólogo de la Universidad Nacional de Singapur, afirmó que es probable que Pekín aumente la presión en los días previos, ya que “probablemente quiera ver hasta qué punto puede conseguir que Lai ceda y luego exigirle que cumpla esas concesiones”.

No se espera que Lai consiga lo que quiere Pekín, lo que supondría dar marcha atrás en la plataforma del PDP de resistencia a las pretensiones de China y promoción de la soberanía de Taiwán.

“(Pekín) suele esperar una justificación de sus acciones, y sabemos que Lai se la va a dar porque no va a decir lo que ellos quieren que diga”, afirmó Hsiao. “Tan sólo eso significa que Pekín tendrá algo que señalar si quiere justificar una respuesta mayor”.

Pero Hsiao dijo que el tamaño y la intensidad de esa respuesta no deberían darse por sentada, y que dependerían de cómo Pekín, Taipei y Washington se comuniquen e interactúen en los días previos.

Chong dijo que Pekín probablemente intentaría poner a prueba o incitar a Lai a una provocación tras su toma de posesión.

“Es probable que la República Popular China intente forzar a Lai a cometer un error o frustrarle para que haga un movimiento precipitado, que luego pueda presentar como una provocación y buscar un acuerdo internacional”.

Continuación o si no, intensificación

El resultado de las elecciones fue seguido muy de cerca dentro de China, y la falta de mandato del DPP tanto en la votación presidencial como en la legislativa hizo que aumentara el debate sobre la posibilidad de ganarse a los taiwaneses por medios no violentos, sin dejar de prepararse para una intervención militar. Una mayoría cada vez mayor de la población de Taiwán rechaza la perspectiva de un dominio chino, pero la victoria de la minoría permitió a la Oficina de Asuntos de Taiwán en China argumentar el domingo que el DPP “no representa la opinión pública mayoritaria en la isla”.

El lunes se publicaron en los medios estatales partes de un discurso pronunciado en 2022 por el líder chino, Xi Jinping, que ya había descrito la unificación de Taiwán con China como una “inevitabilidad histórica”, en el que instaba a los trabajadores del PCC a esforzarse más por ganarse los corazones y las mentes de los taiwaneses, y a “desarrollar y fortalecer las fuerzas patrióticas y favorables a la unificación en Taiwán, y oponerse a los actos separatistas de independencia de Taiwán”.

Chong dijo: “A primera vista, el discurso de Xi sugiere una continuación, si no una intensificación, de la presión cognitiva, psicológica, económica y política en forma de aislamiento de Taiwán, cooptación de entidades e individuos en Taiwán, presión sobre las empresas taiwanesas, desinformación y similares”.

En un artículo publicado al día siguiente de la votación, Zheng Yongnian, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad China de Hong Kong, Shenzhen, escribió: “es necesario ganarse activamente a las nuevas fuerzas de la Generación Z… para promover la resolución de la cuestión de Taiwán en la nueva era, debemos prestar atención a las innovadoras plataformas de comunicación a través del estrecho, centrándonos en el uso de nuevas plataformas mediáticas como Xiaohongshu y Douyin, para hacer circular y cambiar la identidad de los jóvenes de Taiwán”.

En los últimos años, ha crecido la preocupación en algunos círculos de que la popularidad de las aplicaciones de redes sociales chinas entre los jóvenes taiwaneses esté influyendo en la generación Z hacia una visión del mundo más prochina.

Traducción: Ligia M. Oliver

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