A Putin se le acabó la paciencia: los conocedores se maravillan ante la purga militar rusa del FSB
Andrei Belousov (izquierda) ha recibido el encargo de reducir la corrupción en el ejército ruso. Foto: Dmitry Harichkov/Servicio de Prensa del Ministerio de Defensa ruso/HAND/EPA

En las semanas transcurridas desde que Vladimir Putin destituyó a su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, el servicio de seguridad ruso (FSB) ha denunciado una serie de casos de corrupción de alto nivel contra un viceministro y jefes de departamento, en lo que muchos expertos califican ahora como purga en el Ministerio de Defensa.

Andrei Belousov, el economista tecnócrata nombrado para sustituir a Shoigu, tiene el mandato de reducir la corrupción en el Ministerio de Defensa y racionalizar la producción militar para una larga guerra contra Ucrania que podría decidirse en gran medida por la producción industrial.

Pero exfuncionarios de Defensa y del Kremlin, exoficiales y observadores extranjeros han dicho que probablemente ha sido la salida de Shoigu y la falta de su protección lo que ha permitido al FSB, el departamento de seguridad ruso responsable de las investigaciones internas, destituir a oficiales poderosos en una lucha de poder que podría tener efectos en cadena sobre cómo Rusia lucha en la guerra contra Ucrania.

“El FSB por fin le hincó el diente al Ministerio de Defensa y al Estado Mayor”, declaró el capitán John Foreman, exagregado de Defensa del Reino Unido en Moscú, quien consideró que las detenciones podrían continuar después de que “la paciencia de Putin por fin se haya agotado”.

“Shoigu y Gerasimov sirvieron como amortiguador, pero ahora Putin decidió que tenía que hacer algo”, dijo. “Shoigu mantuvo al FSB en gran medida alejado del ministerio durante todo su mandato, hubo muy pocas detenciones. Una vez que el FSB te hinca el diente, quién sabe hasta dónde llegará”.

A lo largo de la guerra contra Ucrania, Shoigu y Gerasimov han sido objeto de críticas por parte de los simpatizantes de la guerra por los reveses sufridos por el ejército y su incapacidad para erradicar la corrupción generalizada en las fuerzas armadas. El verano pasado, este descontento alcanzó su punto álgido cuando Yevgeny Prigozhin, fundador del grupo paramilitar Wagner, inició una rebelión sin éxito contra los líderes militares.

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Las rivalidades interinstitucionales son profundas en Rusia, y la destitución de Shoigu puede haber dado a los investigadores del FSB y del comité de investigación la oportunidad de desempolvar las causas penales contra los altos mandos en un esfuerzo por buscar ascensos y reconocimientos.

“Es el sueño de cualquier investigador meter en la cárcel a un viceministro de Defensa de verdad, es genial, es el sueño de toda una vida”, dijo un exfuncionario del Kremlin. “Te dan insignias nuevas, un ascenso, algún tipo de premio. Puedes ganarte una reputación por ello”.

En el caso de procesamientos de alto nivel, dijo el funcionario, Putin probablemente sería informado antes de que se solicitara una detención. Pero, añadió el funcionario, era poco probable que los casos de corrupción fueran iniciados por el propio Kremlin.

En el lapso de un mes, cuatro altos funcionarios de Defensa fueron detenidos por cargos de corrupción, marcando la intervención más importante en el Ministerio de Defensa en años. La purga comenzó el 23 de abril con la sorprendente detención del veterano viceministro de Defensa Timur Ivanov por presunto soborno.

En relación con la reciente serie de detenciones, el Kremlin negó el jueves cualquier indicio de represión en el Ministerio de Defensa.

“La lucha contra la corrupción es un trabajo permanente”, declaró el jueves a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. “No es una campaña, es un trabajo constantemente en curso”.

Ivanov fue durante mucho tiempo confidente y protegido de Sergei Shoigu. Se cree que su detención sentó las bases para la destitución de Shoigu, que fue sustituido posteriormente como ministro de Defensa por Belousov.

En las semanas siguientes fueron detenidos otros altos cargos. Entre ellos se encontraban Yuri Kuznetsov, jefe del departamento de personal del ministerio, y Vadim Shamarin, jefe del departamento de comunicaciones del Estado Mayor ruso. Horas después de la detención de Shamarin, el jueves, la comisión de investigación rusa también informó de la detención de otro funcionario del Ministerio de Defensa: Vladimir Verteletsky, que dirigía una división del departamento de abastecimiento de defensa estatal del Ministerio.

Aunque el Kremlin anunció a principios de este mes que el general de más alto rango de Rusia, Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor, mantendría su cargo, la detención de Shamarin, subordinado directo de Gerasimov, podría debilitar la posición del general dentro de la jerarquía militar.

“La probabilidad de que Gerasimov sea destituido ha aumentado. Yo no apostaría por él en estos momentos”, dijo Foreman.

Un exfuncionario de Defensa dijo que las detenciones mostraban que la balanza del poder se había inclinado a favor de los servicios de seguridad de Rusia y su ejército está en caos.

“El departamento de operaciones de contraespionaje del FSB (1ª división) es cada vez más poderoso. Actualmente tienen todas las cartas sobre la mesa y están apretando las tuercas” dijo el funcionario, que trabajó estrechamente con Ivanov y Shoigu.

“No es que la llegada de Belousov provocara las purgas, sino que fue la salida de Shoigu y su recurso de hombre fuerte lo que permitió la detención”, continuó el funcionario. “Al fin y al cabo, Shoigu era un silovik (miembro de la élite de la seguridad) y contaba con su respaldo”.

Los fiscales rusos también han ido a por un general de alto rango más conocido por sus críticas a Shoigu y Gerasimov.

El general de división Ivan Popov, que mandaba la 58ª fuerza de Armas Combinadas, declaró el verano pasado que había sido despedido tras sacar a relucir problemas en el campo de batalla, como la falta de fuego de contrabatería y las muertes y heridas que sufría el ejército por los ataques ucranianos. Popov, que según los medios de comunicación rusos estaba acusado de robar 100 millones de rublos (18 millones 473 mil 732 pesos) en metal, fue detenido el martes e ingresado en un centro de detención preventiva.

Gleb Irisov, un exteniente de la Fuerza Aérea rusa que dejó el ejército en 2020 dijo que había hablado con una fuente del FSB antes de las detenciones que le dijo que la purga en el Ministerio de Defensa estaría motivada principalmente por sus fracasos en Ucrania.

“Bajo Sergei Shoigu, el ministerio de Defensa se vio fuertemente influenciado por su red personal”, dijo Irisov. “Desde los altos mandos hasta el personal de menor rango, los puestos clave estaban ocupados por personas elegidas por Shoigu: amigos o amigos de amigos. Incluso creó numerosos puestos como delegados específicamente para sus aliados”.

Entre ellos figura una supuesta amante de Sergei Shoigu que dirigía empresas que ganaban millones de libras con contratos con el Ministerio de Defensa.

Irisov dijo que descubrió con regularidad equipos de mala calidad en el ejército, incluidos focos que se fundían a velocidades supersónicas mientras volaba el moderno caza de defensa aérea ruso Su-35, así como camiones de mala calidad y sistemas de defensa aérea incapaces de derribar drones modernos. Dijo que, en parte, sus deficiencias eran el resultado de la corrupción de Shoigu.

“La calidad general del ejército se resintió porque se malversaban fondos de forma rutinaria”, afirmó. “Los ejercicios militares a menudo sólo existían sobre el papel, ya que el dinero asignado se desviaba”.

Traducción: Ligia M. Oliver

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