Le Pen invita a Meloni a formar un supergrupo en el Parlamento Europeo
Marine Le Pen dijo que una alianza entre los grupos ID y ECR en el Parlamento Europeo “sería realmente útil”. Foto: Courdji Sebastien/Abaca/Rex/Shutterstock

La líder ultraderechista francesa Marine Le Pen le ha sugerido a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que se una a ella en una nueva alianza, mientras los renovados pero divididos partidos nacionalistas de la Unión Europea se preparan para las elecciones al Parlamento Europeo del mes que viene.

Los partidos de centroizquierda europeos reiteraron su advertencia a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de que no apoyarían su candidatura a un segundo mandato si conllevaba el respaldo de partidos de extrema derecha, incluido el de Meloni.

“Ahora es el momento de unirnos, sería realmente útil”, declaró Le Pen al diario Corriere della Sera. “Si lo conseguimos, podemos ser el segundo grupo en el Parlamento Europeo. Creo que no deberíamos perder una oportunidad como ésta”.

La invitación de Le Pen llegó después de que su Agrupación Nacional (RN) dijera que ya no se sentaría con Alternative für Deutschland (AfD) en el Parlamento, y de que su grupo paneuropeo de extrema derecha, Identidad y Democracia (ID), expulsara al partido alemán por considerarlo demasiado tóxico.

De este modo, los partidos nacionalconservadores y de extrema derecha de Europa, que coinciden en algunas cuestiones, como la inmigración y el retroceso de las normativas ecológicas, pero se oponen ferozmente en otras, como el apoyo a Ucrania, quedaron divididos.

La oferta de Le Pen implicaría una reconfiguración total de la derecha dura en el Parlamento, ya que el partido de Meloni, Hermanos de Italia, forma parte del otro grupo nacionalista de la asamblea, los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).

Aunque los sondeos pronostican que los partidos de extrema derecha podrían alcanzar la cifra récord de 165 eurodiputados en la asamblea de 720 escaños tras las votaciones del 6 al 9 de junio, tal y como están las cosas estarían repartidos entre dos grupos parlamentarios antagónicos y dos delegaciones nacionales no afiliadas.

El grupo radical ID de Le Pen incluye al partido holandés de la Libertad (PVV) de Geert Wilders y al partido austriaco de la Libertad (FPÖ), mientras que el más normalizado ECR de Meloni incluye al partido polaco Ley y Justicia (PiS) y al español Vox.

Por su parte, los 14 eurodiputados del partido Fidesz de Viktor Orbán y los 17 de AfD serían “no inscritos”, es decir, sin grupo parlamentario, lo que les restaría gran parte de su poder.

Es poco probable que el “supergrupo” de extrema derecha propuesto por Le Pen se concrete dadas las rivalidades entre las facciones de los partidos, pero si se organizan, podrían tener un impacto en el funcionamiento de la asamblea y, en última instancia, de la Unión Europea.

Según los analistas, el papel de Meloni en el proceso postelectoral será clave. Hasta ahora, la primera ministra italiana se ha mostrado muy constructiva dentro de la Unión Europea, ganándose el respaldo de la centrista von der Leyen.

Esto le ha dado a Meloni una influencia inesperada en la Unión Europea que, si se alineara con Orbán y Le Pen, perdería inevitablemente. Además, muchos miembros del ECR no tolerarían la cooperación con partidos de ID más afines a Moscú.

“Meloni se encuentra ante dos manos tendidas antes de las elecciones: una de Le Pen y otra de von der Leyen”, dijo Nicolai von Ondarza, del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales. “Sólo puede aceptar una”.

Meloni dijo el domingo que no descartaba nada. “Mi principal objetivo es construir una mayoría alternativa a la que ha gobernado en los últimos años, una mayoría de centroderecha (…) que deje a la izquierda como oposición”, declaró a la televisión italiana.

Pero von der Leyen, que ha dicho en repetidas ocasiones que estaría dispuesta a trabajar con Meloni y el grupo ECR después de las elecciones, también se enfrenta a un dilema.

Tanto el grupo centrista Renew como el de centroizquierda Socialistas y Demócratas (S&D), que quedarán segundos en la votación por detrás de su partido de centroderecha, el Partido Popular Europeo (PPE), han prevenido a la jefa saliente de la Comisión contra cualquier acuerdo con la derecha dura.

Los líderes de la izquierda emitieron la semana pasada una declaración descartando alianzas con la extrema derecha, y funcionarios del S&D han dicho que el grupo no apoyaría a von der Leyen para un segundo mandato como presidenta de la Comisión si buscaba el apoyo de partidos de extrema derecha.

El canciller alemán de centroizquierda, Olaf Scholz, dijo el viernes que la próxima Comisión “no debe basarse en una mayoría que también necesite el apoyo de la extrema derecha”, y que su presidente solo podría ser elegido en torno al apoyo de “los partidos tradicionales”.

Traducción: Ligia M. Oliver

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