Billie Eilish: ‘Me he vuelto mucho más orgullosa de quién soy’
La superestrella del pop habla sobre su extraordinario año: el tema para Bond, la portada de Vogue, el éxito de su segundo álbum y ser presentadora de Saturday Night Live.
La superestrella del pop habla sobre su extraordinario año: el tema para Bond, la portada de Vogue, el éxito de su segundo álbum y ser presentadora de Saturday Night Live.
Es una muestra de cómo ha sido la vida de Billie Eilish durante el 2021 el hecho de que se despertara una mañana el mes pasado, girara para revisar su teléfono y descubriera que recibió siete nominaciones a los premios Grammy. Se había quedado dormida cuando la anunciaron.
“Me quedé despierta hasta muy tarde, viendo Fleabag. ¡Otra vez!”
Hablamos por Zoom desde su casa en Los Ángeles. “Es la tercera vez que veo Fleabag. Literalmente, le acabo de poner pausa, otra vez, para esta entrevista. ¡Andrew Scott es mi actor favorito del mundo! Y Phoebe [Waller-Bridge] es tan tremendamente estupenda, que no puedo dejar de recalcarlo. Cuando la conocí en el estreno de Bond, intenté no excederme en los elogios durante toda la noche”.
Eilish sería una figura destacada de 2021 por su título musical ganador del Grammy para No Time to Die, escrito, como siempre, junto con su hermano mayor, Finneas. Se estrenó en los premios Brit 2020 antes del Covid-19 y finalmente se estrenó en los cines hace poco más de dos meses (“Vimos la película completa en diciembre de 2019… tuvimos que guardar todos los secretos durante dos años… ¡fue difícil!”). Pero el tema de Bond es una noticia pasada, tomando en cuenta todo lo demás que sucedió este último año.
El segundo álbum de Billie, Happier Than Ever, publicado en julio, fue un gran éxito mundial, extendiendo su característico pop glitchy-moody hacia nuevos territorios de las canciones torch y la bossa nova. La entrevista para la portada de la revista Vogue británica que lo precedió también arrasó en internet, en gran medida por la sesión de fotos dirigida por Eilish: la punk de cabello verde y negro y shorts que todo el mundo conocía se convirtió de repente en una explosiva rubia con corsé rosa al estilo Marilyn Monroe.
También ocurrió su emotivo regreso a la música en vivo en una serie de conciertos en festivales durante el verano (“ver la reacción de los fanáticos en la vida real a mis nuevas canciones fue increíble y surrealista… miles de chavos cantando a todo pulmón”) y un documental con todo lo bueno y lo malo, Billie Eilish: The World’s a Little Blurry, que documenta sus primeros años, y que se estrenó en febrero. Cuando Eilish lo vio, “literalmente lloré todo el tiempo”. ¿Por qué? “Por ver lo joven que era en ese entonces y todo lo que sucedía y lo que enfrentaba y sobrellevaba. También me sentí orgullosa de mí misma y también me compadecí de mí misma y también sentí una especie de envidia de esa chica, mi yo de 16 años que era tan valiente y despreocupada”. Se detiene. “¡Tuve que superarlo!”
Escrito durante los confinamientos por el Covid-19, Happier Than Ever es un segundo disco difícil pero bellamente de ensueño, que trata principalmente sobre la madurez, como atestiguan canciones como Getting Older, My Future y Everybody Dies. Considerando que su carrera comenzó a los 13 años, cuando Eilish publicó su primer sencillo, Ocean Eyes, en SoundCloud (en febrero de este año, esa canción alcanzó los 700 millones de reproducciones en Spotify), es justo decir que no tuvo una adolescencia típica. “Siempre me dio mucho miedo volverme mayor, me aterraba”, dice, haciendo crujir hielo entre sus dientes mientras le da vueltas a sus pensamientos. “Y honestamente, casi solo he descubierto, aparte de algunos contratiempos, que he disfrutado solo tener un poco de adultez. Hacer cosas por primera vez como echar gasolina y lavar la ropa y llamar al doctor por tu cuenta“. Se ríe. “¡Cosas normales! No es necesariamente divertido, pero es emocionante, ¿no?, ser un ser humano”.
Sin embargo, el segundo álbum hizo que Eilish estuviera “súper preocupada”. ¿Por qué?
“Cuanto más grande te vuelves, más te odia la gente”. También lo sintió cuando Finneas lanzó su primer álbum en solitario, Optimist, en octubre. “Le dije: ‘No olvides lo que sentiste cuando hiciste esto por primera vez. Te encantó’. Creo que todos deberíamos amar nuestro arte de la misma forma en que lo amamos cuando lo hicimos por primera vez, ¿sabes?”
En mayo, Eilish publicó en Instagram su portada de Vogue del Reino Unido, al estilo de Marilyn. Obtuvo un millón de me gusta en menos de seis minutos, su segunda hazaña que rompe el récord en la plataforma. “¡Prueba de que el dinero puede hacerte cambiar tus valores y venderte!”, decía un titular del Daily Mail. “Fue muy divertida esa sesión”, cuenta el día de hoy Eilish. “Fue jugar a disfrazarse, ¿sabes? Porque”, su voz se endurece contra los haters, “eso es lo que es una maldita sesión de fotos”.
Le pareció gracioso que algunas personas respondieran a la sesión diciendo que se había convertido en una persona diferente, continúa. “¡Solo estoy jugando! Ya sabes, puedo ponerme lo que quiera en cualquier momento y todo el mundo también puede hacerlo. Fue muy divertido mostrarlo al mundo. Tienes permitido cambiar. También tienes permitido no cambiar. Tienes permitido ponerte cualquier cosa y decir cualquier cosa y hacer cualquier cosa y ser cualquier cosa“.
La sesión fotográfica tuvo un gran efecto en ella: la hizo sentirse más cómoda con ella misma, dice. “Antes odiaba mi apariencia; ahora no me encanta, pero me siento un poco más segura de mí misma y me siento mucho más orgullosa de quién soy y más abierta a las cosas. Creo que [esa sesión] abrió mi mente para tener una mente abierta en el futuro“.
Este año también intensificó su participación en el activismo medioambiental, presentándose en vivo en el evento de 24 horas de Global Citizen, pidiendo medidas urgentes ante la COP26 y produciendo ejecutivamente un documental sobre “justicia alimentaria”, They’re Trying to Kill Us.
No le importa prestar su fama a las grandes causas, sino todo lo contrario. “Quiero decir, Dios mío, ¿qué otro sentido tiene? Podemos hacer lo que somos capaces de hacer y creo que eso es realmente importante. Y, de nuevo, no soy invencible, pero me esfuerzo al máximo para ayudar al planeta, porque, cielos, ¿por qué no? Alguien tiene que hacerlo”.
El final del año no la ha hecho bajar el ritmo. En las últimas semanas lanzó un nuevo perfume, Eilish, influenciado por su sinestesia y su interés por los aromas y la memoria (“¡No puedo esperar a que la gente huela como yo imagino que huele!”). Además, esta semana será la presentadora de Saturday Night Live (“Todavía no sé nada, pero estoy muy, muy, tremendamente emocionada”), justo antes del mayor acontecimiento de todos: su cumpleaños 20.
¿Cómo piensa dejar atrás su adolescencia? Crujido. “No lo sé, la verdad”. Recuerda sus fiestas favoritas cuando era niña: su mamá se disfrazaba de hada y repartía dulces, y la pequeña Billie recibía cachorros para jugar con ellos, un “castillo inflable” y una piñata. Por ahora, es feliz viviendo a 480 kilómetros por hora, esperando el estreno de la nueva película de Pixar, Turning Red, para la que ella y Finneas aportaron canciones, y escuchando sin parar su última obsesión, Gorillaz (“Los he escuchado toda mi vida, pero es como si se hubieran apoderado de mi cuerpo estas últimas semanas, ¡me obsesioné por completo!”).
¿Qué desea para el próximo año? Al principio, responde como la antigua adolescente. “Dios, no lo sé. Existen tantas incógnitas, ¿sabes?”. Luego aparece la nueva Billie. “Solo diré que espero que haya alegría, felicidad y amor y que eso es lo que realmente quiero. Realmente no me interesa nada más”.
Billie Eilish realizará una gira por el Reino Unido en junio.