El Vaticano recluta bots para proteger su biblioteca de los hackers
Fragmento de las Bodas Aldobrandinas. Biblioteca Apostólica Vaticana/Wikimedia Commons

Harriet Sherwood/The Guardian

El intelecto de antaño ahora está resguardado por inteligencia artificial con movimientos para proteger de ciberataques una de las colecciones más extraordinarias del mundo de manuscritos y documentos históricos. 

La Biblioteca Apostólica del Vaticano, que tiene más de 80,000 documentos de importancia inmensa y de valor inconmensurable, tiene la copia más antigua que existe de la Biblia y dibujos y textos de Miguel Ángel y Galileo, se ha unido a una firma de ciberseguridad para defender de criminales su ambicioso proyecto de digitalización. 

La biblioteca se enfrenta a un promedio de 100 amenazas al mes desde que empezó a digitalizar su colección de tesoros históricos en 2012, de acuerdo a Manlio Miceli, su director de información. 

“No podemos ignorar que nuestra infraestructura digital es de interés para los hackers. Un ataque exitoso podría robar, manipular o borrar toda la colección”, dijo Miceli a The Observer

Los ciberataques aumentaron, no disminuyeron, añadió. “Los hackers siempre se meten con las organizaciones para robar información, para ganar dinero o para sembrar el caos”. 

La biblioteca, fundada por el Papa Nicolás V en 1451, es una de las instituciones de investigación más importantes del mundo, contiene una de las mejores colecciones del mundo de manuscritos, libros, imágenes, monedas y medallas en el mundo. La digitalización de 41 millones de páginas pretende “preservar el contenido de tesoros históricos sin causar daños a los originales frágiles”, dijo Miceli. 

Pero añadió: “Este proyecto va más allá de la preservación física. Retazos de la historia, que antes solo los historiadores con sus guantes blancos exploraban, ahora están disponibles para cualquiera con una conexión a internet. Este es un gran paso para la calidad educativa”. 

Hasta ahora, el 25% de los documentos de la biblioteca se digitalizaron. El proyecto empezó con “las piezas únicas, las más famosas y las más frágiles”, dijo Miceli. Ellos incluyen uno de los manuscritos más viejos del mundo, un fragmento de la Eneida de Virgilio que tiene 1,600 años. La colección también contiene la ilustración de 1450 de Sandro Botticelli de La divina comedia, poemas, notas técnicas y bocetos de Miguel Ángel, manuscritos antiguos de los Inca y tratados y cartas históricas. 

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Wikimedia Commons

Pero Miceli dijo que la digitalización significa que “tenemos que proteger nuestra colección en línea para que los lectores puedan confiar en que los archivos son precisos y no están alterados”. Él añadió: “Mientras que el daño físico suele ser claro e inmediato, un ataque de este tipo no tendría la misma visibilidad física, por eso tiene el potencial de causar daño duradero y potencialmente irreparable, no solo al archivo, sino a la memoria histórica del mundo. En la era de las noticias falsas, estas colecciones juegan un papel importante en la lucha contra la desinformación por lo que defenderlas contra ‘los ataques contra su confiabilidad’ es crítico. 

“Menos hollywoodense, pero también preocupante, sería un ataque ransomware a la biblioteca. Un ataque bien conocido que se infiltra en las compañías y muy rápido bloquea archivos hasta que pagas una gran suma. El ransomware hoy se mueve a velocidad de máquina, sobrepasando la capacidad de los humanos de encontrar y detener un ataque antes de que escale. 

“Estos ataques tienen el potencial de impactar la reputación de la Biblioteca del Vaticano, una que se ha mantenido por cientos de años. También tienen significantes ramificaciones financieras que impactarían nuestra capacidad de digitalizar los manuscritos restantes”. 

La biblioteca se ha aliado con Darktrace, una compañía fundada por matemáticos de la Universidad de Cambridge, que dice ser la primera en desarrollar un sistema de IA para ciberseguridad. Miceli dijo: “No puedes lanzar personas a este problema, tienes que equipar a seres humanos con tecnología que entienda los tonos de gris en sistemas muy complejos y que se defienda a velocidad de máquina”. 

La IA “nunca duerme, no toma descansos y puede localizar e investigar más amenazas que cualquier equipo humano. Decide en segundos sobre que es extraño pero benigno y que es extraño pero amenazador”. Pero añadió, no hay garantía del 100% contra un ataque. “La única manera de que una organización este completamente segura es quitándola del internet. Nuestra misión es llevar a la Biblioteca del Vaticano al Siglo XXI, así que no haremos aquello pronto”. 

Dave Palmer, el director de tecnología de Darktrace dijo que los ciberatacantes siempre buscan maneras de “ganar dinero rápido o de causar humillación global”. 

Palmer añadió: “Muchas organizaciones como la Biblioteca del Vaticano aceptan esta realidad. Con IA descubren la actividad extraña pero sutil que precede a un gran ataque y pueden confiar en que la IA contraatacará en nombre de los humanos antes de que sea demasiado tarde”. 

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