‘La idea de viajar en trasporte público me llena de terror’: trabajadores sobre el regreso a las oficinas
Los trabajadores reflexionan con detenimiento sobre el regreso a las oficinas, mientras que los líderes empresariales dicen que es de suma importancia impulsar la economía urbana.
Los trabajadores reflexionan con detenimiento sobre el regreso a las oficinas, mientras que los líderes empresariales dicen que es de suma importancia impulsar la economía urbana.
Ante el posible levantamiento de las restricciones por coronavirus en Inglaterra, la posibilidad de regresar a las oficinas significa la reactivación de los viajes diarios.
En un esfuerzo por atraer más gente a los centros de las ciudades para impulsar la economía urbana, un grupo de 50 líderes empresariales, entre ellos el presidente ejecutivo de Canary Wharf, George Iascobescu, los directores de los aeropuertos de Heathrow y Gatwick, el director ejecutivo de Capita, Jon Lewis, y el director ejecutivo de BT, Philip Jansen, están pidiendo al gobierno promover el regreso a las oficinas.
El gobierno ya ha tratado con anterioridad de persuadir a los trabajadores para que regresen a las oficinas, antes de que los casos de Covid volvieran a resurgir en septiembre. Mientras que algunas compañías, mayoritariamente bancos, han convocado a sus trabajadores a regresar a la sede, otras han mencionado que el trabajo remoto, o un sistema híbrido, llegó para quedarse. Esto trae consecuencias para las redes de transporte.
Lee también: Sin oficinas: las consecuencias del trabajo remoto para las ciudades
Estadísticas oficiales del Departamento de Transporte muestran un incremento gradual en el uso del transporte público en el país durante los últimos meses, al registrarse más de la mitad de pasajeros en comparación con los que viajaban a principios de la pandemia. Sin embargo, las cifras del metro de Londres (donde se registra un regreso del 40%-50% de pasajeros han regresado) indican que el número de viajes de placer aumenta más rápidamente que los de trabajo.
Pero, ¿qué piensan los usuarios? A pesar de la implementación de boletos flexibles, el gobierno no anticipa un regreso total a los centros de trabajo. Les pedimos a los lectores que nos contaran cómo se sienten respecto al inminente regreso a las oficinas.
“Solía gastar poco menos de 5 mil libras al año y nunca pude sentarme”
Fatma Mehmet –es gerente, tiene 39 años y trabaja para el gobierno local– viajó por más de 15 años de Hertfordshire a Londres. “Viajaba contra tiempo 90 km al día, todos los días“, dice.
“El tiempo que pierdes haciendo 10 viajes a la semana nunca lo tendrás de vuelta. Desde que empecé a trabajar en casa hace 15 meses, he podido invertir mi tiempo en el trabajo, relaciones y pasatiempos. Soy mucho más productiva desde casa, me distraigo menos y siento que cada día descanso mejor. Me siento menos ansiosa y decepcionada por las constantes interrupciones que solía soportar durante mis trayectos”.
Mehmet tampoco extraña gastar miles de libras al año en su pasaje de tren en la línea Great Northern. “Solía gastar poco menos de 5 mil libras al año, y nunca pude sentarme, así que uno se pregunta por qué tipo de servicio estás pagando. Los trenes tenían retrasos al menos una vez a la semana. Ahora parece algo completamente injusto y un estrés que no necesito en mi vida”.
“Los boletos flexibles no son tan flexibles ni de gran ayuda como dicen las empresas ferroviarias, y la idea de volver a viajar me llena de miedo y angustia. Afortunadamente mis empleadores se han portado fantásticamente y permitieron un modelo híbrido flexible, y en el futuro, probablemente me gustaría ir una vez a la semana como mucho, por mi salud mental y la de mis compañeros”.
“Pero si me obligaran a regresar a la oficina los cinco días de la semana, consideraría dejar mi trabajo”.
“Una vez que sea seguro, me gustaría viajar otra vez. No puedo esperar”
Mehmet no soporta la idea de regresar al tren nuevamente para ir a trabajar. Por su parte, Owen Fraser de 23 años, residente de Aberdeen, espera ansiosamente por esta oportunidad.
“Solía pensar que viajar era extraño, aunque ahora me doy cuenta de que me quejaba por nada. El trabajo remoto fue malo para mi salud mental y estaré mucho más agradecido por un viaje diario que me permita adaptarme mentalmente a la jornada laboral”, dice.
El estudiante universitario, que aplazó su carrera un año para realizar prácticas laborales, solía viajar una hora y media en camión hasta el centro de la ciudad antes de que la pandemia lo forzara a trabajar desde casa.
“El viaje me daba oportunidad de informarme sobre los eventos del día en Radio 4. En el camino de regreso a casa solía hacer una parada en la calle principal de mi localidad para encontrarme con mis amigos o visitar mis tiendas favoritas. Algunas de estas, incluyendo mi local John Lewis, han estado cerradas por ahora y me preocupa que otras más también lo hagan ante el aumento del trabajo remoto y el ascenso imparable de los gigantes tecnológicos y las muchas aplicaciones resultantes”.
“No me malentiendan. Me preocupa muchísimo contagiarme de Covid en el transporte público. Pero una vez que sea seguro, quiero viajar nuevamente, no puedo esperar”.
“No hay distanciamiento social en los autobuses”
La idea de contraer el virus en un autobús atiborrado ha hecho que Alex, de 35 años, ingeniera en Manchester, deje de usar el transporte público para ir al trabajo.
“No hay distanciamiento social en los autobuses y casi nadie usa el cubrebocas de forma correcta. Encima de esto, todas la ventanas permanecen cerradas cuando el clima es malo y no hay ventilación ni aire fresco”.
“Tuve tos ferina hace algunos años y el único lugar en el que pienso que pude haberla contraído es el autobús, donde me encontraba completamente rodeada por personas que tosían y estaban enfermas. La pandemia ha hecho que me dé cuenta de las cajas de cultivo que son los autobuses. Sin el mínimo esfuerzo por reforzar el uso de cubrebocas, no me siento cómoda de tomar el autobús o el tranvía estos días”.
Alex todavía trabaja desde casa, pero tendrá que regresar a la oficina en octubre. “Mi oficina está piloteando un esquema híbrido, 60% desde casa y 40% en la oficina. Asistiré dos días a la semana”.
“La oficina me queda a 20 minutos caminando o a 10 minutos en carro, y seguramente tomaré un taxi, lo que me costará aproximadamente 15 libras al día. No sería un solución permanente pero ante la posibilidad de que los casos incrementen nuevamente en otoño e invierno, estoy en teoría lista para pagar esa cantidad para estar más segura”.
“Me encantaría viajar al trabajo en bici, pero tampoco me siento segura de hacerlo dada la falta de ciclovías adecuadas. Tengo muchos amigos que han tenido accidentes cuando van por la calle en bici, y algunos casi mueren a causa de los desconsiderados conductores, lo cual me aterra”.
“Me preocupa el costo de los viajes, incluso los ocasionales”
Stephen, de 50 años, es gerente de producto cerca de Cambridge, ha estado viajando al centro de Londres durante los últimos dos años.
“Cuando comencé a trabajar en Londres por primera vez, el viaje diario era difícil pero resultaba emocionante trabajar en la capital, tener una variedad infinita de opciones de comida y sentirse conectado con la ciudad. Incluso creía que pasaría mi tiempo durante los viajes de tren leyendo o viendo la tele”.
“La verdad, sin embargo, es que salía de la casa antes de las 6 am y salía corriendo de la oficina a las 4:30 pm para llegar a casa justo a tiempo para mandar a mis hijos a la cama después de que todos, excepto yo, habían comido juntos”.
“Mi esposa se encargaba de la escuela, y regresaba a casa frenéticamente desde su trabajo que está a unos 20 km. Era muy difícil para ella”.
“Estaba exhausto, solo comía con mi familia en los fines de semana y pagaba aproximadamente 5,500 libras por ese privilegio”.
“Aparte del estrés de viajar, que no se habla mucho de ello, también hubo ocasiones en las que cancelaron los trenes por completo, o en que algún tren se quedaba abruptamente varado en alguna estación rural porque avanzaba más”.
El padre de dos niños nunca ha sido fan del trabajo remoto, pero no puede imaginar regresar a su antigua vida.
“Muy poca gente con la que he platicado regresará a las oficinas a tiempo completo. Volver, aunque sea dos días a la semana, costaría casi los mismo que ir todo el año, en términos de regresar en horas pico, así que me preocupa incluso el costo de viajar ocasionalmente”.
“Cuando regrese en cualquier modalidad a la oficina, será solo un día a la semana”.