Las pinturas de Nelson Mandela sobre su vida en prisión serán vendidas como NFT
La serie "My Robben Island" está compuesta por cinco acuarelas pintadas por el expresidente sudafricano.
La serie "My Robben Island" está compuesta por cinco acuarelas pintadas por el expresidente sudafricano.
El contraste entre la pequeña y austera celda en Robben Island, donde Nelson Mandela pasó 18 de sus 27 años de cárcel, y la infinita diversidad del mundo digital no podría ser mayor. Sin embargo, ambos se unirán el mes que viene cuando se vendan los primeros tokens no fungibles (NFT) de las obras de arte del expresidente sudafricano y héroe de la lucha contra el apartheid, en el contexto de un mercado mundial de arte digital en auge.
La serie My Robben Island consta de cinco pintorescas acuarelas pintadas por Mandela tras su dimisión como presidente en 1999, además de The Motivation, un texto escrito a mano que explica su visión de la severa prisión isleña. Las seis obras llevan su firma.
En The Motivation, Mandela escribe: “Es cierto que Robben Island solía ser un lugar de oscuridad, pero de esa oscuridad ha surgido una maravillosa luminosidad, una luz tan poderosa que nadie podría ocultar tras los muros de la prisión, ni retenerla tras las rejas de la cárcel, ni encerrarla en el mar que la rodea… Se pueden alcanzar los sueños más fantásticos si estamos dispuestos a soportar los retos de la vida“.
Makaziwe Mandela, hija del expresidente, comentó que las acuarelas de su padre representaban “el triunfo del espíritu humano”.
Explicó: “Cuando mi padre estaba en la isla, estaba rodeado de gris. Recuerden, fue condenado a cadena perpetua. Nunca pensó que saldría de la cárcel. Pero las pinturas dicen que nunca debemos perder la esperanza”.
El hecho de ofrecer estas pinturas como NFT fue una forma de alcanzar nuevas audiencias, añadió. “Mi padre se dedicaba a crear una sociedad accesible. Esta es una forma de democratizar su arte“.
Giles Peppiatt, director de arte africano moderno y contemporáneo de la empresa de subastas Bonhams, encargada de vender los NFT, comentó que el arte digital llega a “nuevos públicos que probablemente no van a las galerías de arte ni a los museos”. “Son personas que viven gran parte de su vida a través de sus teléfonos, a través de internet, y que disponen de grandes cantidades de dinero, y que son coleccionistas. Se están convirtiendo en una parte cada vez más importante del mercado del arte”, dijo.
Las ventas de NFT han aumentado vertiginosamente en los dos últimos años, impulsadas por jóvenes compradores que han acumulado fortunas con las criptomonedas y otras tecnologías. Un NFT titulado Everydays: the First 5,000 Days de Mike Winkelmann, el artista digital conocido como Beeple, fue vendido por un récord de 69 millones de dólares el pasado mes de marzo.
Bonhams ofrecerá la serie My Robben Island en la plataforma Nifty Gateway durante un periodo de seis horas el 9 de marzo a un precio fijo de 3 mil 495 dólares por la edición, o 699 dólares por una obra individual. No existe una cifra fija para la venta, aunque sí un límite máximo de 10 mil. “La cantidad que se venda en ese plazo de seis horas es la edición”, señaló Peppiatt.
Las acuarelas, pintadas en 2002 como actividad terapéutica bajo la dirección de la profesora de arte Varenka Paschke, eran “muy buenas, bastante tristes y conmovedoras. No se pueden conseguir imágenes más personales”, dijo Peppiatt.
The Cell muestra el interior del espacio que Mandela ocupó durante sus años en Robben Island. Se ha convertido en un lugar de peregrinación entre cuyos visitantes figuran Barack Obama y Bill Clinton. Las escasas posesiones de Mandela aparecen apiladas bajo la ventana.
The window retrata la silueta de la Montaña de la Mesa, vista a través de unas rejas de color naranja intenso. The Harbour era la primera vista de la prisión que veían los nuevos reclusos cuando llegaban en lancha. The lighthouse y The church –los presos tenían prohibido entrar– eran los puntos de referencia de la isla.
“Robben Island es un lugar en el que el coraje perduró ante las interminables dificultades, un lugar en el que la gente siguió creyendo cuando parecía que sus sueños no eran posibles”, escribió Mandela en The Motivation.
Makaziwe Mandela comentó que esperaba que parte del dinero recaudado por la venta de los NFT ayudara a pagar un jardín conmemorativo que se encuentra en construcción en Qunu, lugar donde está enterrado su padre. “Espero que podamos terminar el jardín antes de que yo cierre mis ojos”, dijo.