Niños, un alcalde, una anestesióloga: civiles muertos en la invasión rusa de Ucrania
A medida que se intensifica la crisis humanitaria en Ucrania, sigue aumentando el número de muertes de civiles. Estos son algunos de los muertos registrados.
A medida que se intensifica la crisis humanitaria en Ucrania, sigue aumentando el número de muertes de civiles. Estos son algunos de los muertos registrados.
Anastasia Stoluk, 10 años
Anastasia, también conocida como Nastya, fue asesinada el 28 de febrero en Shybene, un pueblo situado a aproximadamente 64 kilómetros al norte de Kiev. Los soldados se negaron a permitir que su madre, Luba, fuera al cementerio, por lo que la enterraron en el patio, contó su prima Anya Stoluk, de 18 años, al periódico Times.
La madre de Anya, Vera Dmitrienko, comentó al periódico que los soldados rusos, ebrios, comenzaron a disparar después de que un adolescente ucraniano encontró una pistola y la disparó al aire: “Dispararon contra la casa de Nastya, que estaba ahí con su tío, y murió inmediatamente. Su tío fue llevado al hospital y todavía no tenemos ninguna información de él”.
Tatiana Perebyynis y sus hijos, Alise y Nikita
Una mujer de 43 años y sus dos hijos fueron asesinados por las fuerzas rusas cuando huían de la ciudad de Irpin, en las afueras de Kiev.
Serhiy Perebyynis compartió en Facebook imágenes de su esposa y de su hija, de nueve años, y su hijo, de 18 años, y escribió que los rusos “se los llevaron a todos”. Añadió: “Tanya no lo logró. Estoy en camino, tengo que verlos por última vez. Perdónenme, no los protegí”.
Tatiana fue descrita como una colega adorada por el personal de SE Ranking, donde trabajó como gerente del departamento de contabilidad, informó el periódico Telegraph.
Se informó que la madre y los dos niños eran las tres personas fotografiadas tendidas muertas en la orilla de una carretera después de que la artillería rusa comenzó a bombardear Irpin el 6 de marzo.
Semyon, 5 años
Semyon, de cinco años, murió en el hospital la semana pasada, días después de la muerte de su hermana mayor Polina, la primera víctima infantil identificada de la guerra. El niño viajaba en un carro con su familia que intentaba escapar de Kiev el sábado 26 de febrero cuando las tropas rusas les dispararon a todos. Polina, de 10 años, y sus padres, Anton Kudrin y Svetlana Zapadynskaya, murieron de forma instantánea.
Fue trasladado al hospital infantil de Okhmatdyt, pero murió a causa de sus heridas el miércoles 3 de marzo, según informó un amigo de la familia al diario Daily Telegraph. Su hermana Sofía, de 13 años, permanecía en estado crítico en otro hospital, sin saber que toda su familia había fallecido, informó el periódico.
Arseniy y Marina Kalabin
Arseniy Kalabin, de 14 años, murió tras ser alcanzado en la cabeza por una pieza de metralla cuando las fuerzas rusas bombardearon la ciudad de Kukhari el 25 de febrero, el segundo día de la invasión.
Después de que comenzó la guerra, sus padres, Tanya y Vitaliy, lo enviaron a vivir con unos parientes en ese pueblo, a 80 kilómetros de Kiev, con la esperanza de que estuviera más seguro ahí, informó el periódico Times. Una ambulancia llegó a la localidad para intentar llevarlo al hospital, pero fue rechazada. Murió a causa de sus heridas dos horas después.
Su tía Marina, de 39 años, anestesióloga pediátrica, viajó desde Kiev para recuperar su cuerpo, según indicó el periódico. Pero cuando regresaba a casa con los padres del niño, murió cuando las tropas rusas atacaron su carro. Los familiares no han podido recuperar su cuerpo. Sin embargo, Tanya y Vitaliy Kalabin regresaron a Kukhari, ahora ocupada por los rusos, y enterraron ahí a su hijo.
Yuriy Prilipko
Yuriy Prilipko, de 61 años, alcalde de la ciudad de Hostomel, al noroeste de Kiev, fue llamado héroe tras ser abatido por las fuerzas rusas. Estuvo ayudando a sus conciudadanos repartiendo pan y medicamentos, informó el portal MailOnline.
El ayuntamiento de Hostomel le rindió homenaje en una publicación en las redes sociales. El texto decía: “Nunca se negó a ayudar a alguien. Nadie lo obligó a pasar bajo las balas de los ocupantes. Pudo, como cientos de otros, sentarse en el sótano. Y tomó su decisión. Murió por la comunidad, murió por Hostomel, murió como un héroe”.