Sin salas y sin estrenos: los efectos del Covid-19 en la industria del cine en 2020
El 2020 fue el año del streaming y se multiplicaron las competencias para atacar el liderazgo de Netflix

El año había empezado tan bien.  ¿Se acuerdan de Parásitos? Y después, todo se detuvo. Este podría ser el fin de los cines como los conocemos.

Si tenías dinero invertido en el regreso de los autocinemas en 2020, en que el actor con más menciones sería Laurence Fox, y que el éxito más grande de Hollywood sería Bad Boys for Life, entonces tú inventaste el Covid-19 y tienes que pagar por tu crimen.

Puedes decir que 2020 es un año de ganadores y perdedores y todo en la industria del cine fue del segundo grupo.  Al principio las cosas pintaban bien. Parásitos arrasó en los Oscars, y fue el mejor año para las taquillas en Gran Bretaña. Se suponía que este año iba a ser mejor porque había estrenos muy taquilleros como No Time to Die, Black Widow, Fast & Furious 9  y West Side Story. Doce meses después seguimos esperando.

Los estudios pospusieron los estrenos de las películas grandes porque los cines están cerrados. Los cines intentaron abrir con cuidados, pero no había películas. Se convirtió en una situación como la del huevo y la gallina y la mayoría no tuvo agallas. Y muchos tuvieron problemas. Tenet fue un buen hueso para el público hambriento de espectáculos con 7 mil millones de pesos en todo el mundo, pero Inception del mismo director, Christopher Nolan, obtuvo cerca de 16 mil millones de dólares en 2013.

La historia del cine en este año es la de las pérdidas del negocio en las salas y la de las ganancias en el streaming. A principios de 2020 la principal preocupación era que Disney iba a gobernar a Hollywood para siempre. A finales de año Disney habla de pérdidas multimillonarias y está realizando un “baño de sangre” con su recorte de personal. Su único consuelo fue el servicio de streaming Disney+, que se lanzó en marzo cuando la gente estaba encerrada en su casa. Al principio manejaba un blanco de usuarios de 50 millones de suscriptores para 2022. Ganaron 73 millones de dólares en nueve meses.

Al igual que el resto de nosotros, el objetivo de Hollywood este año ha sido el de ponerse al corriente con Netflix. Los jugadores grandes cambiaron sus fichas del cine por las de streaming: Peacock y Paramount+ de Universal, y HBO Max y Warners, de Warner, que tuvieron un éxito con Tenet, están listos para estrenar Wonder Woman 1984 simultáneamente en HBO Max y en cines de EU al mismo tiempo. En diciembre anunció que iba a hacer lo mismo con todos sus 17 estrenos planeados, incluyendo The Suicide Squad, The Matrix 4 y Dune.

Estas son malas noticias para el cine porque dependen del acceso exclusivo y con antelación de las nuevas películas, especialmente de los títulos de franquicias. Algunas películas más pequeñas se vieron beneficiadas con la ausencia de blockbusters: Rocks, un drama de adolescentes de Londres por ejemplo, o la película de terror Saint Maud. Pero la falta de festivales también afectó al extremo no comercial del cine. Queda la horrible sensación de que podríamos estar presenciando el fin del cine como lo conocemos.

El futuro tal vez no sea tan bueno para el streaming tampoco. La competencia es cada vez peor. Y cuando el cine y el resto del mundo vuelvan a abrir, la gente sólo va a querer salir de su casa. Las cifras se ven complicadas en los estudios. Un éxito decente tendría que ser de 1.000 millones de dólares en taquilla, cifra que es muy difícil de alcanzar con el streaming. Además, las películas de pantalla chica todavía tienen que generar su propio ruido. El streaming también es un buen lugar para sepultar películas malas, por lo que al menos hay que agradecer las balas que logramos esquivar en 2020, como Artemis Fowl, Scoob! y The New Mutants.

Como quiera, los que deciden no son ni los estudios ni las cadenas de streaming, somos nosotros. Si queremos regresar al cine lo vamos a hacer. El Covid-19 se va a acabar un día, pero el cine no tiene que hacerlo.

 

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