En 2020, México recibió 5 mdd por hora de remesas
Los dólares de los migrantes nunca dejaron de llegar a pesar de los pronósticos en contra.

Nuevamente el año pasado, el ingreso por remesas registró una evolución positiva y sorprendente, que permitió que millones de hogares receptores mantuvieran sus niveles de gasto en una economía con una severa contracción económica. 

En total, en 2020 el ingreso del dinero enviado por los migrantes sumó 40,607 millones de dólares (mdd), lo que significa un crecimiento de 11.4% versus 2019. 

En promedio el país recibió diariamente 111 millones de dólares por remesas, a través de 326.000 transferencias por día. 

Con el dato ya consolidado de todo el año pasado, las remesas alcanzaron siete años y medio seguidos con incrementos anuales. 

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Ese dinamismo se derivó de aumentos significativos de los envíos de dinero desde Estados Unidos (+12.3%) y Canadá (+ 9.5%) mientras hubo una caída de las remesas desde los países europeos de -4.6%. 

Sin dudas el gran origen de las remesas sigue siendo Estados Unidos, desde donde destacaron aumentos en los niveles de envíos provenientes de California y Texas que alcanzaron los 12,677 mdd y 6,357 mdd, que representan crecimientos de 19.4% y 12.7%, respectivamente. Del otro lado de la moneda, hubo una contracción de las remesas provenientes de Nueva York (-11.4%), Nueva Jersey (-7.4%) e Illinois (-14.9%).

¿Y el efecto pandemia? 

Una de las preguntas es la resistencia de las remesas por no disminuir ante una pandemia como la de covid-19, que generó una severa disminución del empleo y los ingresos de los migrantes mexicanos en Estados Unidos. 

Hay que reconocer que ello ocurrió luego de varios años seguidos en que el empleo y los ingresos de dichos migrantes habían aumentado, lo que fortaleció su situación financiera y les facilitó acumular ahorros que financiaron sus envíos de remesas. Además, grupos importantes de estos migrantes han acumulado antigüedad, lo que ha favorecido que pudieran regularizar su residencia e incluso hasta obtener su ciudadanía. Esto es lo que les permitió contar con los apoyos financieros del gobierno estadounidense y posiblemente parte de esos recursos financiaron las remesas para sus familias de este lado de la frontera. 

Asimismo, en Estados Unidos miles de inmigrantes indocumentados trabajan en sectores que se consideraron ‘esenciales’, por lo cual aún durante la pandemia mantuvieron sus empleos. 

Luego de las severas contracciones del empleo de los trabajadores mexicanos registradas hasta abril del año pasado, su ocupación comenzó a recuperarse y de mayo a diciembre de 2020 se registró un aumento de 1,205,279 empleos, lo que fortaleció su masa salarial y los recursos disponibles para el envío de remesas a nuestro país. 

Pero, sin dudas, el factor más importante que explica el incremento de las remesas y que es la característica fundamental de estos envíos: contribuir a compensar la situación de desventaja de ingreso de sus familiares en México. 

Esa desventaja se agudizó en 2020, particularmente considerando la fuerte contracción del PIB en México de 8.3%, que impactó negativamente a las fuentes de ingreso distintas a remesas de los hogares de los familiares de los migrantes. 

*Jesús Cervantes González, es gerente de Estadísticas Económicas en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA).

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