Manos amigas: masajes y humectantes para evitar el maltrato por lavarte de más

Si nunca pensaste mucho en el lavado de manos antes de la pandemia, ahora ya lo has practicado mucho. Pero todo ese jabón y agua, y el gel antibacterial, han causado daños en tus manos. “Es lo que vemos en la pandemia”, dice la doctora Tanya Bleiker, presidenta de la Asociación Británica de Dermatólogos. “La gente que nunca tuvo problemas antes ahora lava sus manos tan seguido que desarrollan dermatitis irritante en las manos (también conocida como eccema de manos”. 

Si te duelen las manos o están agrietadas, “entonces necesitas tratamiento”, dice Bleiker. Un farmacista podría ofrecerte recomendaciones y productos, pero tal vez necesites una visita al médico “porque tal vez necesites cremas tópicas con esteroides para calmar la inflamación”. Sin embargo, hay pasos que puedes tomar para evitar llegar a ese escenario. Aquí hay algunos tips para mantener tus manos limpias. 

Sigue con el lavado de manos

Es tan importante como siempre para evitar la transmisión de Covid-19. “Una de las mejores maneras de hacer eso es con agua y jabón, y si no tienes acceso a agua y jabón, entonces usa alcohol en gel”, dice Bleiker. Sin embargo, lo que sucede con el lavado frecuente “es que rompe nuestra barrera natural de la piel, lo que significa que nuestra piel se vuelve seca y pica. Si eso continúa sin humectantes para reparar ese daño, terminarás con piel seca e irritada que se inflamará y probablemente se agrietará”. El alcohol en gel causa problemas similares, aunque no es tan dañino como el agua y jabón. Cualquiera puede desarrollar dermatitis de manos, o eccema, de tanto lavarse las manos, pero también se exacerban las condiciones de piel preexistentes. “Es importante que la gente con estas condiciones reciba indicaciones para cuidar sus manos”, dice Bleiker, pero también es importante continuar con el lavado. La intención es cuidar tus manos, para que puedan aguantar los lavados frecuentes. 

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Evita el agua caliente, y sécate bien

El agua caliente irrita más la piel, dice Bleiker. “Recomendamos usar agua tibia”. Después, en lugar de frotar tus manos con una toalla, “que suele irritar, puedes dar golpecitos, pero asegúrate de que tus manos queden bien secas”. Si usas anillos, asegúrate de secar bien tus dedos, o retíralos antes de lavarte las manos. 

No uses solo jabón

Considera usar dos tipos de limpiadores en casa: uno que sea de jabón cuando regreses de la calle, para matar cualquier partícula de virus, y otro que sea sustituto de jabón (como crema acuosa), para usar en casa el resto del tiempo. “Usa ese solo cuando no haya riesgo de infección”, dice Bleiker. “Eso minimiza la cantidad de detergente a la que te expones”. 

Humecta regularmente

Si tus manos están irritadas, evita las cremas con fragancias. De cualquier forma, el mejor humectante es el que usas, dice Bleiker. Si es demasiado pesado o grasoso, y no te gusta como se siente, nunca lo usarás. “A veces, si tienes piel muy reseca y agrietada, un ungüento más graso es mejor porque hidrata mejor y sella la humedad. Pero para algunos, esos ungüentos son demasiado incómodos, particularmente para el trabajo”. Ella recomienda aplicar un humectante pesado y después ponerse guantes de algodón. Esto puede ser bueno en la noche (también puedes comprar “mascarillas para manos” que son la misma idea). Aplica humectante después de cada vez que te laves las manos, y a lo largo del día, particularmente si notas resequedad, en los primeros lugares donde aparece es en el dorso de las manos y entre los dedos. Elizabeth King, experta de cuidado de la piel en Weleda, sugiere tener botes de crema para manos en todos lados: “Los tengo en el coche, uno en la bolsa, uno en cada baño. Tienen que estar accesibles, y son parte de tu cuidado diario”. 

Date un masaje de manos

No toma más de 30 segundos, dice King, y es “una manera maravillosa de tomarte un momento y hacer algo para tí, darle algo a tus manos que probablemente están siempre tecleando en la laptop, o haciendo otras cosas”. Ella recomienda ponerse crema en ambas manos, después pasar una por encima de la otra tres veces, hacer círculos alrededor de los nudillos con tu pulgar, y después irse a cada dedo, pellizcando suavemente entre cada articulación. 

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“Cuando llegues a tus uñas, haz movimientos circulares alrededor de la uña u de las cutículas”, dice King. Masajea la palma y la base de la mano, y la muñeca, después termina con un estiramiento (haz un puño, después extiende tus dedos). “Cuando te das un masaje de manos, si puedes llegar hasta tu codo, es incluso mejor, pero ciertamente ve más allá de la muñeca”, ella añade. El olor de la crema (y del limpiador) pueden dar ánimos cuando no hay mucho más que disfrutar. También sugiere una exfoliación suave al frotar tus manos con avena envuelta en un poco de muselina. 

Usa guantes

Piensa en todas las maneras en las que tus manos se exponen a detergentes secantes, al limpiar, lavar, poner champú del cabello de los niños. Bleiker sugiere usar guantes para esas actividades, de nitrilo (esos azules desechables) o guantes de goma para el quehacer. Estos pueden irritar más la piel si se llenan de sudor, “así que usar guantes de algodón adentro, o usar guantes con forro de algodón, reduce la sudoración”, dice ella. “Se trata de hacer todas estas cosas pequeñas para maximizar el aspecto preventivo y mantener nuestra barrera de la piel, o mejorarla si nuestras manos se resecan y duelen”.