Policías frente al Covid-19: más de 4,800 contagiados durante 2020

Mabel Rodríguez no tiene la certeza de dónde se contagió de Covid-19, pero piensa que quizá fue cuando la llamaron para atender una emergencia. Si eres policía y estás frente a un incidente, “se te olvida que hay pandemia”.

No presentó síntomas, decidió hacerse la prueba porque su nivel de oxigenación llegó a 88%. El resultado: positivo. Desde ese momento comenzaron los malestares, entre ellos, el dolor de cabeza. Aunque la policía adscrita a la fuerza municipal de Nezahualcóyotl usó cubrebocas, gel antibacterial y desinfectaba con sanitizante la patrulla, se contagió. El riesgo mayor llega cuando tienen que atender directamente la población.

“Me tocó atender personas que decían: ‘a mí no me va a dar Covid, yo no uso cubrebocas, esa cosa no existe’. Después de un mes los veía muy mal en su casa, a punto de un traslado (al hospital), pidiéndonos ayuda para que viniera la unidad médica”.

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Los servicios de seguridad pública no se detuvieron ante la pandemia: forman parte de las actividades esenciales, porque en la mayoría de los casos son quienes auxilian a los paramédicos en el proceso de atender las emergencias a domicilio. “El policía, el paramédico y el bombero trabajan de la mano”, dice Mabel en entrevista para La-Lista. Y gran parte de los contagios se dan justamente cuando auxilian en el traslado de los pacientes con Covid-19.

En el país, al menos 4,828 policías se contagiaron de coronavirus del 22 de marzo al 31 de diciembre de 2020. Y 702 policías fallecieron, según un conteo de la organización Causa en Común con base en notas periodísticas. La cifra puede ser mayor, pero el impacto exacto se desconoce porque no hay un registro oficial sobre cuántos oficiales han enfermado.

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De acuerdo con la revisión en medios, los más afectados fueron miembros de la Guardia Nacional, con 2,070 casos de infección. Le siguen la policía estatal (1,741) y la municipal (1,017). Respecto de los fallecimientos, 96 corresponden a la Policía Federal y a la Guardia Nacional, 370 a las policías estatales y 236 a las policías municipales.

Hermanos de sangre azul

Inició la pandemia, el número de contagios creció, arrancó el confinamiento y Esperanza Alva nunca suspendió sus labores administrativas en la academia policial de Nezahualcóyotl. Sólo lo hizo cuando enfermó de coronavirus y tuvo que aislarse durante dos semanas.

“Sin saber que tenía el virus contagié a mi hijo de 14 años. La preocupación para mí como policía no es tanto contagiarme, sino llevar el virus a casa y ocurrió: contagié a mi hijo”, cuenta la policía. No tuvo complicaciones y, tras 14 días de aislamiento, regresó a trabajar.

No todos sus compañeros habían tenido la misma “suerte”. Ante la baja saturación, algunos usaron oxígeno suplementario. Y otros, como una comandante, fallecieron.

“Es difícil porque llega un momento en que uno se siente mal porque, quiera o no, somos hermanos de sangre azul, el hecho de escuchar que ya me murió tal compañero sí saca de onda“, coincidió Mabel Rodríguez.

Causa en común identificó que, en el último año, los policías estuvieron al frente de la pandemia por Covid-19 y muchos de ellos lo hicieron sin el equipo ni las medidas de atención sanitaria indispensables para llevar a cabo su labor. Para Rodríguez, son gajes del oficio.

“Si podemos ayudar a los compañeros y a la ciudadanía a controlar un poquito esta pandemia, adelante. Los que trabajamos en la calle, son gajes del oficio, no hay que echarse para atrás y hay que estar con toda la actitud”.

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