Sin médicos ni trabajo y tortillas a 50 pesos, los efectos de la inseguridad en Aguililla
Foto: https://aguililla.gob.mx/

“En Aguililla hace 15 años que la situación de violencia está como hoy, solamente que ahora es más visible por las redes sociales”, señala Jorge Vázquez Valencia, una de las personas que en 2014 fundó las autodefensas en este municipio de Michoacán y quien no muestra optimismo en que las autoridades pueden retomar el control de la zona. “Mi suposición es que solo va a haber tranquilidad cuando haya un cártel hegemónico, uno que domine”.

Aguililla es una localidad con alrededor de 15,000 personas y en los últimos meses ha vivido en medio de un conflicto entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y otra agrupación denominada Cárteles Unidos. Los residentes de esta alcaldía han padecido homicidios, secuestros, bloqueos carreteros, desabasto de comida, dificultad para acceder a servicios de salud, cortes de agua y de luz.

El pasado lunes 5 de julio representantes del gobierno federal acudieron a Aguililla para dialogar con habitantes de la zona, quienes presentaron un pliego petitorio con dos principales demandas: el retiro de los bloqueos carreteros impuestos por grupos criminales y que las autoridades estatales y federales se desplieguen para garantizar la seguridad de los residentes.

Sin embargo, una semana después, esto no se ha cumplido. Según pobladores de Aguililla que La-Lista contactó vía telefónica y redes sociales, la carretera a Apatzingán sigue cerrada de manera intermitente por las bandas delictivas cuando el Ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal se ausentan del lugar.

El bloqueo carretero “nos afecta en cuestiones económicas porque al no haber paso, las empresas no trabajan, también en cuestiones médicas porque a donde nos trasladamos para recibir atención médica es al municipio de Apatzingán o directamente a Morelia”, dice una joven que pidió el anonimato.

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La obstrucción de las vías de comunicación hacia Apatzingán ha dificultado la vida de la gente de Aguililla que se encuentra apostada afuera de un cuartel del Ejército adscrito a la 43 zona militar. Los habitantes han tomado esta ruta para ejercer presión en las autoridades, también han destruido el helipuerto de las Fuerzas Armadas y se han registrado dos conatos de bronca entre los civiles y los uniformados.

Otra persona que aceptó hablar bajo anonimato para este trabajo agregó que los bloqueos carreteros han provocado que los costos de algunos insumos, como la carne y la verdura, suban de precio porque llegan en pocas cantidades. Jorge Vázquez, el fundador de las autodefensas, coincidió en alertar sobre el aumento en los precios de estos insumos por el mismo motivo y también por la interrupción del servicio de luz.

“Las personas que conozco y siguen viviendo en Aguililla me comentaban que en estos momentos un kilo de tortilla cuesta 50 pesos porque hay muy pocos insumos y con los cortes de electricidad las tortillerías no funcionan, entonces, se tienen que hacer a mano”, señala Vázquez. “La situación del pueblo es crítica porque es un pueblo que depende del exterior para sobrevivir”.

Y la seguridad en Aguililla tampoco mejora…

En relación con la situación que se vive en Aguililla, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en su política de “abrazos y no balazos“. El titular del Ejecutivo federal ha dicho que su estrategia para garantizar la seguridad del municipio apostará por convencer a los habitantes e incluso a los grupos delictivos que la violencia no es la solución.

Será la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, la encargada de implementar un plan integral para apaciguar esta zona de la Tierra Caliente de Michoacán que ha sido testigo de enfrentamientos entre la Familia Michoacana, Los Zetas, los Caballeros Templarios, Los Viagras, el CJNG, los Cárteles Unidos y otras bandas delictivas.

En la reunión del pasado 5 de julio con autoridades federales los residentes de Aguililla exigieron, como el segundo gran punto de su pliego petitorio, que se garanticen condiciones de seguridad para que puedan seguir con su vida, aunque esto tampoco se ha logrado en la última semana.

Los habitantes de esta localidad a quienes La-Lista pudo contactar explicaron que el robo y la extorsión son las principales actividades de los grupos criminales que afectan directamente a la población. “Estos miembros de Cárteles Unidos, por el simple hecho de ser del municipio de Aguililla, nos impiden el paso y nos roban cuando pasamos por su territorio”, advierte una joven.

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Mientras otro hombre que hace varios años abandonó Aguililla, pero se entera de lo que pasa en ese municipio porque varios de sus familiares permanecen ahí, señala que “a la gente de todo el municipio la tienen amenazada. Ahí no a llegado ni la Guardia Nacional ni la policía estatal. Yo tengo muchos años en Texas (Estados Unidos) y quería regresar, pero con todo eso no creo (que sea posible)”.

Michoacán fue el primer estado donde hace casi 15 años el expresidente Felipe Calderón desplegó a las Fuerzas Armadas para ejecutar su estrategia de combate al crimen organizado; sin embargo, ese movimiento terminó por empeorar la situación de violencia y de violaciones a derechos humanos en la entidad. En la década pasada la población civil también conformó grupos de autodefensa para defender a sus comunidades, pero algunos líderes de esos grupos terminaron por incorporarse a bandas delictivas.

“Si las autoridades no pudieron frenar el problema de la inseguridad cuando era incipiente, ahora que es un problema monstruoso es imposible que lo hagan”, critica Jorge Vázquez vía telefónica, quien sube de tono cuando se refiere a la política de programas sociales de López Obrador.

“Este tipo de políticas (de invertir en programas sociales) están diseñadas para dar resultados, si se hicieran bien, en unos 15 o 20 años”, cuestiona el exautodefensa. “Felipe Calderón quiso atajar el problema de forma directa con la guerra contra el narcotráfico y el resultado no fue nada bueno. Ahora quien quiera creer que la política de abrazos y no balazos va a funcionar es porque quiere hacerse tonto”.

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