Coinciden en que el Covid disparó su contador de seguidores y que un mismo motivo los llevó a analizar estadísticas sin tecnicismos en 230 caracteres o videos de 15 segundos: salvar vidas.
Foto: Martín Sánchez/Unsplash.com
Los científicos son hoy influencers; como en su momento lo fueron los economistas. La pandemia dio el momentum a epidemiólogos, virólogos, biólgoos, médicos y un sinfín de especialistas del campo de la salud para que desde las redes sociales, nos educaran en leer gráficos con curvas que nunca se aplanan, entendiéramos ratios de velocidad de contagios y aprendiéramos las partes de un virus. Su misión: combatir la desinformación, la ignorancia y alertar a las autoridades al mando de las medidas de salud pública.
“Explota tan rápido. Mientras hemos estado hablando, todo esto son notificaciones de la gente que sigo. Y no son todas, son de los últimos 15 minutos”, explica a La-Lista el epidemiólogo estadounidense Eric Feigl-Ding, mientras muestra la pantalla de su celular y con el dedo desliza hacia abajo los mensajes de Twitter.
Este miembro de la Federación de Científicos Americanos pasará al a historia por un tuit que el mismo bautizó como el tuit “Santa Madre de Dios”, del 20 de enero de 2020. Con él, se convirtió en el primero — o de los primeros — en alertar de la seriedad del nuevo coronavirus.
Durante diez años tuvo una cuenta en la red social de los 230 caracteres. En enero de 2020 tenía dos mil seguidores. Hoy dedica entre tres y seis horas al día a Twitter y cuenta con casi 417 mil que lo siguen, a quienes traduce la literatura científica que se va conociendo sobre el Sars-Cov-2. Su objetivo es que la gente se proteja sin esperar que las autoridades públicas adopten medidas de contención: actuar rápido.
Y lo hace con explicaciones tan didácticas como esta: “Hay países que siguen la perspectiva de ‘los hospitales aún no están llenos’, la cual, es estúpida. ¿Verdad que llevamos cinturón de seguridad [cuando manejamos] aunque haya camas libres en los hospitales?”, dice, con su afán de crear relaciones de confianza con los ciudadanos lego en ciencia.
El objetivo final es salvar vidas. Desde inicios de la pandemia proliferaron las listas en Twitter (una especie de carpetas donde se guardan las cuentas de personas que quieres seguir) con las cuentas de científicos fiables. Entre ellos incluso se recomiendan.
Cada uno extiende su campo de expertícia a la actividad comunicativa. Los hay de nicho, por ejemplo, que solo hablan de vacunas; otros, abarcan temas generales de la evolución de la pandemia.
En México, por ejemplo, el doctor Alejandro Macías aprovecha para compartir dudas que recibe en privado para responderlas en público. La doctora Ellie Murray, profesora de Epidemiología de la Universidad de Boston, realiza videos en TikTok para enseñar cómo se usa el cubrebocas y sus infográficos hechos a mano se han traducido a 40 lenguas.
En general, se dirigen a los ciudadanos de sus países, aunque las redes no tienen fronteras. Con eso se encontró el doctor Feigl-Ding. Poco se esperaba terminar siendo tema de debate en la conferencia de prensa de Hugo López-Gatell.
En México, se le recordará por un hilo que se podría bautizar el hilo “Holy Moly”, porque así iniciaba una serie de veinte tuits en el que analizaba el porcentaje de positivos en el país, la cantidad de pruebas PCR que se realizaban y el número de muertes.
“Estaba en desacuerdo; fue educado”, dice, sobre la respuesta del subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud. Sonríe y arquea las cejas aún con sorpresa, porque el video de la conferencia de prensa no le llegó hasta más tarde. “Desde ‘lo de México’, lo llamo así, la gente empezó a pedirme que hablara de Portugal, de España…”, asegura. Era 24 de junio. Hasta entonces, creía que su base de seguidores estaba solo en Estados Unidos.
La actividad pública de estos expertos ha ido de la mano de las críticas. En México, este sábado sale la edición en papel del libro de la microbióloga de la UNAM Laurie Ann Ximénez-Fyvie, “Un daño irreparable. La criminal gestión de la pandemia en México”, fruto de siete meses señalando pública y directamente lo que ella considera fallas en la gestión de la pandemia por parte el Gobierno de México. Una de las críticas que se le ha hecho es que su formación es en el campo de la odontología y microbiología.
Otra de las cruces que se han señalado del hecho de divulgar ciencia en redes sociales es la sobresimplificación, porque se intentan explicar fenómenos complejos en 230 caracteres. Y también los hay quienes han destacado la facilidad con la que se alerta al gobierno desde la tribuna de Twitter.
En Alemania, el virólogo Christian Drosten, el divulgador por excelencia del Covid-19 y asesor del gobierno de Angela Merkel, solo menciona las redes sociales en su lista de “nunca más” de la pandemia: “Cometí el error de pasar demasiado tiempo en Twitter; te vuelve loco”, reconocía en una entrevista con la revista Spiegel.
A diferencia de otros campos, en el de la pandemia hay casos en los que se puede identificar qué tanta influencia tienen estos influencers, más allá de lo que diga su número de seguidores.
“El gobernador de Maryland me mandó una carta, por ahí en junio, diciéndome que mi tuit [de enero] le alentó a reaccionar rápido”, explica el doctor Feigl-Ding. Solo por eso, valieron la pena insultos racistas y críticas de negacionistas que ha recibido por su actividad de divulgación científica de la pandemia. “Sabes si [en México] hubo algún cambio en las políticas después [de mi tuit]?”, pregunta, el mismo día que la prensa añadía un 3 delante de México en el ranking de países con más muertes por Covid.
Esta es una lista de expertos de diferentes países haciendo divulgación sobre la pandemia en Twitter. Son un fenómeno global, como la pandemia.
Además del doctor Macías, el rector del TecSalud también usa su cuenta de Twitter para explicar la pandemia.
Este catalán especializado en enfermedades infecciosas ha sido de las voces más críticas y directas en la gestión de la pandemia en España y Cataluña. En marzo llegó a pedir la dimisión del López-Gatell español, Fernando Simón.
Virólogo alemán, divulgador de la pandemia en ese país por excelencia. The Guardian lo nombró “la cara real de la crisis del coronavirus en el país”. Asesoró al gobierno de Angela Merkel y formó parte del consejo asesor del Covid en la Comisión Europea.
Este virólogo ya tenía dos millones de seguidores en su canal de divulgación científica de Youtube, Nerdología. Desde que explotó la pandemia en Brasil, se convirtió en un explicador del coronavirus en su país. Tiene un libro didáctico sobre el tema.
También tiene un libro sobre el Covid. Este virólogo italiano desde febrero que alertaba que el nuevo coronavirus era más serio que una gripe normal. Apoyó el encierro duro del gobierno italiano en la primera ola de contagios.
Epidemiologo por la Universidad de Harvard, además de analizar la pandemia en EU y México, también lo hizo sobre Suecia, por su apuesta por la inmunidad de rebaño. En enero, lo que le hizo sospechar de la seriedad del nuevo coronavirus fue que ni el gobierno chino tenía la situación bajo control.
Desde Londres, este epidemiólgo peruano iba informando de la situación en ese país antes de que llegara a Perú.
Fue el único latinoamericano que la revista Nature incluyó en su lista de 10 científicos destacados de 2020. Él dio soberanía médica al Uruguay para desarrollar pruebas PCR antes de que hubiera un solo caso diagnosticado. Hasta noviembre, el país no experimento una ola de contagios prominente.
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El autor de 'Los rituales del caos' nació el 4 de mayo de 1938.