4 años en reportar el robo de un libro de Galileo: ¿qué castigo le toca a una bibliotecaria?

La directora de la biblioteca nacional de España tuvo que comparecer ante el ministerio de cultura para rendir cuentas porque la biblioteca se tardó cuatro años en reportar el hurto de un libro del siglo XVII del astrónomo italiano Galileo Galilei.

De acuerdo a una investigación de El País, un equipo de restauración descubrió en 2014 que la edición de la biblioteca de Sidereus Nuncius, que se publicó en Venecia en 1610, fue robada y reemplazada por una copia.

“La copia nos pareció muy nueva como para ser de 1610”, dijo al diario Fuensanta Salvador, una de las restauradoras que participaba en el programa. “La impresión y el proceso de relieve siempre deja una marca, y no tenía ninguna, estaba muy limpio. Nos pareció extraño”.

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Sin embargo, Ana Santos, directora de la biblioteca, no reportó el hurto a la policía sino hasta 2018, y mientras tanto, la copia fabricada permaneció en el catálogo de la biblioteca como si fuera el original.

La desaparición se hizo pública sólo hasta que Nick Wilding, un investigador  británico de la Universidad de Georgia, se dio cuenta de que era una copia la que se encontraba en la exhibición de la biblioteca de 2018, Cosmos, y preguntó sobre el original.

En el catálogo de la exhibición el libro se describe como una copia y Santos dice que en ese momento esto no le pareció raro porque ella no sabía que la biblioteca tenía un original.

Santos se encargó de la biblioteca desde 2013 y dijo al diario El País que ella se enteró del hurto cuando WIlding la buscó en 2018 y que lo primero que quiso saber era “¿por qué nadie me había informado?”

“No me pueden hacer responsable de algo que yo no sabía”, dijo. “Es terrible que el personal técnico no me dijera nada en 2014”.

Su relación de hechos no coincide con la de Mar Hernández, quien era la responsable de restauración en la biblioteca durante esa época, pero que ya se retiró. Hernández insiste en que el tema se tocó con Santos durante una junta y que se enviaron varios emails entre 2014 y 2016 en donde pide que se informe a la directora de la situación.

Santos dice que nunca recibió el reporte y que cuando habló a la policía en 2018 envió un email al ministerio de cultura informando sobre el hurto.

José Guirao, entonces ministro de cultura, dijo a El País: “Como ministro no me informaron sobre el hurto ni sobre la investigación”.

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Una fuente de la librería que pidió no ser nombrada, dice que el hurto del libro de Galileo sólo es “la punta del iceberg”. La fuente aseguró que el libro fue sustituido desde 2007, cuando se robaron también dos mapas del siglo XV basados en los trabajos del astrónomo egipcio Ptolomeo.

César Ovidio Gómez Rivero, un español que vive en Argentina, confesó los robos en 2007 y era una de las pocas personas que había consultado el Sidereus Nuncius antes de que lo robaran.  Recuperaron los mapas en Sydney y en Nueva York, pero no hay rastro del libro de Galileo.

Hubo mucha indignación por la falta de seguridad en la biblioteca después de los robos de 2007, y su directora, Rosa Regàs, fue obligada a renunciar. El entonces ministro de cultura acusó a Regàs de no haberle informado del robo.

Sidereus Nuncius, está valuado en 800 mil euros, y está escrito en Latín y describe los últimos descubrimientos astronómicos de Galileo. En 1615 la Inquisición lo juzgó por herejía y lo obligaron a retirar su afirmación de que vivimos en un universo heliocéntrico.

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