Arañas vivas son retiradas de una instalación artística
Tras las quejas de usuarios, las arañas que formaban parte de la pieza Sí, quiero, de Joaquín Sánchez, fueron retiradas. Foto: Instagram / Joaquín Sánchez

Una polémica instalación artística, que incluía arañas vivas, fue blanco de críticas por parte de usuarios de redes sociales y público asistente, lo que obligó al Museo de Arte de Buenos Aires a retirar estos insectos de la pieza.

Mediante su cuenta de Instagram, las autoridades del museo hablaron sobre la decisión que tomaron con respecto a la obra Sí, quería, del autor paraguayo Joaquín Sánchez, el cual incorporó estos seres vivos a su propuesta.

“Ante los comentarios surgidos por la instalación Sí, quería del artista Joaquín Sánchez que forma parte de la exposición Aó. Episodios textiles de las artes visuales en el Paraguay, el museo decidió retirar las arañas que integran la instalación y reintegrarlas a su hábitat natural”, detalló.

A pesar de ello, las autoridades de dicho museo expusieron que en ningún momento las arañas corrieron algún peligro, que fueron alimentadas adecuadamente con moscas domésticas y se les proporcionó un espacio adecuado para elaborar sus telas, las cuales eran una parte simbólica de la instalación.

“Todo el proceso de la obra contó con el asesoramiento permanente de un biólogo especialista. Se eligió una especie singular de araña: la Trichonephila clavipes justamente porque, debido a su gran abundancia en temporada reproductiva, su inclusión en la muestra no representaba un impacto para el medio ambiente”, explicaron.

La instalación constaba de una caja de plexiglás, en cuyo interior había un vestido y un corazón bordado de encaje. A su alrededor, decenas de arañas llenarían con sus telas el espacio, haciéndolo una especie de obra viva, hecho que los defensores de los animales ven como una explotación de los insectos.

“A lo largo de la historia del arte, son muchos los artistas que han trabajado con especies vivas para reflexionar sobre la convivencia con la naturaleza. De hecho, las investigaciones pioneras en bioarte funcionaron precisamente como estrategias de visibilización de la necesidad de preservar la vida en el planeta”, argumenta el museo.

Hasta el momento el autor, quien dice que la obra se le ocurrió tras caer en un pozo cuando tenía solo cuatro años de edad, no se ha posicionado al respecto.

Síguenos en

Google News
Flipboard