La poeta Dolores Castro fue despedida con homenaje en el Palacio de Bellas Artes
Homenaje póstumo a la poeta Dolores Castro en el Palacio de Bellas Artes. Foto: Lorena Alcaraz Minor / Secretaría de Cultura

La poeta, maestra y humanista Dolores Castro Varela, fallecida el pasado 30 de marzo, fue despedida en un sentido homenaje en el Palacio de Bellas Artes.

Javier Peñalosa Castro, hijo de la escritora; las poetas Coral Bracho y Marianne Toussaint, la escritora y académica Gloria Vergara, el poeta y guionista Javier Peñalosa M, el poeta David Huerta y Lucina Jiménez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, fueron quienes presidieron el acto.

El acto comenzó con discursos en los que se recordó a la autora de El corazón transfigurado y la titular del INBAL dijo que de la autora se conservarán sus recuerdos como autora única, diferente y capaz de seguir el torrente de la vida hasta volar en libertad.

“Lolita seguiremos encontrando inspiración, la posibilidad de cerrar los ojos y percibir el vuelo de los pájaros. Recordaremos siempre su capacidad de crear belleza, donde otros ojos solo vieron destrucción“, agregó en su dedicatoria a Dolores Castro.

Javier Peñalosa Castro rememoró tanto la infancia de la poeta como la que vivió él y su familia; los paseos al mercado o cuando les compraban los zapatos. 

Consideró que las expectativas de la escritora no solo fueron tener un hijo, escribir un libro o plantar un árbol; tuvo siete hijos, escribió 14 obras y plantó 21 árboles y tuvo miles de alumnos.

Javier Peñalosa Mendoza recordó aspectos de la vida de la poeta, así como sus enseñanzas y lecciones de vida que le dejó.

“Nunca olvidaré y probablemente nunca me cansaré de repetir lo que alguna vez me dijo: ‘Javierito está la poesía que uno hace, la poesía que uno escribe y la poesía que uno es‘, y esa es la más importante, y sí, para mí la suya era una poesía de ser, una poesía de la sencillez, le acomodaron nuestras palabras con el mundo desde un lugar amoroso”, comentó.

Marianne Toussaint señaló que la Dolores Castro de era una persona que se convirtió en referente, casi mítico, de las letras mexicanas.

Estamos al final de una generación de mujeres y hombres también, pero en este caso hablaré de las mujeres, en donde fueron pioneras para tener un lugar, con una voz prudente y otras, pues más alzadas de tono, pero todas ellas nos abrieron las puertas, nos pusieron la silla y nos invitaron a sentarnos a las mujeres que queremos decir algo. Entonces, pues creo que tenemos Lolita para rato”, dijo.

Comentó que tuvo la fortuna de conocer a Dolores Castro y aprender de ella y recibir su guía amorosa, tras estas palabras compartió dos textos pequeños de la autora de Cantares de vela.

En este homenaje de despedida a Dolores Castro se dieron cita familiares, amigos y representantes de la UNAM, institución de la cual la escritora formó parte como docente fundadora de la antigua Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán (ENEP Acatlán). 

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