El director Stefan Soltesz murió en el escenario del Teatro de la Ópera de Munich

El director de orquesta austríaco Stefan Soltesz murió durante una actuación en Munich, señaló el Teatro de Ópera de la ciudad. El maestro, nacido en Hungría, llevó la batuta en los teatros de la Ópera de Viena, Graz, Hamburgo y Berlín durante su larga carrera.

“Con consternación y profunda tristeza, la Ópera Estatal de Baviera anuncia la muerte de Stefan Soltesz”, indica el comunicado publicado por la institución.

Soltesz murió “después de un colapso mientras dirigía The Silent Woman de Richard Strauss en el Teatro Nacional” en Munich, detalló. Tenía 73 años de edad. No se dispone por el momento de detalles sobre la causa de su muerte.

El director general de la Ópera Estatal de Baviera, Serge Dorny, tuiteó que estaba “profundamente entristecido” por el fallecimiento de Soltesz.

“Perdemos a un director talentoso y perdí a un buen amigo. Mis pensamientos están con su esposa Michaela”, destacó.

Soltesz se desempeñó como director musical del teatro estatal de Brunswick en el centro de Alemania de 1988 a 1993 y como director principal de la Ópera Flamenca en Amberes y Gante de 1992 a 1997.

“Fue muy inesperado que esto sucediera. Tuvo un comienzo muy enérgico, no tuvimos mucho tiempo para prepararnos. Estos festivales de ópera son siempre tan rápidos que te encuentras a lo mucho para dos ensayos, pero luego esa producción se lleva al escenario con mucho talento. 

“El señor Soltesz era, por supuesto, el padrino. Nos conocimos en los ensayos, con todos sus dichos y su humor y también su rigor y sus habilidades”, recordó el actor Daniel Behle, quien formaba parte del elenco cuya música era dirigida por Soltesz.

Behle señaló que no hubo indicios que le permitieran pensar que el director de orquesta, quien debutó en la Ópera Estatal de Baviera en 1995, se encontraba en un mal estado de salud.

“Antes de la actuación vino a mi camerino y hablamos de la gala que tuvimos juntos en Dortmund, donde dirigió Hopfen und Malz, así que no noté nada en absoluto. Simplemente dije: ‘Maestro, estoy deseando que llegue la actuación’, y luego empezamos a hacer el primer acto.

“Todo fue maravilloso en el escenario. Lo noté muy relajado y sonriente en la zanja. Y luego viene el gran final, donde el barbero dice ‘¿Estás listo?’ y todos gritan ‘¡Sí!’ y saltan a la rampa delantera. Y dos minutos antes del final, simplemente se cayó hacia la derecha, frente a los violines. Entonces ya no lo vi más. Mis colegas dijeron que había disminuido un poco la velocidad, pero hasta el momento del infarto, estaba en su elemento”, concluyó Behle.

Con información de AFP