Qatar embellece sus calles y espacios públicos con arte
Esculturas de importantes artistas, como Yayoi Kusama, Jeff Koons o Richard Serra, son instaladas en Doha previo al Mundial de Qatar.
Esculturas de importantes artistas, como Yayoi Kusama, Jeff Koons o Richard Serra, son instaladas en Doha previo al Mundial de Qatar.
Obras de Yayoi Kusama, Jeff Koon o Richard Serra en plena vía pública: esa es una de las apuestas de Doha de cara a la celebración de la próxima Copa del Mundo de Qatar, que se celebrará a partir del 11 de noviembre.
Desde una enorme rosa hasta 11 esculturas en bronce, firmadas por Damien Hirst y las cuales detallan la gestación y crecimiento de una persona, se han instalado en espacios públicos qataríes.
“Queremos inspirar al talento local y establecer una conexión orgánica entre el arte y la comunidad local”, señaló Al Mayassa bint Hamad bin Khalifa Al Thani, presidenta de Qatar Museums.
Un total de 40 piezas de reconocidos artistas qataríes y del resto del mundo forman parte de esta galería, la cual se instaló en escenarios como el aeropuerto internacional de Doha, las más importantes avenidas de la ciudad y las afueras de un hospital.
El viaje artístico propuesto por Qatar inicia en el propio aeropuerto Hamad, donde se pueden apreciar las piezas Lamp bear, de Urs Fischer; Cosmos, de Jean-Michel Othonell o Untitled, del artista italiano Rudolf Stengel.
Una variación de la icónica Maman de Louise Bourgeois está expuesta en el Centro de Convenciones de Qatar, en tanto que la pieza 7, de Richard Serra, se encuentra instalada en el parque que se encuentra frente al Museo de Arte Islámico. En este mismo espacio se podrán ver las instalaciones My soul blooms forever, Flower that speaks all about my heart y Dancing pumpkin, de Yayoi Kusama.
“A diferencia del arte que se exhibe en espacios museísticos, que es temporal y está al interior, el arte en espacios públicos crea un enlace más accesible con el arte, donde es llevado al público en lugar de que las personas tengan una búsqueda activa en una galería o un museo.
“Aún más, el arte exhibido públicamente tiene su propia permanencia debido a que los artistas consideran la fabricación, la longevidad de los materiales y el impacto que causarán en el público”, detalló Sarah Foryame Lawler, asistente curatorial de la entidad.
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