‘Vale la pena reinventar la historia para atender el presente’: Guillermo Arriaga

La Inglaterra de 1781 es el escenario donde Guillermo Arriaga encontró su nueva historia, los pasos de un joven aristócrata que se enfrentó a los problemas que la humanidad tiene en la contemporaneidad.

El ganador del premio Alfaguara 2020 publicó Extrañas, una novela escrita solo con palabras que existieron antes de 1790, pues su intención fue que los lectores se sintieran dentro de una historia del Siglo XVIII.

El también guionista dijo en entrevista para La-Lista que su intención con este título fue la creación de una historia que hablara sobre la empatía y el constante cuestionamiento del ser humano sobre sí mismo y sus decisiones.

“El tema fundamental de Extrañas es el periplo de un joven aristócrata que a partir de seres diferentes se da cuenta que necesita comprometerse en una dirección distinta a la que le asignó su familia como primogénito. Eso lo sumerge en el estudio de la medicina y la ciencia que obviamente lo confronta en algunos momentos con la iglesia”, dijo el autor.

El pasado rodea el libro, desde su escritura hasta su tema porque con ello buscó la exploración de temas como la empatía, la búsqueda y cómo piensan los genios a partir de puntos de vistas diferentes.

“Son temas que son contemporáneos porque no han sido resueltos. El tema de cómo te vinculas con el que es diferente a ti no es un tema que haya sido superado. Vale la pena reinventar la historia para que pongamos el ojo en lo que no terminamos de resolver“, agregó.

El libro narra la historia de William Burton, integrante de la aristocracia inglesa que se revela ante su familia tras una serie de decisiones que toma, mismas que lo pondrán en el centro de las diferencias de la ciencia, la medicina y la religión.

Guillermo Arriaga aseguró que desconoce el momento y cómo surgió la idea de este personaje, pues solo lo vio crecer mientras escribía. “Así lo fui conociendo y fui descubriendo las aristas de su personalidad conforme avanzaba la historia“, dijo.

La creación de Extrañas surgió a partir de una visión mientras iba en la carretera. Aseguró que la idea se le ocurrió como si fuera un relámpago. “Obviamente no la tenía clara antes de escribir, sino conforme mientras la escribía. La novela salió de corrido una vez que la empecé”, relató.

Su principal intención fue que la gente sintiera que lee una novela del siglo XVIII. Para ello el novelista usó todas las herramientas lingüísticas a su alcance: eliminó casi todos los signos de puntuación, cuenta con pausas marcadas por comas en vez de puntos y sobre todo el uso de palabras antiguas.

Para Extrañas el escritor hizo uso de diccionarios antiguos para corroborar si las palabras se usaron o no en aquellos tiempos. La comprobación fue lo que le llevó más trabajo y dificultad.

“Toda obra implica una dificultad, así estés hablando en el lenguaje más común. Disfruté mucho el poder sumergirme en esta estructura y esta forma de narración, así como siguiendo reglas que me impuse, como que no hubiera un solo qué, por qué o aunque, ni adverbios que terminen en ‘-mente’. Todo fue para darle un sentido de esa época”, comentó.