Sabemos más de la vida de los influencers que de nuestros hermanos: Sue Zurita

Contemplativa y evocadora de las imágenes del pasado es como Sue Zurita nos lleva de la mano a través de sus letras a un mundo que pareciera del ayer, una realidad lejos de las pantallas y más próxima a la naturaleza, sus misterios, inocencias, aventuras y resiliencias.

Aquellos días es, en palabras de la autora de El viaje de los colibríes, se trata del libro que siempre quiso escribir en torno a temas como la infancia, la amistad y el amor.

La escritora nos presenta en la historia de Abigail, una niña que acaba de perder a su padre y junto a su madre se ve obligada a dejar Piedras Negras, Coahuila, rumbo a Tabasco. Allí conocerá a Justina, una chica con quien descubrirá los secretos del mundo.

Sue Zurita comentó que en entrevista para La-Lista que en Aquellos días buscó abordar la forma en que vivió su infancia refugiándose en su imaginación, por lo que a través de la ficción quería abordar la forma en la que siempre hay una esperanza.

El motivo por el que la autora situó su historia en la década de los 80 fue debido a la necesidad de que sus personajes pudieran compartir sus experiencias a partir del diálogo entre los miembros de familia. Para alimentar la imaginación, la novelista destacó la importancia de la lectura, pero también de platicar con otras personas.

“La conversación con otra persona es increíble porque a veces no nos damos cuenta que hablamos con pura gente que no conocemos y sabemos más de la vida de los influencers que de la de nuestros hermanos“, comentó la escritora.

Sue Zurita consideró que en la vida es fundamental conocerte a ti mismo, por lo que conocer las raíces de nuestras vidas nos permiten a trazar nuestro camino sin atenernos exclusivamente a las plataformas digitales.

“La tecnología es una gran herramienta, ¿pero cuántas veces nos hemos sentado a hablar con la gente que nos importa? ¿Cuándo fue la última vez que fuimos al parque a jugar al aire libre? Hoy los niños ya no tienen la misma infancia que nosotros, pero también hay que hacer conciencia. Me toca trabajar con jóvenes y me sorprende cuando me cuentan que pasan horas en TikTok”, comentó.

“Vamos a desconectarnos un poco y por eso en el libro hablo de esta parte de reencontrarnos con la naturaleza”, añadió la escritora, quien nos lleva a la hacienda chocolatera Tunkuluchú, un paisaje que fue recreado a partir de su propia experiencia al conocer una hacienda chocolatera.

La escritora revisitó todas las haciendas a las que fue de niña para la construcción de la hacienda chocolatera Tunkuluchú, además que habló con los trabajadores, lo cual enriqueció su historia gracias a la voz de cada una de las personas.

“(Me sorprendió) La pasión que tienen por su labor, por su trabajo, por su tierra, por su oficio a pesar de todas las cosas que hay en contra. El cacao en México cada vez va más en declive y tú vas a una tienda departamental y no lo encuentras. Es una reflexión del consumo local”, dijo.

La portada de Mariana Vega nos presenta a Abigail y Justina después de hacer una travesura y a bordo de sus bicicletas, una imagen que le recuerda a la autora sus días en Tabasco y Chiapas, pero sobre todo los colores, el atardecer y la magia del pasado.