La pintura de 1767 que muestra la infidelidad en la corte de Francia

Una de las obras maestras del movimiento rococó fue hecha en 1767 por Jean Honoré Fragonard. Lo que más impacta de esta pintura más allá de su estética, es la narración de una infidelidad en la corte de la Francia del siglo XVIII.

El Columpio, que actualmente forma parte de la Wallace Collection de Londres, se trató de una comisión que le encargó del barón Louis-Guillaume Baillet de Saint-Julien para retratar a su amante.

Según el sitio My Modern Met, el noble nunca ocultó sus intenciones y fue por eso que pidió incluso que la mujer fuera empujada por un obispo, aunque hay quienes sugieren que en realidad es el marido de la joven.

La pintura de Fragonard cuenta con varios simbolismos que hablan acerca de la infidelidad de esta mujer en la Francia de hace tres siglos, siendo el más visible la zapatilla que vuela en el aire y el amante tendido en el suelo para ver sus piernas.

Sin embargo otros objetos que destacan dentro de la escena es una escultura de Cupido que sabe qué es lo que está pasando, pero a la vez pide guardar silencio ante el secreto de los amantes.

Otro elemento que destaca en el cuadro es un pequeño perro que ladra en dirección a la joven. Los caninos usualmente se relacionan con la fidelidad, pero al estar ladrando lo que busca es lanzar una advertencia sobre lo que está pasando, pero que a la vez nadie ve.

La pintura de Fragonard sobre la infidelidad del barón Louis-Guillaume Baillet de Saint-Julien fue hecha bajo el reinado en Francia de Luis XV, el segundo más largo de la historia del reino.

Esto último destaca ya que fue una época en la que la nación tuvo importantes contribuciones a la cultura y las artes, dejando de lado las preocupaciones políticas, que a su vez planteó el camino rumbo a la Revolución Francesa.

El rey también estuvo involucrado en escándalos de amoríos, primero fue el caso de Madame de Pompadour y al final Madame du Barry, esta última condenada a la guillotina.