Leonardo López Luján reveló daños en Templo Mayor por el sismo
En el Templo Mayor antiguas grietas se reabrieron debido al sismo de 7.1 grados que hace unas noches se sintió en el centro de México.
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Templo Mayor, 27 de abril. Foto: Mario Guzmán/EFE
El arqueólogo Leonardo López Luján dio a conocer que el Templo Mayor presentó daños por el sismo de 7.1 grados que se registró hace unas noches con epicentro en Acapulco.
El líder del Proyecto de Templo Mayor aseguró que en una inspección minuciosa del equipo de conservación en la Zona Arqueológica, la cual todavía tiene un techo caído desde abril pasado, encontraron unos daños por el temblor.
Desprendimientos de aplanados de estuco, nuevas grietas en la plataforma, en la esquina noroeste, en el muro de la plataforma norte y en la esquina noreste del Edificio B fueron algunos de los daños observados.
Templo Mayor, reporte del sismo del 7-9-2021.
Ayer, el equipo de conservación del Proyecto Templo Mayor-INAH hizo una minuciosa inspección de la Zona Arqueológica para registrar daños ocasionados por el temblor: a) Desprendimientos de los aplanados de estuco, principalmente de pic.twitter.com/37Y5xOllZ5— Leonardo López Luján (@LeoLopezLujan) September 9, 2021
Otra de las afectaciones que hubo en Templo Mayor es que antiguas grietas se abrieron de nuevo por doquier, aunque Leonardo López Luján destacó que ninguna pintura mural ni escultura adosada tuvo afectaciones.
“Agradezco el reporte de Adriana Sanromán, Érika Robles, Antonio Marín, Roberto Ruiz y Óscar Ruiz del Proyecto Templo Mayor-INAH”, añadió.
Templo Mayor es uno de los puntos más importantes para la investigación prehispánica en México.
Los hallazgos en torno a este centro ceremonial datan desde 1790, cuando se encontraron los vestigios de la Coatlicue, una escultura monumental que representaba una de las deidades mexica, y de la Piedra del Sol, conocida popularmente como el Calendario Azteca.
Las excavaciones en este lugar datan de 1913, cuando el antropólogo y arqueólogo Manuel Gamio comenzó sus excavaciones en la esquina de Seminario y Santa Teresa (Guatemala), tras la demolición de un predio que ocupaba el lugar.
Fue así como en mayo de 1914 se logró confirmar la ubicación del centro ceremonial mexica (cultura también conocida como azteca), comenzando así toda una serie de investigaciones que posteriormente han encabezado los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján.