Tokio 2020. Alexa Moreno acaricia la medalla en la final de salto de caballo: queda en cuarto lugar
Alexa Moreno, de México, quedó a un suspiro del podio. Foto: AFP

La mexicana Alexa Moreno realizó un papel espectacular en la final de salto de caballo de Tokio 2020, con el que ya hizo historia para México, pero que no le alcanzó para una medalla: quedó en el cuarto lugar.

La gimnasta brasileña Rebeca Andrade quedó con el oro con 15.083 puntos, por delante de la estadounidense Mykayla Skinner, 14.916, y de la surcoreana Yeo Seojeong, 14.733. Alexa Moreno, tercera en este aparato en los Mundiales de 2018, quedó en cuarto lugar, a un suspiro del podio, con 14.716 puntos.

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La gismnasta mexicana terminó por delante de las rusas Angelina Melnikova que logró 14.683 puntos y Lilia Akhaimova con 14.666 puntos.

Alexa Moreno, entrenada por el español Alfredo Hueto, hizo un Rudi (mortal adelante con un giro y medio) que le proporcionó 14.766 puntos en su primer salto.

Pese a no ganar medalla, la bajacaliforniana logró hacer historia en México, pues ya superó el séptimo sitio de Denisse López, en la final de salto de caballo durante Sidney 2000.

“Firma la mejor actuación de un gimnasta mexicana en Juegos Olimpicos”, celebró la Comisión Nacional del Deporte (Conade) en un tuit.

Su equipo no tuvo espacio para la tristeza y también celebró el cuarto lugar de Alexa Moreno en Tokio 2020.

“Ya eres la más grande de la historia, ya abriste caminos! Eres grande Alexa! Estamos orgullosos de ti!”, resaltó en las redes oficiales de la popular gimnasta.

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Andrade sucede como campeona de salto a la estadounidense Simone Biles, oro en Río y dominadora absoluta de este ejercicio desde el año 2013, y que no compite en Tokio por problemas de salud mental.

La situación de Biles, que hoy estaba de nuevo en la grada del gimnasio Ariake, afecta también a su equipo: su compañera Jade Carey a duras penas pudo completar la carrera en su primer salto y sobrepasó el potro sin más. Hubo unos segundos en que también pareció a punto de abandonar. Logró hacer el segundo y comenzó a llorar. La tristeza entre las estadounidenses es patente.

Con información de EFE

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