JP Morgan se equivocó sobre los aficionados con la Superliga Europea

JP Morgan Chase dijo que cometieron un error de juicio con su decisión para financiar el intento fallido de algunos equipos de fútbol para separarse y crear la European Super League, tras las reacciones masivas de aficionados y políticos.

El banco estadounidense estaba preparado para financiar un paquete de 3.25 mil millones de euros en fondos para el plan, que hubiera visto a 15 equipos europeos, incluyendo a los seis más grandes de Inglaterra, recibir lugares permanentes en la competencia anual.

Un portavoz de JP Morgan dijo: “Claramente juzgamos erróneamente cómo este acuerdo iba a ser percibido por la comunidad del fútbol en general, y cómo podría afectarles en el futuro. Aprenderemos de esto”.

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El plan fue anunciado el domingo por la noche, pero para el jueves ya había colapsado, porque varios clubes renunciaron gracias a las críticas. Los jefes de gobierno europeos dijeron que intentarían detener el plan, incluyendo a Boris Johnson del Reino Unido, Emmanuel Macron de Francia, y Mario Draghi de Italia.

Los 15 clubes eran AC Milan, Internazionale Milan y Juventus de Italia, Atlético de Madrid, Barcelona y Real Madrid de España, y Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester CIty, Manchester United y Tottenham Hotspur de Inglaterra.

Los proponentes de la ESL argumentaron que era una mejora para el fútbol porque creaba un ciclo más regular de partidos entre los grandes equipos, con grandes pagos que llegarían hasta los equipos no involucrados. Una persona con conocimiento de los planes de la liga dijo que el acuerdo incluía financiamiento para proyectos deportivos comunitarios y de base. JP Morgan no tenía control de las estrategias de la liga.

No obstante, el involucramiento del banco de inversiones motivó a una agencia de evaluación de sostenibilidad a reconsiderar su evaluación del desempeño ético de JP Morgan.

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La escala de las reacciones contra la liga tomó al banco por sorpresa. JP Morgan, junto con Citigroup y HSBC, es considerado por los reguladores como un banco de importancia clave para la economía global. Al final de 2020, sus activos tenían un valor estimado en 3.4 billones de dólares en sus balances.