NFL podría permitir que sus jugadores compitan en los Juegos Olímpicos de 2028 en flag football

La próxima semana podría marcar un momento histórico tanto para la NFL como para el movimiento olímpico. Los dueños de los equipos votarán una resolución que permitiría a jugadores con contrato activo participar en el flag football durante los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, una disciplina que se estrenará en la justa veraniega.

Según un memorando enviado esta semana por la liga y hecho público el jueves, la propuesta busca aprovechar el crecimiento del flag football para expandir la proyección internacional de la NFL y atraer nuevos públicos a este deporte de contacto reducido. Con el respaldo del comisionado Roger Goodell y figuras clave como Jerry Jones, dueño de los Dallas Cowboys, la medida se perfila como un parteaguas en la forma en que las ligas profesionales interactúan con el movimiento olímpico.

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¿Qué significa esta propuesta para la NFL y sus jugadores?

La resolución que votarán los dueños de la NFL contempla una estructura detallada que permitiría la participación de jugadores profesionales en los Juegos Olímpicos de 2028, con una serie de medidas para proteger tanto a los equipos como a los atletas.

Entre los puntos clave del documento destacan:

• Permitir que cualquier jugador con contrato en la NFL pueda presentarse a las pruebas para integrar su selección nacional.
• Limitar a un jugador por equipo en cada selección participante, para evitar que las franquicias queden desequilibradas durante la temporada.
• Autorizar a los jugadores internacionales designados a representar a sus países de origen.
• Establecer pólizas de seguro para cubrir posibles lesiones durante actividades olímpicas autorizadas.
• Ofrecer créditos al tope salarial para compensar a los equipos si un jugador resulta lesionado.
• Garantizar que las condiciones médicas y los campos cumplan con estándares mínimos similares a los de la NFL.

El cronograma también fue cuidadosamente calculado. Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles se celebrarán del 14 al 30 de julio de 2028, coincidiendo con la temporada baja de la NFL. En el peor escenario, los atletas convocados al flag football podrían perderse el arranque de los campamentos de entrenamiento, lo cual parece un sacrificio menor ante la visibilidad global que implicaría formar parte de una justa olímpica.

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¿Por qué la NFL ve una oportunidad estratégica en los Juegos Olímpicos?

Más allá del aspecto deportivo, la decisión de abrir la puerta olímpica responde a una estrategia de expansión global por parte de la NFL. En palabras del propio memorando, esta medida busca “impulsar el crecimiento del flag football” y al mismo tiempo “promover varios intereses de la liga”, incluyendo el incremento del número de aficionados, la proyección internacional del fútbol americano y mayores oportunidades de interacción con socios comerciales.

El flag football, una variante más ligera y ágil del fútbol americano tradicional, ha ganado terreno entre jóvenes y comunidades deportivas fuera de Estados Unidos gracias a su menor nivel de contacto y su fácil implementación en escuelas, clubes y eventos internacionales.

Al permitir que sus estrellas participen en un evento de alta visibilidad como los Juegos Olímpicos, la NFL busca democratizar el acceso al deporte y sembrar interés en países donde el fútbol americano aún no es predominante. Se trata de una apuesta a largo plazo: cuanto más atractivo se vuelva el deporte, más probable será que surjan talentos internacionales y nuevas audiencias.

¿Qué desafíos podrían surgir si se aprueba la resolución?

Aunque la mayoría de los directivos parecen estar a favor de esta propuesta, aún quedan algunos puntos delicados por resolver. El principal será la negociación con la Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA), cuyo visto bueno es indispensable para que se oficialice la participación olímpica. Será fundamental definir claramente los términos de participación, el tipo de seguros, las garantías médicas y el impacto contractual que esto podría tener.

Además, está el tema de la logística: ¿quién decidirá qué jugador representa a su país si hay más de un interesado por equipo? ¿Cómo se conformarán los equipos nacionales en países sin una liga consolidada de flag football? Y, quizás lo más importante, ¿qué pasará si un jugador estrella se lesiona en plena justa olímpica?

Otro desafío importante es la percepción pública. Si bien la participación olímpica puede fortalecer la imagen de la NFL como promotora del deporte global, también podría generar críticas si se considera que la liga antepone el espectáculo a la integridad física de sus jugadores. Sin embargo, con pólizas de seguro robustas y protocolos médicos adecuados, estos temores podrían mitigarse.

La votación en Eagan, Minnesota, programada para el próximo martes y miércoles, será decisiva. De aprobarse, no solo cambiará la forma en que se percibe el flag football a nivel mundial, sino que también abrirá un nuevo capítulo en la colaboración entre las ligas profesionales y el Comité Olímpico Internacional. La pregunta ya no es si el fútbol americano puede ser olímpico, sino quién llevará el balón a la gloria en Los Ángeles 2028.

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