Había dos operaciones de inteligencia que estaban dando seguimiento a los normalistas de Ayotzinapa desde dos días antes del 26 de septiembre.
Foto: Alexa Herrera / La-Lista
Los estudiantes que iban en los autobuses de Iguala, la noche del 26 de septiembre de 2014 estaban infiltrados, había agentes de inteligencia que probablemente estaban informando lo que estaba ocurriendo, dio a conocer Claudia Paz y Paz, integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Paz y Paz calificó de “contrainsurgente” el espionaje que se cometió contra los normalistas, el cual comenzó desde dos días antes de su desaparición.
A pesar de tener conocimiento de los actos violentos que llevaron a la desaparición de los Normalistas, ni autoridades de Guerrero ni federales actuaron para proteger a los estudiantes, señaló Claudia Paz y Paz.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) acusó este lunes que el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto incurrió en diversas simulaciones al investigar la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En conferencia de prensa, el grupo de expertos aseveró que autoridades federales y de Guerrero sabían lo que estaba ocurriendo la noche en la que los normalistas desaparecieron, porque tenían una vigilancia de ellos minuto a minuto gracias a personas que estaban infiltrados entre ellos.
Claudia Paz y Paz dio a conocer que hubo dos operaciones de inteligencia que estaban en funcionamiento los días 26 y 27 (de septiembre) cuando ocurrió la desaparición.
“Hay una orden expresa de dar seguimiento dos días antes del 26 de septiembre a los estudiantes”, dijo Paz y Paz en la presentación desde la Secretaría de Gobernación.
De acuerdo con el GIEI, las actividades de espionaje en contra de los normalistas, previo y durante su investigación, se habría dado desde el 27 Batallón de Infantería de Iguala.
Según los expertos, serían hasta dos personas las que se infiltraron al grupo de estudiantes y desde ahí el Ejército monitoreaba sus movimientos.
Sobre Batallón 27 de Infantería pesan acusaciones de que sus elementos pudieron haber participado en la desaparición de los normalistas, pero hasta ahora no se ha hecho público que haya una sentencia condenatoria contra militares.
Ángela Buitrago cuestionó que el espionaje permanente en contra de los normalistas incluso data desde el 2010 y puso sobre la mesa de que esta actividad también se aplique a otras Escuelas Normales Rurales.
En su discurso, Buitrago, señaló que hubo una simulación de declaraciones, las autoridades ocultaron y cambiaron información para hacer creer que no conocían sobre el paradero de los estudiantes ni sobre la detención ni desaparición, ni sobre la situación de violencia en Guerrero.
Por primera vez, después de siete años, el GIEI dijo que no hay señales de que los 43 normalistas puedan ser hallados con vida.
No hemos tenido indicaciones de vida de los 43 estudiantes“, dijo el experto integrante del GIEI, Francisco Cox. “Cada investigación da cuenta de fosas y no de lugares en vida”.
El experto independiente llamó a no revictimizar a las familias tratando de dar información que pueda darles otras señales.
El GIEI acusó que ha habido un ocultamiento de la información desde un inicio de los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
“La Sedena debe entregarle a la unidad especializada toda la información certificada para que pueda ser usada en la judicialización”, dijo Cox.
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