El cúmulo de negligencias que habría causado la muerte de Abner en el Colegio Williams
8 de noviembre. Familiares del niño Abner, quien murió ahogado el lunes 7 de noviembre en una alberca del colegio Williams. Foto: Alexis Ortiz / La-Lista.

Un conjunto de irregularidades del Colegio Williams pudo haber provocado la muerte de Abner, un niño de 6 años, que hace solo unos meses había iniciado su primer grado de primaria. La distracción de los supervisores de la clase de natación, la ausencia de una ambulancia en la escuela y la falta de coordinación con personal médico especializado son algunos de los factores de su muerte, acusan los familiares del pequeño.

Juan Leonardo, padre de Abner, llevó a su hijo a la escuela a las 07:30 horas el pasado lunes 7 de noviembre. Poco después, alrededor de las 10:00 horas, recibió una noticia confusa: un trabajador de la escuela le llamó para informarle que su hijo había tenido un “incidente” en la alberca, pero sin decirle que el pequeño había fallecido.

El Colegio Williams atribuyó el fallecimiento de Abner a un padecimiento en el corazón que tenía desde recién nacido, pero la familia rechazó esta versión al señalar que en realidad se había ahogado en una alberca del campus San Jerónimo de esta institución educativa.

Juan Camilo Williams, director de la escuela, dijo a la prensa ayer 8 de noviembre que Abner “se desvaneció” en la alberca. Pero Lorena Álvarez, tía del menor, publicó en sus redes sociales casi al mismo tiempo un peritaje del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México donde se indica que la causa de muerte fue “asfixia por sumersión”.

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Foto: Twitter / @Lorealmon.

La familia también descartó que el pequeño haya muerto por un problema del corazón porque desde que nació tenía un médico de cabecera del Instituto Nacional de Cardiología y no estaba siendo medicado. El especialista, quien ya había dado su visto bueno para que Abner tomara clases de natación, estuvo al tanto de lo ocurrido. Incluso tuvo una videollamada para intentar ayudar a las autoridades de la escuela a reanimar a Abner.

“El cardiólogo pudo ver cómo estaba maniobrando y le dijo a la mamá de Abner que el niño había ingerido líquido, que él no veía que fuera consecuencia de su afección al corazón, sino que el niño había tomado líquido”, dice Lorena en entrevista con La-Lista.

Abner era un pequeño de seis años a quien le gustaba jugar futbol y realizar mucha actividad física. Por eso sus seres queridos creen que la versión del ataque a su corazón que difundió el colegio no tiene sustento científico. 

La familia de Abner convocó a una manifestación el 8 de noviembre para acusar de negligencia al Colegio Williams. De nuevo hoy 9 de noviembre a las 7:00 horas se realizará una protesta en las inmediaciones de esa escuela.

El caso ya está en manos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México que ha empezado una investigación por el delito de homicidio culposo por otras causas para deslindar responsabilidades.

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Protesta de padres y madres de familia al exterior del Colegio Williams, en San Jerónimo. Foto: Alexis Ortiz/La-Lista.

Una cadena de irregularidades

La familia de Abner ha podido reconstruir el fallecimiento del menor por declaraciones de los niños y las niñas que lo acompañaban en la alberca. Una de las exigencias de las personas cercanas al pequeño es que el Colegio Williams entregue las videograbaciones de la alberca para ver cómo ocurrieron los hechos y así despejar dudas.

Por ahora lo que se tiene son varias versiones. Según Lorena Álvarez, los compañeros de Abner dijeron que otro menor le arrebató una tabla de natación mientras estaba en el agua y esa posiblemente fue la causa por la que se fue al fondo de la alberca. El director refutó esa versión y dijo que el estudiante fue quien soltó su tabla.

Cuando una compañera de Abner vio que se estaba ahogando, se zambulló e intentó sacarlo, pero no lo aguantó. Fue entonces cuando empezó a pedir ayuda y una mujer adulta saltó a la alberca con todo y ropa para sacar al pequeño.

Ya fuera de la alberca, otra mujer, quien dicen que era maestra de español, fue quien brindó los primeros auxilios a Abner sin tener éxito. La familia del pequeño estima que esto habría ocurrido alrededor de las 9:00 horas.

El propio director del Colegio Williams, encarado por los familiares de Abner, reconoció que tiene ocho profesores para vigilar a los estudiantes mientras están en la alberca, pero al momento del suceso no había nadie para auxiliarlo.

Al no poder reanimar a Abner, personal de la escuela se puso en contacto con su papá y se hizo la videollamada con su cardiólogo, pero eso tampoco fue de mucha ayuda. Fue alrededor de las 9:30 horas cuando la escuela se puso en contacto con el padre del pequeño.

La falta de una ambulancia en la sede San Jerónimo del Colegio Williams impidió que el menor fuera transportado de inmediato a un centro médico. La familia de Abner pidió a las autoridades educativas que lo llevaran al Instituto Nacional de Cardiología con su médico de cabecera, pero en lugar de eso lo llevaron al Hospital Materno-Infantil Magdalena Contreras porque estaba más cerca, a unos cinco minutos de distancia.

“El personal de la escuela le dijo a mi hermano que lo iban a trasladar al Instituto Nacional de Cardiología porque así lo pidió mi hermano, el cardiólogo ya lo estaba esperando, pero no lo llevaron ahí, lo trasladaron al Hospital Materno-Infantil Magdalena Contreras y se tardaron casi una hora por esperar una ambulancia”, señala la tía de Abner.

Aunque estaba muy cerca, Lorena Álvarez cuestiona que la escuela se tardó casi una hora en llevar al pequeño a ese centro médico.

La escuela dijo que Abner había llegado con signos vitales al hospital, pero la familia asegura que esto no es así. Lorena Álvarez dice que las autoridades educativas tardaron casi una hora en llevarlo al Hospital Materno-Infantil y cuando los doctores lo recibieron ya había fallecido.

Hasta la tarde de ayer, la familia todavía no tenía acceso a las grabaciones de la alberca para resolver sus dudas. “Queremos que el colegio muestre los videos y que proporcione los datos de las personas que estaban a cargo de los niños”, dice Lorena.

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