Hacinamiento y abandono en el único albergue para migrantes de la CDMX
El albergue instalado en el Bosque de Tláhuac se encuentra rebasado por la fata de servicios suficientes para atender a la población migrante. Foto: Alejandro Arturo Villa / La-Lista

El único albergue para personas en contexto de movilidad que habilitó en el bosque de Tláhuac el gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Claudia Sheinbaum, se encuentra rebasado por solicitantes de permisos para su tránsito legal en México.

El albergue tiene una capacidad máxima de mil personas; sin embargo, han llegado más de tres mil a este punto, según informaron trabajadores de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social de la CDMX (Sibiso). En la zona conocida como “La Marquesita” se ha instalado un campamento de personas en tránsito originarias de distintos lugares de origen, principalmente de Haití y Venezuela.

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La Marquesita es como se conoce a una zona del Bosque de Tláhuac donde se ha instalado un albergue alterno al que creó el Gobierno de la CDMX, ante la falta de capacidad. Foto: Alejandro Arturo Villa / La-Lista

Sin sanitarios suficientes, sin acceso al agua y con la restricción de acceso a alimentos crudos para que las personas migrantes puedan preparar su comida en el lugar, las personas tienen que esperar hasta 15 días para que el gobierno federal les entregue su permiso para transitar por el país y poder llegar a la frontera norte.

Las familias con niños recién nacidos y mujeres embarazadas tienen que hacer sus necesidades a la intemperie ante la falta de infraestructura por parte de las autoridades que los han canalizado hasta esta zona. Aquí deben de acarrear agua potable dentro del mismo Bosque para poder bañarse o limpiar a las niñas y niños, que aprovechan el bosque para jugar.

Mientras tanto, los adultos hacen fila ante los módulos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y del Instituto Nacional de Migración (INM) para obtener un permiso de tránsito y así poder llegar a ciudades en el norte como Monterrey, Ciudad Juárez o Tijuana, a alguna de las puertas de ingreso a Estados Unidos.

Este 11 de mayo la política que ordenaba la expulsión inmediata de personas que solicitaran asilo a los Estados Unidos al cruzar la frontera, conocida como Título 42, terminó; pero se ha esparcido la idea de que las personas migrantes podrán entrar libremente a ese país, por lo que ha habido una mayor movilización de personas provenientes de Centro, Sudamérica y otros lugares del mundo que atraviesan México para llegar a EU.

El 30 de marzo, el Gobierno de la Ciudad de México habilitó un albergue en el Bosque de Tláhuac, en el sur de la capital, una zona con pocas vías y acceso, lejos de donde se encuentran las oficinas de Comar y el INM, por lo que instalaron módulos de estas dependencias para poder realizar los trámites ahí mismo.

Entre basura y casas de campaña improvisadas con lonas de candidatos a puestos políticos, las y los migrantes esperan su documentación para seguir su camino al norte. Durante un recorrido hecho por La-Lista se pudo observar como bañaban a la intemperie a niños de escasos 6 años, ante la falta de un lugar adecuado para su aseo personal.

De acuerdo con información proporcionada por Sibiso, en el albergue hay actualmente 807 personas, de las cuales 114 son menores de edad y 515 son de origen haitiano; el resto son venezolanos, chilenos, brasileños y centroamericanos.

Fuera del perímetro del albergue, la población que se encuentra acampando en La Marquesita, dentro del Bosque de Tláhuac, no está contabilizada de manera oficial, pero el personal calcula que hay unas 3 mil personas. Es una comunidad que se ha adaptado al espacio y que ha procurado tener lo mínimo para sobrevivir. Tanto mujeres como hombres se ven de ida y vuelta cargando galones de agua en envases de plástico.

Algunas personas se aglutinan en kisocos del bosque para dormir ante la falta de casas de campaña, ya que no pueden irse de ahí hasta que el gobierno federal les otorgue el permiso para el libre tránsito por el territorio nacional y no ser deportados a sus países de origen.

Mientras tanto, los comerciantes de la zona hacen su “agosto”, vendiendo artículos de primera necesidad como agua, papel, pañales y toallas sanitarias para solventar las necesidades de los migrantes. Otros alquilan sus conexiones eléctricas en 10 pesos la hora para que las personas en contexto de movilidad carguen sus teléfonos celulares.

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La recarga de celulares se cobra a 10 pesos por hora en el Bosque de Tláhuac. Foto: Alejandro Arturo Villa / La- Lista

Migrantes, entrevistados por La-Lista contaron que llevan poco más de una semana de espera para obtener su documentación y continuar con su camino a Estados Unidos. Su plan es llegar a una ciudad fronteriza y ahí esperar su cita para la ingresar a territorio norteamericano en espera de una visa humanitaria.

Dyana, de origen haitiano, viajó desde Chile hasta México, atravesó la selva colombiana y llegó hasta Centroamérica. Estuvo un mes en Tapachula, Chipas; de ahí llegó hasta Ciudad de México para poder continuar con su caminito hasta la unión americana donde ya se encuentran sus hijos y su esposo.

“Un amigo que nos acompañaba fue asesinado en la selva y otras mujeres fueron violadas e incluso ahora están desparecidas. El camino ha sido muy difícil, pero lo que me motiva es estar con mi familia”, contó Dayana, de origen haitiano. a La-Lista.

Otro migrante, de origen venezolano, viaja con su familia de seis personas. Aseguró que han pagado más de 5 mil dólares para llegar hasta la Ciudad de México y ahora se encuentran varados en Tláhuac en espera de que les resuelvan su situación migratoria en el país para poder continuar su camino al norte del continente.

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El albergue instalado en el Bosque de Tláhuac se encuentra rebasado por la fata de servicios suficientes para atender a la población migrante. Foto: Alejandro Arturo Villa / La-Lista

Cada día salen entre cinco y tres camiones del Bosque de Tláhuac con destino a la terminal de autobuses del norte, para que de ahí se dirijan a alguna ciudad de la frontera norte de México. El transporte es proporcionado por la Secretaría de Gobernación y cada autobús tiene una capacidad de 40 personas sentadas.

Afuera del albergue habilitado por el gobierno capitalino hay taxis y moto taxis que hacen doble fila para llevar como pasajeros a los migrantes ya sea a la estación del metro Nopalera o a las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, en Polanco, a más de 15 km de ahí, ante la lentitud del trámite de representantes de Comar en Tláhuac, con la esperanza de acelerar su proceso.

El gobierno de México ha tratado de convencer a las personas migrantes de que hagan una solicitud de visa humanitaria al gobierno de EU a través de la aplicación por internet CBP One y que esperen en sus países de origen, para evitar ser víctima de delitos en su travesía hacia la unión americana.

Las ciudades en el norte del país se encuentran también con miles de migrantes en espera de poder entrar a Estados Unidos, mientras una nueva caravana avanza desde la frontera sur.

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