Las personas no binarias y su lucha legal para obtener sus documentos oficiales

Ari Muñoz es una persona no binaria. Desde que era adolescente, elle estaba interesade en cambiar su género, pero esperó a ser mayor de edad para empezar con el trámite. Hoy tiene 20 años, finalmente logró obtener su acta de nacimiento tras dos años de trámite. 

“Ha sido bastante complicado, empecé con el acta de nacimiento y tuve que acceder a ese documento a través de un juicio de amparo”, cuenta le estudiante de Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien sacrificó algunas de sus clases para seguir el proceso. “Es algo que cuesta mucho trabajo en cuestiones económicas y de tiempo porque hay que estar yendo a las instituciones y estar pendiente de todo”.

Elle es parte de la comunidad no binaria, un sector de la población que en México ha tenido que emprender una lucha legal para obtener documentos básicos. En el país solo se han emitido 24 actas de nacimiento con género no binario, según cifras de los registros civiles que La-Lista obtuvo mediante solicitudes de información. Este número dista mucho de las 8 mil 567 actas que han recibido las personas que hicieron su cambio de masculino a femenino o viceversa.

La Ciudad de México, con 13 documentos emitidos, es donde las personas no binarias han obtenido más actas de nacimiento. Los otros estados que han facilitado estos papeles son Aguascalientes, Baja California, Coahuila, Guanajuato, Hidalgo, Querétaro y Quintana Roo.

Las personas no binarias no se identifican con los géneros masculino y femenino. La gran mayoría de los sistemas informáticos de las instituciones públicas y privadas no reconocen otra identidad fuera de esa dicotomía. Esto provoca que a elles se les niegue el acceso a derechos tan básicos como tener un acta de nacimiento o una Clave Única de Registro de Población (CURP).

También enfrentan obstáculos con las empresas privadas. En los bancos, por ejemplo, no pueden tramitar una tarjeta de crédito porque los sistemas de estas instituciones solamente reconocen lo masculino o lo femenino. Incluso cuando quieren solicitar becas académicas, las personas no binarias se topan con que las universidades aún no contemplan este género.

“La comunidad no binaria tiene el problema de acceso a los documentos por el desconocimiento del tema, a pesar de que históricamente siempre ha habido personas no binarias”, señala JJ Fernando Herrera, persona trans y no binaria. “Eso hace que se dificulte un montón de cosas o que no te tomen en serio, burlas, discriminación, hasta pone en riesgo tu vida en muchos sentidos”.

Las instituciones avanzan poco a poco en el tema. El Instituto Nacional Electoral (INE), por ejemplo, aprobó el pasado mes de febrero un protocolo para que las personas no binarias puedan solicitar su cambio de género en su credencial de electore, sin necesidad de que presenten un acta de nacimiento.

Siete meses después de la aprobación del protocolo, el INE ha recibido 178 solicitudes para hacer un cambio a no binario. Esto contrasta con las 21 mil peticiones que el instituto ha recibido para hacer cambios de género masculino a femenino desde 2015.

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Personas no binarias y la discriminación detrás de la falta de documentos

Las personas no binarias, que forman parte de la comunidad LGBT+, son víctimas de discriminación en México. Una encuesta del Inegi señala que sólo menos del 50% de la población mexicana percibe que se respetan los derechos humanos de quienes forman parte de este sector de la población.

Esta discriminación, señala JJ Fernando Herrera, también está ligada a la falta de documentos oficiales. En una ocasión elle acudió a un hospital público en Ecatepec, Estado de México, donde personal administrativo le habló con pronombres femeninos y el nombre que tenía antes de hacer su transición de género.

“Aquí eso no nos importa, nosotros te vamos a decir como dicen tus documentos”, recuerda JJ Fernando que le dijo un trabajador del hospital cuando acudió al lugar para agendar una cita médica. La incomodidad le invadió. 

Y después del acta…

Tener un acta de nacimiento abre la puerta para que toda persona pueda tramitar otros documentos. Las credenciales de elector o los cambios de género en instituciones educativas son otro reto que la comunidad no binaria enfrenta.

Ari Muñoz, le estudiante de Sociología de la UAM, es une de las dos personas no binarias que han logrado el reconocimiento de su identidad de género en instituciones educativas. Luego de su batalla legal para obtener su acta de nacimiento, la universidad se tardó dos semanas en hacer los cambios en sus sistemas informáticos.

“Lo que yo quería era el cambio social, no que mi título salga con mi nombre o con el género, pero quería que en el pase de lista los profesores y las profesoras en las aulas me puedan nombrar como yo me identifico”, dice Ari.

A pesar de que la UAM hizo su cambio de género con agilidad, Ari ha enfrentando actos de discriminación dentro de esa universidad. “Sí me ha llegado a pasar que maestros dicen: ‘yo aquí veo machos y hembras y así es como lo voy a tratar’. Eso sí es un reto más porque además de preocuparte por las calificaciones o la tarea, te preocupas porque te nombren y que no te vayan a malgenerizar”, narra.

Abogados se suman a la causa

JJ Fernando Herrera tiene 36 años. Elle también tardó dos años en obtener su acta de nacimiento y, luego de eso, solicitó su cambio de género en la credencial de elector y en su CURP.

“Los documentos que tengo hasta ahora son el acta de nacimiento, el CURP y el INE. Sí han sido procesos bastante tediosos, por ser una persona no binaria todo ha tenido que ser a través de juicios, amparos y pues eso lleva tiempo”, describe. 

Especialistas en Derecho se han sumado a la lucha legal que la comunidad no binaria ha emprendido para acceder a sus documentos oficiales. El equipo de Isla Chávez, directora de la Clínica de Litigio del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), ha representado legalmente 10 casos y ha asesorado otros 30 desde 2021.

“Al inicio fue un proceso bastante tardado, porque en 2021 no había ningún antecedente público de trámites de reconocimiento de identidad de género no binarias”, cuenta Chávez. “Primero con un acta de nacimiento en el registro civil nos tardó alrededor de un año el poder completar este trámite”. 

Esa primera ocasión, el registro civil se negó a emitir el acta de nacimiento porque no había una tercera categoría de género para reconocer a las personas no binarias. Fue ahí que empezaron a tramitar amparos, entre los que se encontraban los de JJ Fernando y Ari Muñoz.

Para una persona no binaria es más complicado acceder a un documento, en comparación con una persona trans, porque se trata de una identidad que sale de los dos géneros tradicionales: el masculino y el femenino, explica Chávez. A esto se suma el desconocimiento que las autoridades tienen sobre este tema.

“El principal obstáculo es por una profunda falta de conocimiento y de sensibilización hacia las identidades de género que no son binarias”, agrega la especialista. “Muchos servidores públicos tienen una visión bastante restringida en torno a las orientaciones sexuales y las identidades de género disidentes”.

Ernesto Barajas, coordinador de Litigio Estratégico de la organización Amicus DH, es otro abogado que se ha sumado a la lucha de la comunidad trans y no binaria para acceder a sus documentos.

El especialista, quien trabaja el tema de la diversidad en el estado de Guanajuato, ha conocido casos de personas que tienen dificultades para seguir con sus proyectos de vida por no tener acceso a un pasaporte con su nombre e identidad de género.

“En general, mucha gente nos ha dicho: ‘voy a perder la oportunidad de hacer este viaje que tenía planeado, voy a perder la oportunidad de tomar esta beca que me está ofreciendo esta escuela (en el extranjero)’”, menciona Barajas. 

La necesidad de que los congresos locales legislen y reconozcan a las identidades no binarias para garantizar sus derechos es evidente. “No son cosas triviales, la discriminación que ejercen los servidores públicos en los trámites impide que tengamos acceso a derechos o que se trunquen nuestros proyectos de vida”, critica el abogado. 

La comunidad no binaria luchará por el reconocimiento de su identidad y de sus derechos. JJ Fernando relata que, luego de tener su acta de nacimiento, logró contactar a abogados y abogadas que estaban interesados en ayudar a las personas no binarias y trans a conseguir sus documentos personales. Se comunicó con ellos a través de una página de Facebook que administraba sobre la comunidad LGBT+. Luego, la Clínica de Litigio del ITAM capacitó a todos y todas para hacer esta labor de forma gratuita.

JJ Fernando sigue buscando a más abogados, abogadas y abogades que se quieran sumar a esta lucha legal que elle emprendió en 2021. “Esto es de manera gratuita y apartidista”, dice.

Ari Muñoz también está en esa lucha. Elle, como JJ Fernando, ha participado en reuniones con diputados del Congreso de la Ciudad de México para que se garanticen los derechos de la comunidad no binaria en la capital del país. 

“Viendo hacia el futuro y estos retos que vamos a seguir enfrentando, el más importante y lo que deberíamos estar librando es la legislación. Si no tenemos este tipo de iniciativas que traigan el reconocimiento legal de las personas no binaries, vamos a seguir luchando por acceder a este derecho humano que es la identidad”, dice Ari.

Con información de Neldy San Martín.