La carga del impuesto rosa en México
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El impuesto rosa no es un tema impositivo fiscal, es el nombre que se le ha dado al aumento arbitrario de precio que tienen los productos dirigidos a mujeres y niñas, aún cuando la funcionalidad y costo de producción son los mismos que los de los productos dirigidos a hombres.

Fue bautizado en Estados Unidos como “pink tax” ya que los productos a los que se refiere, a menudo son color rosa, lo que indica que están destinados al sector femenino de la población.

La vena central del debate es que este aumento en los precios de productos o servicios, se debe exclusivamente a su mercado objetivo.

En 2019 la Procuraduría Federal del Consumidor reunió los precios de diversos productos con versiones para hombre y mujer, con el objetivo de encontrar las diferencias que existen en México, en materia del impuesto rosa.

Ente los productos que examinaron, y las diferencias de precio en cuanto al género de su mercado objetivo, se encontró lo siguiente:

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A simple vista parecerían cantidades menores, pero cuando se suma producto por producto al gasto corriente de una persona o familia, la diferencia entre lo que gastan las mujeres y lo que gastan los hombres, se vuelve mucho más evidente.

Esta no es una situación que se dé solo en México, el pink tax es un fenómeno global que se observa en servicios y productos de diversas industrias, como juguetes, artículos de higiene y cuidado personal, ropa y artículos de moda, servicios (ej. corte de pelo) y ¡hasta seguros!

Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, en cuestión de servicios y productos financieros, los seguros son más caros para las mujeres. Un seguro de gastos médicos individual con cobertura básica, ambos para una persona de 30 años, con el mismo deducible y la misma suma asegurada, en la misma institución, la prima neta anual para él es de $11,392 pesos y para ella de $14,320 pesos.

Aunque no se puede señalar un aumento o tasa general o reglamentaria, definitivamente no se puede negar su existencia. Y dado que no hay regulaciones o nada similar en material legal al respecto. La solución como consumidores es la misma que a muchos otros temas de consumo masivo: el consumo consciente. Al tomar decisiones mejor premeditadas e informadas, podemos evitar caer en trampas de marketing, como puede ser el simple color de un objeto.

Tres consejos para evitar caer en la estafa del pink tax:

  • · Consume marcas y productos de género neutral.
  • · Compara precios y características de las versiones hombre/mujer del producto. ¿Realmente hay una diferencia?
  • · No compres un producto sólo por el color, o por el diseño de su empaque.

Programa Quién es Quién en los Precios (QQP) (2019) Procuraduría Federal del Consumidor

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