‘Seremos la generación que pasó por una pandemia’: Jorge Drexler
Foto: EFE

Jorge Drexler habla desde un cuarto lleno de instrumento musicales. Su voz es franca y su discurso gira en torno a la estrecha relación que tiene con las letras y la música, un vínculo tan cercano que se refleja en sus canciones conmovedoras, profundas y filosóficas que cimbran el pensamiento.

El músico uruguayo se desmarca de cualquier calificativo que lo ubique dentro de un oficio o una profesión. Pareciera que cualquier descripción formal a su trabajo le quitaría la libertad, pero tiene claro que el idioma y su musicalización tienen una interacción inexplicable y perpetua.

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“A veces siento que no logró diferenciar entre lo que es texto y es música. La canción es un género de géneros combianos pero a la vez de género propio que no sé explicar bien”, expresa Drexler en su participación en Hay Festival de Cartagena de Indias. Y define su ‘estrategia’ como compositor:

“Para un autor, si tiene problemas con la letra, siempre recomiendo mirar la música y viceversa, porque existe una interacción profunda que no se explica fácilmente. La canción es una sola, no tiene dos partes y está formada por una relación antiquísima entre la palabra y el sonido”, reseña.

Drexler clama, pese a las creencias hacia su persona, que “no soy un literato, porque yo estudié medicina. Tan solo soy y lector apasionado”. Lo que sí acepta es que se entusiasma con un tema y “comienzo a leer de manera compulsiva”. Esto le sucede porque quiere entender de literatura y de la identidad.

El artista uruguayo asegura, pese a la certeza de sus canciones para despertar emociones en quienes la escuchan, que “yo no soy un poeta, ni siquiera un músico. La canción es un género compuesto, híbrido, que no es literatura, ni música”.

¿Cuál es la inspiración de Drexler para tener temas como Milonga del moro judío, La trama y el desenlace, Asilo y Al otro lado del río? Responde que suelen ser lugares comunes entre los músicos hablar de todo aquéllo que tiene un impacto sobre sus creaciones. Entonces, se sincera: “Lo que uno quisiera que le influyera musicalmente no termina por influirle. Muchas veces hablamos de nuestras influencias cuando realmente tan sólo son el relato de nuestros deseos en voz alta. Quizás terminas con influencias de cosas como canciones que escuchaste de niño rumbo al colegio”.

“De niño, cuando estudiaba piano clásico y entendí que se podía cantar y tocar el piano, la primera canción que canté fue ‘Un millón de amigos’ de Roberto Carlos. Esos acordes han quedado como un sello en mi raíz emocional y vuelvo siempre a ellos”, afirma.

La evolución de Drexler como músico la deja clara. Al principio “prioricé la música antes que el texto, no que fuera más importante, es que me salía primero. Los primeros cuatro o cinco discos nunca escribí la letra antes que la música. Llegué al punto de buscar un letrista que me ahorrara ese trámite, porque nadie me explicó que era tan difícil escribir letras, lo sigue siendo difícil para mí”.

Después, Drexler invirtió el orden de sus creaciones. “En el álbum ‘Eco’ fue la primera vez que escribí canciones partiendo del texto, y una de ellas era una canción que se llamaba ‘Guitarra y voz’, con un ejercicio de métrica abierta más relacionada con el rap. Al mismo tiempo, en el mismo disco, está la canción ‘Milonga de un moro judío’, escrita de manera contraria“, resalta.

Vino la pandemia. Todo mundo tuvo que modificar sus rutinas, lo que hacía en su trabajo, tiempo libre, etcétera. El uruguayo no escapó a esas circunstancias que llevaron al planeta a vivir confinamientos para evitar la expansión -aún malograda- del Covid-19.

El músico ganador del premio Oscar a Mejor canción original de 2005, también resintió los efectos que ha dejado el coronavirus. “Me ha resultado diferente escribir en pandemia, no tiene mucho qué ver con lo que antes escribía. Es la sensación fuerte de que tengo muchas cosas que contar, porque esta es una situación que está marcando a toda la Humanidad casi como ninguna otra cosa, porque seremos la generación que pasó por una pandemia.

“Tenemos muchas ganas de relatar esta experiencia tan traumática y de repente no queremos ni siquiera escuchar hablar de ello”, concluye.

Momentos después, Jorge Drexler toma su guitarra y canta Milonga del moro judío.

Sobre el Nobel a Dylan

¿Bob Dylan merecía el Premio Nobel de Literatura por sus canciones? Para Jorge Drexler no es una cuestión de merecimientos o no, sino de que las canciones son difíciles de encasillar en una categoría. Cree que son distintas

“La canción es un género compuesto, híbrido, que no es literatura, ni música. No digo que Bob Dylan no se merezca el Premio Nobel de Literatura, por que lo que el hace es poesía, pero la canción tiene otros códigos, en las canciones es difícil determinar qué es qué”, evalúa el artista uruguayo.

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