Dos niños y una grabadora: La película <i>Los lobos</i> buscará el Goya para México
Imagen de "Los lobos" cedida por Samuel Kishi. EFE

Dos niños, una ventana, una ciudad nueva y una “mamá grabadora”. Esos son los elementos que utilizó el mexicano Samuel Kishi para construir una historia diferente sobre la migración en Los lobos, que este sábado tratará de conseguir el Goya a mejor película iberoamericana.

“Salió de una necesidad muy personal, quería hacerle una carta de amor a mi mamá“, explicó el director en una entrevista por videollamada desde Ciudad de México, otra de las paradas para presentar una película que fue premiada en la Berlinale de 2020.

La cinta es una historia “semiautobiografica”. Su hermano, su madre y él también emigraron desde México a Estados Unidos, como les pasa a Lucía, Max y Leo en la ficción, interpretados por Martha Reyes y los hermanos Maximiliano y Leonardo Nájar, salidos de un cásting de más de mil niños.

“También llevamos muy pocas cosas y entre nuestras cosas teníamos una grabadora de casete. Mi mamá ahí grababa cuentos, historias, las reglas de la casa…”. Y en el pequeño apartamento que alquiló los dejó encerrados para evitar riesgos, así que decidió usar la grabadora para que les hiciera compañía, como pasó en Los lobos.

Los dos hermanos empezaron a construir un universo imaginario, a partir de su “mamá grabadora” mientras esperaban el regreso de su “mamá de carne y hueso”.

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Esta anécdota de su llegada a Santa Ana, en California, le sirvió para empezar a ahondar no en el camino de los migrantes, un tema mil veces tratado en el cine, si no en esa primera etapa en un nuevo país.

“Curiosamente el viaje era solo una pequeña parte de la historia que es en la que normalmente se centran las historias de migración, pero empecé a plantearme qué pasaba cuando ya llegabas, cuando se suponía que estabas en la tierra prometida, si esto era Disney o no era Disney”, señaló el realizador.

Recordó con nitidez la sensación de sentirse como un fantasma, porque los migrantes están “siempre navegando y caminando sobre las sombras del sistema”, lo que genera una “soledad impresionante”.

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Samuel Kishi regresó a Santa Ana para investigar y hablar con los migrantes de hoy. Les preguntó si se sentían americanos, mexicanos, guatemaltecos…y muchos aseguran sentirse “santaneros”.

Los Lobos es el segundo largometraje del director tras Somos Mari Pepa (2013). Aseguró que como cineasta le interesan los temas sociales. “Aunque yo dirija una comedia romántica siempre le voy a poner un toque social importante, me interesa el cine de género, pero para construir estos caballos de troya para hablar de cosas que nos están pasando en el mundo que son dolorosas y también bellas, que necesitamos hablar de estas cosas”.

Con esta historia tan personal, Kishi recorrió muchos festivales, lo que le permitió una mayor visibilidad de la película, aunque no se obsesionó con los premios y reconocimientos. “Si no, me causaría muchísima angustia porque la siguiente película tendría que escribir Ciudadano Kane“, dijo entre risas.

Con información de EFE

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