La masacre de Texas: curiosidades sobre la película de los 70 que revolucionó el cine de terror

La película de La masacre de Texas se estrenó en el verano de 1974 y es, para muchos, el mejor trabajo del director estadounidense Tobe Hooper, pues prácticamente desde su estreno se ganó la etiqueta de ‘película de culto’ y sigue siendo considerada como una de las mejores de su género de todos los tiempos, por lo que repasamos algunas de las curiosidades que hay detrás.

La película cuenta la historia de cinco jóvenes durante un viaje por una carretera de Texas con rumbo a un cementerio, después de haber escuchado que la tumba del abuelo de uno de ellos había sido profanada. Una vez que se aseguran de que todo está en orden, emprenden el viaje de vuelta a casa, pero se topan con una familia de asesinos caníbales que no tiene intención de dejarlos libres.

Antes de iniciar su camino como director, Tobe Hooper trabajó como profesor en la Universidad de Texas en Austin y fue testigo de la desgracia de la matanza perpetrada por Charles Whitman, quien acabó con la vida de 17 personas, por lo que busco aprovechar su experiencia en la dirección de largometrajes para la realización de este proyecto.

Fue así que decidió incursionar en la industria cinematográfica profesional junto a su colega Kim Henkel, a quien conoció por un amigo en común, en el género de terror, en el cual creían que tendrían el éxito para el despegue de su carrera cinematográfica.

Es así que se pusieron manos a la obra, con los problemas de aislamiento social como uno de los temas centrales de la película, basándose en la vida de Ed Gein, un asesino psicópata y profanador de tumbas de Wisconsin que dio mucho de qué hablar.

Previo a la producción de la misma, Hooper y Henkel realizaron una complicada campaña de financiación para obtener el dinero necesario para que se llevara a cabo. Con el objetivo de abaratar el costo total, el rodaje de la película se realizó en tan solo un mes, con jornadas de 14 horas con intérpretes locales desconocidos en aquel momento y sin experiencia previa en el cine.

Incluso el propio Hooper se encargó de las labores de maquillaje, iluminación y montaje. La película consiguió ganancias estimadas en los 30 millones de dólares, mismo que en su mayoría recayeron en manos de los inversionistas que habían comprado altos porcentajes sobre las futuras ganancias, por lo que las 20 personas involucradas en el filme, ya sea en la grabación o el elenco como tal, percibieron una suma de 8 mil dólares a repartir entre todos ellos.

De igual manera, una de las curiosidades más recordadas de la película de La masacre de Texas tiene que ver con la creación de un personaje tan mítico como Leatherface, siendo el islandés Gunnar Hansen el encargado de dicho papel, para el que tuvo libertad creativa y le añadió su toque personal.

El plan que se siguió con Gunnar fue que tuviera el mínimo contacto posible con el resto de sus colegas, para que las escenas mostraran un miedo más auténtico cuando se tuvieran que encontrar con el psicópata.

Por si fuera poco, las extensas jornadas de trabajo se realizaron en condiciones extremas, en medio de una peligrosa ola de calor que empeoraba las condiciones debido al olor desagradable que se desprendía de la casa a causa de la decoración que se utilizó a base de huesos de animales en descomposición y comida podrida, provocando vómitos y desmayos.