Demanda contra Madonna por pornografía sin previo aviso en un concierto
La demanda a Madonna por pornografía también alega retraso en el inicio del concierto y que la cantante se negó a permitir que se utilizara el aire acondicionado.
Madonna fue demandada por un asistente a un concierto de su gira mundial Celebration, que alega que Madonna produjo “pornografía sin previo aviso” y que él se vio “obligado a ver a mujeres topless en el escenario, simulando actos sexuales”.
En la demanda por pornografía contra Madonna, presentada el miércoles en Los Ángeles y vista por The Guardian, el demandante, Justen Lipeles, formula una serie de acusaciones en relación con el concierto del 7 de marzo en el recinto Kia Forum de la ciudad. La promotora del concierto, Live Nation, figura junto a Madonna como demandada.
Lipeles compró cuatro entradas de 500 dólares (8 mil 490 pesos) cada una, en las que se indicaba que el concierto comenzaría a las 20:30 horas. La demanda de Lipeles se queja de que en realidad el concierto empezó a las 22:00 horas: “Los demandados no avisaron al demandante de que el concierto empezaría más tarde”.
La demanda continúa: “La temperatura en el interior del Kia Forum era incómodamente alta, como exigía Madonna, que se negó a permitir que se encendiera el aire acondicionado”. Lipeles estaba como se esperaba “sudando profusamente y se puso físicamente mal como resultado del calor”. Cuando los fans se quejaron del calor, Madonna les dijo sin razón que se quitaran la ropa.
“Además, durante la mayor parte de la actuación fue evidente para el demandante que Madonna estaba haciendo playback”.
“Durante la actuación, el demandante se vio obligado a ver en el escenario a mujeres en topless simulando actos sexuales. El demandante se sintió como si estuviera viendo una película pornográfica”.
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Lipeles presenta una demanda por incumplimiento de contrato, tergiversación negligente, competencia desleal, publicidad engañosa y angustia emocional.
En cuanto a esto último, la demanda afirma que las acciones de Madonna fueron “intencionadas, extremas e indignantes”, y que “tales acciones se realizaron con la intención de causar una grave angustia emocional o con una negligente indiferencia ante la probabilidad de causar... una grave angustia emocional”.
Lipeles reclama una indemnización por daños y perjuicios, además de los costos judiciales y el reembolso de las entradas del concierto.
Madonna y Live Nation no se han pronunciado sobre la demanda. The Guardian se ha puesto en contacto con representantes de cada una de ellas.
El caso tiene similitudes con otra demanda anterior durante la gira Celebration.
En enero, los neoyorquinos Michael Fellows y Jonathan Hadden demandaron a Madonna por comenzar tarde, pero no por supuesta pornografía, su concierto del 13 de diciembre en el Barclays Center de Brooklyn. Después de que Madonna comenzara el concierto a las 22:30 horas, la pareja dijo que los “dejaron tirados” tras salir a la 1 de la madrugada, y que el retraso interfirió con el día siguiente, en el que “tuvieron que madrugar para ir a trabajar”.
Una declaración de Madonna y Live Nation dijo que “defenderían este caso vigorosamente”, diciendo que el retraso se debió a un problema técnico.
Madonna se enfrentó previamente a demandas en 2019 y 2020 quejándose de su impuntualidad durante la gira Madame X, ambas desestimadas.
A pesar del descontento de Lipeles, Fellows y Hadden, la gira Celebration ha sido bien recibida por la crítica y el público, y Alexis Petridis, de The Guardian, escribió en una reseña de cuatro estrellas que sus “puntos fuertes parecen muy sólidos”.
Tras 80 fechas y 225 millones de dólares (3 mil 820 millones 455 mil pesos) recaudados en entradas, la gira concluyó con un concierto gratuito en la playa de Copacabana de Río de Janeiro para unos 1.6 millones de personas.
