“Hay que refundar el principio de igualdad y no discriminación”: Ingrid Villena, constituyente de Chile
Ingrid Villena. foto: Cortesía

El domingo 17 de mayo, los chilenos eligieron a los 155 representantes que se encargaran de redactar la primera Constitución de su democracia. El 67% de los elegidos son independientes, tienen 45 años de edad en promedio, hay 77 mujeres y 17 miembros de los pueblos indígenas. 

De los partidos y coaliciones que se presentaron, destacó La Lista del Pueblo, una organización de ciudadanos salidos del descontento social que llevó a los chilenos al estallido social de octubre de 2019. Sacaron 27 constituyentes. 

Si los independientes fueron los grandes triunfadores del domingo, la gran derrotada fue la derecha, organizada en la coalición Vamos por Chile. Todo un mensaje de rechazo no solo a la gestión del presidente Sebastián Piñera, sino a la ideología conservadora y a la política de partidos.

La-Lista habló con Ingrid Villena, una de las constituyentes electas de La Lista del Pueblo. La abogada de 30 años llega a la Convención Constituyente cargada con una agenda que garantice los derechos de las mujeres, de los niños, niñas y adolescentes de Chile, aunque, asegura, está abierta a escuchar todas propuestas para redactar la primera constitución salida del pueblo.  

¿Cómo se presenta Ingrid Villena después del 17 de mayo de 2021?

Ingrid Villena es una abogada de la clase trabajadora, con padres que se esforzaron para darle estudios. Se dedica a la defensa de mujeres víctimas de violencia intrafamiliar y niños, niñas y adolescentes víctimas de abusos en sus derechos. Y, desde el 17 de mayo, soy constituyente para redactar la Constitución de Chile.

¿Qué rol tuvo en las protestas?

Desde el 18 de octubre de 2019 me encontraba en Santiago (de Chile) muy enojada con el país desde hacía tiempo. Fue una sensación generalizada, como si nos hubiéramos puesto de acuerdo. Había subido el boleto del metro y la gente estaba endeudada, y me incluyo. 

¿Endeudada con qué?

Acá lo llamamos ‘la bicicleta’. Empiezas a pedir préstamos en varias tarjetas y vas haciendo pagos mínimos con otras tarjetas para que no te embarguen. Cuando subieron el pasaje de metro en octubre de 2019 ya no teníamos plata de dónde sacar. Ese día explotó Santiago, explotó Chile, aburridos de esas desigualdades. 

¿Por qué se presentó para la Convención Constituyente?

Cuando el 25 de octubre de 2020 gana el apruebo en el plebiscito (para redactar una nueva Constitución), fui a la plaza de la Dignidad a celebrarlo. En un fuego artificial, lo miré y pensé: debo estar en esa Constitución para que no se la vuelven a robar los anteriores políticos, para que no gane el sector conservador y para llevar los intereses de mi comunidad.

El domingo hubo una participación del 43%, ¿cree que les legitima para redactar una nueva Constitución?

Me da pena que más gente no haya ido a votar. Acá nos quitaron educación cívica en la secundaria. Entonces, el chileno en general no entiende que votar es el acto más hermoso que pueda existir. A mi juicio sí fue representativa (la elección del domingo).

¿Cómo lee el triunfo de tantos independientes?

¡Me hubiese gustado que fuéramos todos (los 155)!, porque el descontento en Chile era con toda la clase política, de derecha y de izquierda. A todos se les dio la oportunidad durante 30 años para hacer cambios y ninguno lo hizo. Ahora la derecha tendrá que negociar con nosotros en la Convención.

La gente puede desconfiar que cualquiera pueda redactar una Constitución, ¿qué les responde?

Varia gente me lo dijo también. Me decían: “Voy a votar por ti porque eres abogada”. Yo respondía que gracias, pero cualquiera podía ser constituyente porque se necesitaba representatividad de todos los sectores. Aunque uno no tenga los estudios necesarios, vamos a tener asesores. Giovanna Grandón (otra constituyente de La Lista del Pueblo), conocida como la Tía Picachú, solo maneja un furgón escolar. No tiene la educación superior pero no por eso su criterio será menor.

¿Por qué se opone a la Constitución vigente?

Me opongo parcialmente. Quiero tomar el esqueleto, dejar lo que funciona y cambiar lo que no, aunque hay quienes quieren redactarla desde cero. Me opongo porque el rol del es Estado subsidiario y yo quiero un Estado solidario y de bienestar. 

¿Qué puntos de la Constitución son los más conflictivos?

El derecho a la propiedad, porque dentro están los derechos del agua. En Chile, los tienen acaparado varios empresarios, muchos de ellos, españoles, y están generando sequía a pesar de que hay recursos hídricos. 

Luego, el derecho a la vivienda se va a incluir sí o sí. Y otro tema va a ser el Estado plurinacional para reconocer a los pueblos originarios. Acá tenemos 10 pueblos originarios que siempre han sido reconocidos con sujetos de segunda categoría, sin derechos colectivos. Al reconocer la plurinacionalidad, se les protegerá su terreno, muy rico en recursos naturales. 

¿Cuál es su agenda para la carta magna?

Feminismo, una redacción de la Constitución con lenguaje inclusivo y no sexista porque actualmente todo esta redactado con el género masculino. 

En la Constitución está el principio de igualdad y no discriminación pero hay que refundarlo, hay que darle nueva definición. Eso va a implicar el compromiso del Estado de aplicarlo en todos su protocolos.

La segunda es la paridad de cargos en el ámbito laboral y funcional del Estado; el reconocimiento del trabajo doméstico como actividad productiva y valorada, y la corresponsabilidad en las actividades de cuidados en niños y niñas, adolescentes y personas mayores.

Y regular en el ámbito físico, los derechos sexuales y reproductivos. Así vamos a poder despenalizar el aborto y no tener causales. 

¿Qué formas de democracia directa quieren plasmar?

Los plebiscitos vinculantes. Si se quiere firmar un tratado internacional, se tendrá que someter a plebiscito; referéndums revocatorios, para evaluar constantemente a cada funcionario público e incluso al presidente. En caso de no cumplir con requisitos mínimos de sus funciones, destitución y prohibición de repostulación en algún cargo. Finalmente, la iniciativa popular de ley, es decir, que cualquiera pueda proponer un proyecto de ley con las firmas necesarias.

¿Qué pasará con el sistema de la presidencia?

Proponemos semipresidencialismo, donde el poder ejecutivo va a recaer en el presidente y un primer ministro elegido por el parlamento. Ambos van a poseer autoridad dentro de las decisiones de gobierno aunque el presidente va a carecer facultades decisorias en el proceso político, va a cumplir con un papel simbólico para la integración nacional. Ahora tenemos hiperpresidencialismo. Queremos repartir su poder

¿Qué va pasar con el poder legislativo?

Tenemos dos cámaras, diputados y senadores. Si vamos a cambiar el rol del presidente, deberíamos dejarlo con una sola cámara. Lo que más me importa es que eso va a acortar mucho los tiempos de espera de redacción de leyes. Ahora pasan entre tres y seis años los legisladores para revisar los proyectos, si es que los revisan. 

¿Qué les diría a quienes están ahora protestando en Colombia?

Que sigan luchando por lo que les parece justo, que tienen el apoyo de Chile, que denuncien las vulneraciones a los derechos humanos, que fortalezcan sus organismos para defenderse del Estado, que ojalá puedan condenar a cada agresor u homicida. El pueblo unido y organizado siempre va a ganar. 

Así empezó todo en Chile, ¿cómo analiza lo sucedido en perspectiva?

Yo hubiera hecho cosas de distinta forma, porque me duelen mucho las pérdidas de vidas, de gente que quedó sin un ojo por el resto de su vida. Si no hubiese ocurrido (el estallido social), para llegar a esta misma etapa tendríamos que haber esperado a que terminara el término del presidente Piñera y elegir nuevo presidente que se comprometiera a redactar nueva Constitución. Yo soy más pacifista y los mecanismos para hacerlo estaban ahí.

¿Cómo valora la gestión de ese malestar social por parte del presidente Piñera?

Pésimo. Pura represión. En vez de escuchar y preguntar qué queríamos, decidió sacar a las Fuerzas Armadas y de orden y seguridad a la calle para callarnos y generar terror. Ha usado la pandemia a su favor porque nos tiene en toque de queda.

Pero bajo su gobierno se eligió la Convención Constituyente, ¿cómo lo valora?

Fue un pacto llamado acuerdo de paz (Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución), de noviembre de 2019, para bajar las manifestaciones, pero ese mismo acuerdo nos perjudica a los candidatos independientes porque fijaron reglas especificas para que no modificáramos ciertas cosas de la Constitución actual o de los tratados internacionales. 

En Chile se quiere firmar el TTPP11 (Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico) y el presidente apura para que se promulgue. De ser así, muchos derechos que exigimos no se podrán modificar, como el derecho al agua.

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