El infinito es donde las posibilidades nunca se acaban: BEF
BEF le dedicó 'Sofía y el país del Infinito' a su pequeña hija Sofía. Foto: José Arrieta

Aunque gracias al cine y a las series escuchamos cada vez con mayor frecuencia conceptos en teoría complejos como el multiverso, los agujeros de gusano, los viajes interdimensionales o el infinito, no siempre se comprende de qué se trata.

Siguiendo de alguna manera el consejo de Albert Einstein de explicar lo más complicado de forma sencilla y haciendo más accesibles los abstractos conceptos matemáticos, Sofía en el país del Infinito es una invitación a un viaje lleno de pensamiento racional pero también de ensueño y fantasía que pueden disfrutar lectores de todas las edades.

“Las matemáticas son algo muy lejano, muy exótico incluso, muy inaccesible para la mayoría de la gente, les imponen; entonces Gabriela Frías, mamá de mi hija menor, se propuso hacer un libro donde explica el concepto de infinito que es bastante complicado;, aparentemente lo aprendemos, pero es difícil de aprehender con h intermedia, entonces escribe este cuento”, detalla el ilustrador y escritor Bernardo Fernández, BEF.

El viaje comienza cuando Sofía y su pequeña gatita Luna se cuelan por un agujero de gusano en una de sus constantes travesías por el multiverso, mismo que desemboca en el país del Infinito, donde conocen al robot Lewis y todas las posibilidades, literalmente.

“Es eso, un cuento infantil, un cuento matemático para que los niños desde chiquitos se familiaricen con estos conceptos, pero además se enamoren del pensamiento racional. Después de leer el libro, creo que el infinito es donde las posibilidades nunca se acaban”, añade BEF.

El proyecto, presentado en el marco de la reciente Feria Nacional del Libro de León, nació hace tres años, cuando Sofía, la hija menor de BEF, contaba con tres años y surge de una serie de pláticas que Gabriela Frías realizaba desde su papel de divulgadora de la ciencia.

“Ella daba conferencias sobre el infinito e iba contando este cuento y le preguntaban ¿dónde puedo comprar el libro?, pero no existía el libro. Entonces se sienta, lo escribe y yo empiezo a ilustrarlo. 

“Nosotros ya no somos pareja, pero el proyecto estuvo listo; hace como tres años lo estábamos trabajando, vino la pandemia, fue donde todo quedó entre paréntesis y ahora hubo la posibilidad de recuperar el proyecto”, rememora el ilustrador.

Con amplia experiencia lo mismo en la ilustración de libros infantiles que en la creación de novelas gráficas, de ciencia ficción o policiacas, BEF considera que la principal virtud de los títulos pensados para los más pequeños conservan un espacio para finales más esperanzadores.

“La única diferencia que encuentro entre la literatura para adultos y la dirigida a los jóvenes o a los niños es que en la literatura para niños y jóvenes hay espacio para la esperanza.

“En la lógica de la novela policiaca y la ciencia ficción no es tan fácil, pero aquí tienen el mundo y la vida por delante, no solo puedes, deberíamos contagiar de esperanza la lectura infantil y juvenil, esa sería la gran diferencia con la literatura en general”, argumenta.

El infinito es donde las posibilidades nunca se acaban: BEF - Sofia
Foto: Cortesía Editorial Sexto Piso

Entre los planes para este año de BEF se encuentra la edición de un cuento de hadas punk para niñas, una petición expresa de su pequeña hija Sofía, quien sabe que a su hermana mayor, María, su talentoso papá ya le ha dedicado más títulos.

“A mi hija María, la mayor, ya le he hecho tres libros, entonces ya reclamó la chiquita”, dice BEF entre risas.

Su nuevo proyecto “es un cuento de hadas punk sobre una niña que baja una app para pedir deseos, la acabo de entregar así que ésta sale para fines de año”.

“Ya casi no hay historieta infantil y para niñas, menos; creo que es un área que tenemos que cuidar, si no les damos a leer cómics a los niños, cuando crezcan ya no van a querer leerlos”, concluye BEF.

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