Celebran con luz 100 años del muralismo
Diego López Rivera y Víctor Zapatero se inspiran en el muralismo para esta pieza, que se exhibirá en el Cervantino. Foto: Cortesía Víctor Zapatero

En 1922, por iniciativa del entonces secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, se lanzó una cruzada de instrucción pública que buscaba abatir el analfabetismo y, al mismo tiempo, forjar una identidad nacional. En ese marco nació el muralismo.

Cien años después, el artista Víctor Zapatero y el cineasta Diego López Rivera, nieto de una de las figuras del muralismo, Diego Rivera, le rinden tributo al movimiento con un espectacular videomapping que se integra al programa del Festival Internacional Cervantino.

“No estamos hablando nada más de de de un movimiento pictórico, estamos hablando de una cruzada educativa que impulsó José Vasconcelos, quien era ministro de educación, para educar al pueblo, que era analfabeta en un 90%. 

“Era impulsar este movimiento de pintura para lograr una educación del pueblo de México a nivel nacional y, a través del arte, se logra concientizar a la población de la historia de México, se logra hacer comprensible nuestra propia historia por un lado y, por otro, como acaba de terminar la revolución, se crea finalmente en México una identidad de lo que significa ser mexicano”, detalla Víctor Zapatero en entrevista. 

Para Zapatero, fue tal el impacto del muralismo que pronto otras expresiones artísticas, como el cine o la fotografía, retoman sus tópicos para trasladarlos a sus propios medios, consolidando así la esencia nacional.

“Tan importante fue su presencia que las otras artes que se empezaban a desarrollar, como el cine y la fotografía, empiezan a tomar estos ejes estéticos para impulsar cada uno en su arte esta estética de los mexicanos”, argumenta.

La exhibición, que se podrá disfrutar en la Alhóndiga de Granaditas a partir del 20 y hasta el 23 de octubre y que cuenta con una duración de 40 minutos, pretende retomar la esencia del muralismo con las herramientas actuales.

“El movimiento del muralismo integra una pintura a la arquitectura, aquí hacemos lo mismo, pero esta pintura no es material, sino que está hecha de luz. Son video proyecciones que se transforman y juegan en el edificio, en este caso de la Alhóndiga, para presentarse”, explica el artista, que en agosto ganó un premio internacional debido al diseño de iluminación de la puesta en escena Omphalos.

Por último, Zapatero considera que el muralismo no es un movimiento agotado, por el contrario, aún se pueden encontrar expresiones que se inscriben en el contexto actual.

“Lo que sería ahorita el muralismo puede ser el grafiti en los 80 y 90, luego el arte público, que es una pintura más sofisticada de grandes lienzos, que son también edificios públicos y finalmente el video mapping, que vuelve a pintar los edificios de colores,”, concluye.

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