La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) estima que este año México podría recibir 140 mil solicitudes de refugio, con lo que se rompería un nuevo récord durante este 2023, pero la dependencia no cuenta con la capacidad operativa para atender a todas estas personas, reconoce Andrés Ramírez Silva, coordinador de esta institución.

En entrevista con La-Lista, el funcionario señala que la Comar se sostiene gracias a los apoyos económicos, materiales y humanos que recibe de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Si no fuera por eso, “probablemente ya hubiéramos colapsado”, advierte.

Ramírez Silva cuestiona que la Cámara de Diputados no ha incrementado el presupuesto de la Comar, a pesar de que las solicitudes de refugio crecieron 301% entre el 2018 y el 2022. En cambio, entre el 2020 y el 2023 el presupuesto de la comisión se ha mantenido casi fijo, entre los 40 y 48 millones de pesos al año.

“Nuestro presupuesto es bastante limitado y, por tanto, nuestra propia capacidad operativa es limitada”, indica Ramírez Silva. Para mantener de pie a la Comar, el funcionario y su equipo de trabajo han hecho alianzas con Acnur, organizaciones sociales, gobiernos estatales y municipales.

En medio de este aumento histórico de las solicitudes de refugio, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso una iniciativa para que la Comar deje de ser un órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación (Segob) y se convierta en una unidad administrativa. Ahora toca al Congreso de la Unión discutir y aceptar o rechazar esa propuesta.

Si los cambios a la Comar se llegan a aprobar, Ramírez Silva asegura que esto no tendría un impacto negativo en la comisión. El organismo mantendría sus funciones, sus oficinas e integraría al personal de la Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur.

“Ya con eso nosotros estamos tranquilos y no nos va a tener un impacto negativo”, dice el funcionario sobre la reforma administrativa que impacta a la Comar y a otros 17 organismos del gobierno.

La-Lista (L-L): ¿Cuál es la situación con las solicitudes de refugio actualmente en México?

Andrés Ramírez Silva (ARS): El tema es que esto ha sido incesante desde que nosotros llegamos, no es un tema del 2020 al 2021, es algo que ha continuado al 2022. Se mantiene una cifra muy elevada y ahora en el año 2023, de seguir la tendencia que estamos teniendo en el primer trimestre del año, vamos a incrementar las cifras récord del 2022, vamos a llegar probablemente a una cifra de 140 mil o más solicitantes de la condición de refugiado. 

Ya en el año 2021, México se colocó en el tercer lugar del número de solicitantes de asilo a nivel mundial, después de Estados Unidos y Alemania. Esto es algo inédito porque no figuraba de forma importante dentro de los países que tienen un mayor número de solicitantes de asilo.

L-L: ¿A qué atribuye este aumento en las solicitudes de refugio?

ARS: Esta explicación hay que encontrarla no tanto en México, sino en los países que expulsan a las personas por la situación que prevalece en esos países. Hay que ver que este fenómeno no es limitativo a la región de América Latina y tampoco está restringido a México, es un fenómeno global. 

Es una desgracia, es una tragedia terrible que está viviendo el mundo contemporáneo, estamos viviendo en un mundo que está produciendo una gran cantidad de personas desplazadas por razones de violencia generalizada, persecución por motivos de etnia, de opinión política, de religión, de género, de pertenencia a un grupo social.

L-L: El gobierno de Estados Unidos cancelará el Título 42, ¿estiman que eso aumentará las solicitudes de asilo?

ARS: Creemos que esto no nos va a impactar tanto a nosotros, en tanto que lo que puede generar es un flujo migratorio de tránsito hacia Estados Unidos. Se corre el riesgo de que muchas personas crean que como se acaba el Título 42, esto va a significar que van a tener una libre entrada a Estados Unidos, cosa que no es cierto.

Eso lo vamos a seguir muy de cerca, pensamos que eso lo que pudiera generar es una situación donde las personas sean rechazadas y lleguen a territorio mexicano, pero no necesariamente van a solicitar la condición de refugiado.

L-L: Las solicitudes de asilo han aumentado, pero los diputados han aprobado un incremento al presupuesto de la Comar…

ARS: Generalmente puedo yo afirmar que siempre nos apoyan en términos verbales, nos dicen que tenemos toda la razón, que van a hacer todo lo posible por apoyar nuestra solicitud y que van a hacer lo posible para incrementar de manera razonable el presupuesto que demanda la Comar, pero a la hora que se da la plenaria, simplemente se aprueba el presupuesto que viene del Ejecutivo y donde no se incrementa el presupuesto de la Comar.

Lo único que te puedo decir es que a nosotros nos parece un presupuesto limitado y que nuestra capacidad operativa por esa razón es limitada.

Por eso hacemos un gran esfuerzo, tan lo hacemos que tenemos un gran apoyo con la Acnur, con quien tenemos un acuerdo marco y tenemos un convenio específico. Tenemos otro proyecto que se conoce como el PPA a través del cual nos apoyan de una forma muy importante y vigorosa, de suerte que si no fuera por este presupuesto del apoyo de la Acnur, probablemente ya hubiéramos colapsado.

L-L: Con esa limitante en su capacidad operativa, ¿cuánto tiempo se tardan en resolver la solicitudes de refugio?

ARS: Más o menos por ley nos debería llevar 45 días y se puede extender —de acuerdo a las circunstancias, a la necesidad de mayor información— 45 días adicionales, es decir tres meses. Sin embargo, por esta situación en la que estamos tan terrible, de tanta gente que tenemos que atender, el presupuesto que no ha aumentado y la situación complicada, nos llegamos a tardar hasta seis o siete meses.

L-L: ¿Qué responde a quienes critican a la Comar por la lentitud para resolver trámites?

ARS: Si nosotros, en aras de prestar oídos a la presión o a quienes nos critican porque nos tardamos, lo hacemos (los trámites de asilo) a la carrera, podemos poner en riesgo la vida de las personas, podemos darle una negativa a personas que son genuinamente refugiados y que, por tanto, pudieran correr el riesgo de ser deportados a su país de origen solo porque a nosotros se nos dio la gana hacer las cosas a la carrera en aras de incrementar la eficiencia y la productividad en detrimento de la calidad del procedimiento.

Hay que tener mucho cuidado con esto. O podría ser que nosotros, por estar haciendo las cosas a la carrera, resulta que se nos presenta un criminal o un terrorista o un narcotraficante y que nosotros le damos la condición de refugiado simplemente por hacer las cosas a la carrera.

L-L: Hay una iniciativa para que la Comar se convierta en una unidad administrativa de la Segob, ¿esto les afectará?

ARS: Nosotros estuvimos consultando, discutiendo con la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Segob y había la preocupación primero de que nosotros fuéramos a perder nuestra capacidad técnica en tanto dejáramos de ser un órgano desconcentrado, pero afortunadamente eso quedó solventado con el Reglamento Interno de la Segob que será publicado próximamente. (El documento) establece que al pasar nosotros a ser una unidad administrativa íbamos a mantener nuestras atribuciones y facultades, tal y como están establecidas en la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político.

El otro elemento muy importante que a nosotros nos preocupaba es el hecho de que podría darse el caso de que, al ser una unidad administrativa, dejáramos de tener nuestras oficinas de campo. Para nosotros esa es una cuestión que nos pondría en el absoluto colapso porque no podemos trabajar sin tener oficinas de campo. Afortunadamente, lo pudimos solventar con la Unidad General de Asuntos Jurídicos y no vamos a peder las oficinas de campo.

L-L: ¿Habrá recortes de personal al convertirse la Comar en una unidad administrativa?

ARS: Ya con eso nosotros estamos tranquilos y no nos va a tener un impacto negativo, por el contrario, la idea es que se va a fusionar la Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur, que va a desaparecer, y que el recurso financiero de esa comisión pasará a la Comar. Por otro lado, la Comar va a subir su nivel, como lo dice la propia iniciativa de ley, va a pasar a ser una unidad.

No va a haber ningún recorte, eso sí está establecido, la misma iniciativa de ley dice con claridad que todo está cubierto y que va a haber una compensación, no vamos a perder a ningún personal, al contrario, todo el personal de la Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur va a pasar a la Comar.

L-L: Se ha planteado la posibilidad de que desaparezca el Instituto Nacional de Migración, ¿cómo evalúa esto?

ARS: Lo que se ha dicho es que se va a analizar, sobre todo después de lo ocurrido en Ciudad Juárez, se va a analizar qué cambios tiene que haber en el Instituto Nacional de Migración y que pronto serán anunciados.

Yo, francamente, desconozco porque nosotros trabajamos con personas en necesidad de protección internacional más que la cuestión migratoria, pero nosotros estamos a la espera de que se anuncien esos cambios que tendrá que haber una vez que sean analizados por la autoridad correspondiente y ahí veremos.

Nosotros creemos que tendrán que ser cambios que, de alguna forma, nos ayuden a nosotros, no que nos perjudiquen.

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