Luego de la desaparición de un familiar, las mujeres se hacen cargo principalmente de los niños, niñas y adolescentes que sufren esta ausencia. La desintegración familiar y los roles de género provocan que los trabajos de cuidado recaigan en ellas, así como la labor de búsqueda de sus seres queridos y la exigencia de justicia ante las autoridades.
La desaparición de un familiar puede causar estragos en los niños, niñas y adolescentes. Una investigación hecha por La-Lista muestra que ante la ausencia de sus seres queridos los menores de edad sufren de depresión, ansiedad, miedo de salir a la calle, tienen problemas económicos y para seguir estudiando.