Dar la contraseña del celular es ¿una nueva prueba de amor?
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Las relaciones de pareja, dicen los gurús del amor, que deben basarse en el respeto, el cariño y, sobre todo, la confianza mutua. Pero en tiempos de los smartphones, las aplicaciones de mensajería y el correo electrónico parece complicado mantener esta última virtud.

La tentación por revisar las conversaciones del ser amado parece ser suficientemente poderosa para que 1 de cada 3 internautas haya confesado haberlo hecho en algún momento desde que se formó el vínculo afectivo con la intención de descubrir alguna infidelidad, de acuerdo con el estudio El Amor en Tiempos de las Telecom-Covid 2021 elaborado por The Competitive Intelligence Unit.

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Al fungir como los Sherlock Holmes del amor, casi la mitad de los espías (47%) aseguró que encontraron algo que los hizo sentir incómodos, mal o a disgusto tras hacer la pesquisa en los smartphones y sólo el 18% revisó las conversaciones privadas de su pareja con su consentimiento explícito.

El estudio firmado por Paulina Castañeda y Ernesto Piedras plantea la hipótesis si las personas con alguna relación estarían dispuestos a dejar de ocuparse, bañarse, dormir o trabajar con tal de que resguardar las conversaciones que se tienen en aplicaciones como Whatsapp, Telegram, además de las cuentas de mail. ¿Por qué?

“Esas serían las medidas que tendríamos que tomar si estuviéramos ocultando algo ya que, mientras nos bañamos se realizan el 38.8% de las investigaciones, cuando dormimos un 28.2% y ahora que derivado del confinamiento, muchos mexicanos hemos tenido que trabajar desde casa, hemos otorgado una nueva oportunidad de inspección, pues 9.4% de las revisiones se da cuando la pareja se encuentra trabajando.

“Por lo tanto, si queremos estar tranquilos es mejor lograr que nuestra pareja confíe en nosotros ¿o saber ocultar mejor nuestra información?”, señala el documento del CIU.

Al respecto de “esconder la verdad”, el estudio refiere que prácticamente el 40% oculta información sobre su situación sentimental, evita publicar fotografía o reaccionar a ciertos contenidos con el objetivo de dar la impresión de soltería.

Además, el 37% elimina los mensajes comprometedores que, consideran, podrían ponerle en aprietos con su pareja.

Hoy, según el CIU, el compartir la contraseña del celular luce como una de las pruebas mximas de amor y confianza en las relaciones, ya que 39.6% de los internautas encuestados afirma tener las contraseñas de su ser amado, mientras que 47% se muestra dispuesto a proporcionar esta información a su pareja con tal de abonar seguridad a su relación y evitar malentendidos.

¿Es delito revisar el celular de tu pareja?

En 2019, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que “sustraer o apoderarse de correos electrónicos, sea entre cónyuges o miembros de la misma familia es contraria al derecho fundamental a la inviolabilidad de las comunicaciones privadas”.

Esto se estableció, luego de que un hombre imprimiera más de 300 correos electrónicos para probar la infidelidad de su pareja y la SCJN declarara proteger las comunicaciones ajenas que no tienen el consentimiento de ser leídas, grabadas o almacenadas.

Sin embargo, este tipo de espionaje no es un delito que pueda llevar a quien lo ejecuta a recibir una sanción de cualquier tipo, de acuerdo con el Vicente Fernández, experto en derecho del Instituto de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).

“No, no es sancionable (revisar el celular de tu pareja), si es algo indebido, pero no está sancionado como delito por el Derecho”, apunta el especialista.

“Tú no puedes ir a demandar a alguien por acceder a la información, porque si no hizo nada (con ésta), entonces no hay una afectación más que la de la privacidad, pero no está sancionada. No hay un instrumento jurídico eficaz para demandar a alguien por el sólo hecho de acceder a tu información”, añade.

Fernández advierte que se incurriría en un delito si se accede a la información y se utiliza para extorsionar o difundir las imágenes o videos obtenidos sin el consentimiento del afectado.

El acceder a la información por sí solo no lo es, sino el uso que se le pudiera dar. Sancionar como un delito el acceso, se me haría excesivo“, señala.

En la web, hay sitios que ofrecen servicios de espionaje que prometen acceder a información a los chats de las aplicaciones, sin embargo piden datos sensibles como el número telefónico, correo, edad y país de residencia, lo que puede comprometer al usuario en su seguridad y suplantación de identidad.

Celos no son por amor, sino miedo

Conductas como revisar el celular para leer conversaciones privadas o pedirle la contraseña a la pareja para desbloquearlo no son actitudes dignas de relaciones sanas, de acuerdo con Claudia Morales. Coordinadora de Vinculación y Difusión de la Fundación Marie Stopes.

La especialista señala que estas acciones reflejan celos que “no corresponden al amor, sino que surgen del miedo de que alguien más nos quite a alguien que consideramos como nuestro”.

“Si bien los celos son emociones que quizá no podemos deshacer tan fácilmente, sí es necesario aprender a gestionarlos (identificarlos, trabajarlos, expresarlos respetuosamente) y comenzar a mirar la confianza y libertad como cimientos de nuestras relaciones”, considera.

Morales refiere que en caso de desconfianza hacia el otro es mejor asumir la responsabilidad de tomar decisiones con respecto a mantener la relación o terminarla.

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