‘Judith nunca llegó a casa’: el terrible destino de las mujeres ‘desaparecidas’ en Perú
Una protesta reciente en Tacna, Perú, exigiendo justicia por los asesinatos de Judith Machaca y Noemí Escobar. Fotografía: Mireya Cárdenas y Gianella Velásquez / Pan y Rosas

Judith Machaca fue vista por última vez cuando se dirigía a su casa después del trabajo en su ciudad natal de Tacna en el sur de Perú. La estudiante de ingeniería ambiental trabajaba medio tiempo en una tienda de teléfonos móviles y siempre mandaba un mensaje si iba a llegar tarde.

El último mensaje de texto que mandó fue a las 11pm el 28 de noviembre y al día siguiente el padre desesperado reportó la desaparición de su hija de 20 años a la policía. No le hicieron caso y además le dijeron que seguramente estaba con su novio y que pronto aparecería.

Machaca nunca regresó a casa. La policía nunca hizo nada para investigar su desaparición, su familia empezó a protestar y a realizar vigilas fuera de la estación de policía con pancartas que decían “¿Dónde está Judith?” y “La policía encubre”.

Dos meses después, con excavadoras mecánicas descubrieron su cuerpo tirado boca abajo y con las manos amarradas atrás junto al cuerpo de una niña de 14 años, Noemí Escobar, a tan sólo 80 metros de una granja que pertenece a los padres de un oficial de la policía”.

El asesinato de Machaca tomó un giro más oscuro cuando se descubrió que un juez local había liberado a un oficial de la policía, Santiago Paco, que se encontraba bajo custodia mientras se investigaba el asesinato de las dos mujeres, del que era sospechoso.

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En una serie de videos en las redes sociales que subió a la red desde donde se ocultaba, Paco confesó los asesinatos y dijo que era parte de una banda de trata de personas que operan desde el interior de la unidad de policía encargada de investigar el tráfico de personas y las desapariciones.

El jefe de la policía de la región de Tacna, el general Segundo Mejia, empezó una investigación interna de la policía el mes pasado. Sólo se ha arrestado a uno de los policías que trabajaban con Paco. 30 oficiales fueron transferidos a otras unidades mientras continúa la investigación.

Paco todavía es sujeto de búsqueda exhaustiva.

La muerte de Judith Machaca es sólo una entre el cada vez mayor número de mujeres y niñas que han desaparecido a lo largo de todo el país y que se ha convertido en lo que los activistas llaman una emergencia mortal en Perú.

La ONU llama a este aumento en la violencia en contra de mujeres y niñas en todo el mundo durante los confinamientos por Covid, “pandemia sombra”.

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Judith Machaca. 
El cuerpo de la estudiante fue encontrado en el fondo de un pozo dos meses después de su desaparición Fotografía: Cortesía de la familia Machaca

Un total de 138 feminicidios se reportaron en Perú en 2020, pero oficialmente se registraron como desaparecidas a 5,521 mujeres en un registro nuevo de personas desaparecidas, de las cuales dos tercios son mujeres.

Eliana Revollar, que dirige la división de derechos de las mujeres en la oficina del ombudsman de derechos humanos de Perú, dice que las cifras son “muy altas” pero agrega: “No tenemos información sobre cuánta gente en realidad ha desaparecido”.

De los 138 feminicidios del año pasado, 34 mujeres y niñas habían sido reportadas como desaparecidas, dice.

Pero incluso estas cifras podrían estar muy por debajo de la realidad. Según números que compiló Mujeres Desaparecidas, un grupo de activistas de Facebook para familias peruanas, 11,828 mujeres y niñas estaban registradas como desaparecidas en 2020 basadas en los reportes de la policía. Dos tercios de ellas tenían menos de 18 años.

Utilizando la misma metodología, la organización registró 41,445 mujeres  y niñas desaparecidas desde el principio de 2018 y hasta febrero de este año en Perú, un país de casi 33 millones de personas.

Las circunstancias en torno a la muerte de Machaca no sorprenden a la fundadora del grupo, Katherine Soto, que empezó esta página en Facebook en 2016 cuando desapareció una amiga suya activista también. Después apareció muerta.

“Este caso demuestra que incluso cuando se trata con las autoridades, como mujer, te pones en riesgo”, agrega. “No sabes si al reportar una desaparición lo estás haciendo con el mismo traficante”.

A pesar de la supuesta participación de oficiales locales en la muerte de Machaca y Escobar, existe gran apatía e inactividad en torno a la desaparición de mujeres en todo Perú, lo que facilita la ola de violencia sexual que azota al país. Perú está entre los países latinoamericanos más golpeados por la pandemia, con más de 1.4 millones de casos de Covid y casi 49 mil muertes. El confinamiento y los problemas económicos sólo exacerban los riesgos para las mujeres.

Un reporte conjunto publicado por los ministerios de justicia y de la mujer de Perú este mes indica que se hicieron más de 23 mil llamadas y mensajes a una línea de ayuda por violencia doméstica entre mayo y octubre de 2020, el doble del número que el mismo período el año anterior.

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La violencia en contra de las mujeres es un problema establecido en Perú desde hace tiempo, ya que se reportan alrededor de cinco mujeres o niñas desaparecidas diariamente, según la oficina de derechos humanos.

Soto dice que cuando la policía no está dispuesta a investigar, muchas de las mujeres y niñas “desaparecidas” no aparecen nunca. “No hay cuerpo, no hay crimen”, dice. “En el caso de otras desapariciones, sus familias no tienen el derecho de saber la verdad, el derecho a la justicia, mucho menos el derecho de tener una conclusión”.

Revollar dice que las desapariciones de mujeres peruanas no se registraron oficialmente sino hasta finales de 2020. Ella es una pieza clave en el establecimiento de un registro nacional de desaparecidos, pero todavía no está completo. “Está avanzando”, dice, “pero muy lentamente”.

En la página de Facebook de Soto, las familias desesperadas y sus amigos publican fotos e información sobre las personas desaparecidas para ayudar a conseguir ayuda para el público en general cuando buscan a sus seres queridos. El grupo también proporciona asesoría legal y apoyo para las familias.

El actual gobierno interino de Perú presume de tener el mayor número de mujeres en puestos clave y en instituciones públicas, desde la juez principal hasta la vocera del congreso y la jefa de gabinete. Pero las elecciones presidenciales se realizarán el mes próximo y no habrá tiempo suficiente para realizar reformas duraderas.

La legislación para proteger a mujeres y niñas existe pero, si no se ejerce adecuadamente, sólo se trata de palabras vacías, dice Rebollar.

“Sólo se consiguieron dos sentencias por feminicidio en todo 2020. ¡Dos!” dice.”Eso no es justicia oportuna”.

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