La-Lista de recomendaciones de grupos civiles contra el impacto de la pandemia en mujeres
La pandemia aumentó la desigualdad. Foto: Carlos López/EFE.

El informe Nos cayó el 20, Diagnóstico y recomendaciones del Observatorio Género y Covid-19 en México, realizado por un colectivo de más de 30 organizaciones, identificó tres ejes importantes en donde las mexicanas han resultado afectadas en medio de la pandemia: bienestar, salud y violencia. 

El observatorio, que surgió hace un poco más de un año, detectó que los efectos de la pandemia no impactaron sólo la salud, también provocó más desigualdad, una crisis económica que afectó más las mujeres y un aumento de las llamadas de víctimas de violencia.

Esta es La-Lista de las recomendaciones más significativas hechas por las organizaciones para reducir los impactos de la pandemia por Covid-19 en las mujeres:

El Covid-19 ha agudizado las condiciones laborales precarias de las trabajadoras del hogar, con una constante en despidos injustificados, reducción de salarios y suspensión de actividades sin goce de sueldo, explica el informe.

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Durante el primer trimestre de 2020, había 2 millones 394 mil 69 personas ocupadas como trabajadoras del hogar remuneradas, 91.6% eran mujeres, sin embargo, para el tercer trimestre del mismo año hubo una disminución del 18% en la ocupación del sector, es decir, 1 millón 196 mil 149 personas, donde las mujeres fueron las más afectadas, con una reducción del 20.8%, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), retomadas en el documento.

Ante ello el observatorio recomienda:

  • Fortalecer y reconocimiento del valor económico y social del trabajo del hogar, pues con la pandemia las necesidades de cuidados se han agudizado y las circunstancias se han precarizado. 
  • La creación de un padrón de trabajadoras del hogar a nivel federal. 
  • Procesos de vigilancia laboral al interior de los hogares.

Sin embargo, el trabajo del hogar remunerado no fue el único golpeado, sino también el de los cuidados, donde se recrudecieron las desigualdades entre hombres y mujeres. “El trabajo de cuidados aumentó donde las mujeres hacían doble jornada laboral remunerada y no, que impacta en otras áreas como salud, autocuidado, educación, etc”, explicó Indra Rubio, coordinadora en el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir.

Pese a que el teletrabajo tiene un reconocimiento legislativo aún no hay horarios flexibles para las mamás trabajadoras, por lo que es necesario invertir en una infraestructura nacional de cuidados, destaca el informe.

En el tema de salud resalta que México se encontraba en un momento precario en ese sector que la pandemia agravó más. La población dejó de acudir a los servicios de salud sexual y reproductiva por temor al contagio: estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO) señalan que habrá 21,575 embarazos no deseados/planeados entre adolescentes de 15 a 19 años.

Otro punto que destaca el informe fue el traslado de la escuela al hogar mediante la televisión, situación que, consideran, no garantiza que se brinde información y educación integral con perspectiva de género, diversidad y derechos humanos.

Por lo que recomiendan:

  • Implementar educación integral en sexualidad, durante y después de la pandemia en la niñez, adolescencia y juventud contemplando diferentes ámbitos y competencias: escuela, instituciones, centros de desarrollo y cultura, servicios de salud.
  • Que la SEP cree espacios escolares de Educación Integral en Sexualidad.
  • Capacitación de personal de escuelas, centros de salud, centros recreativos e instituciones públicas en temas de sexualidad con perspectiva de género y juventud.

Isabel Fulda, subdirectora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), señaló que el sistema de salud ha tenido diversas crisis documentadas y que en el caso de las mujeres se agrava por omisiones y acciones de los gobiernos en turno, como los recortes que afectan a estos servicios. “Celebramos la vacunación a embarazadas por ser grupo de riesgo, pero aún hay pendientes que deben ser atendidos con prioridad”. 

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En medio del complejo panorama, la violencia ha sido un foco a destacar durante los más de 12 meses de confinamiento. Al cierre de 2020, el porcentaje de llamadas de emergencia relacionadas a violencia de género aumentó un 21.3% comparado con 2019, refiere el documento.

“Las mujeres enfrentaron una doble pandemia: la violencia generalizada y covid. Pues hemos sido testigos del incremento de uso de armas de fuego en asesinatos de mujeres en la vía pública. Abril del año pasado fue el mes más violento con 11 asesinatos”, apuntó Geras Contreras, oficial de proyecto en Equis Justicia para las Mujeres.   

La pandemia agravó las fallas estructurales de procuración e impartición de justicia, así como los servicios de atención y prevención, y muchos se digitalizaron ignorando la brecha en esta materia, explicó Contreras.

Por lo que recomiendan:

  • Vigilancia a los recursos para los programas de prevención y atención a la violencia contra las mujeres están financiados.
  • Fortalecer el sistema de datos de víctimas y desarrollo del proceso, mesas de diálogo entre entidades e supervisión de las alertas de género.
  • Integrar de medidas no presenciales, no precisamente virtuales.

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