‘Las niñas no se tocan’. La niñez marcha con sus mamás para poner fin al patriarcado

Alrededor de las 12:00 horas de este 8 de marzo, el Monumento a la Revolución, en la CDMX, se fue llenando de madres que se citaron para marchar junto a sus hijas e hijos pequeños apoyando el movimiento feminista.

El sol era fuerte y seco, pero eso no fue una limitante. Los menores de edad que acudieron a la marcha se cubrieron con gorras y sombreros y eligieron su ropa de color morado, negro o verde para apoyar la lucha del Día Internacional de la Mujer.

Ahí estaba Damián, un niño pequeño que marchó junto a su mamá y tres mujeres más. La pancarta que él levantó en manos tenía un mensaje contundente: “Hombre bien criado no apoya al patriarcado”.

Mayra, su mamá, lo llevó a la marcha del 8M para que desde pequeño reconozca las violencias que él mismo, como hombre, puede ejercer contra mujeres y no las reproduzca en su vida. 

“Que vea este movimiento y que lo conozca, para que de grande no sea un abusador o un agresor”, dice Mayra. Junto a ella, otras madres recorrieron las calles de la capital del país con sus bebés en brazos, en carriolas o tomadas de la mano de sus hijas e hijos pequeños. 

“Hoy vengo con mi pequeño que tiene dos años” de edad, dijo otra de las asistentes, quien pidió proteger su identidad. “Muchos dicen que son muy pequeñitos, pero desde temprana edad, así como les tienes que enseñar a comer y caminar, también les tienes que enseñar a crear conciencia”, agregó, mientras lo tomaba de la mano.

Cerca de las 14:00 horas, el colectivo “Mamás feministas”, en donde caminaron alrededor de 300 personas, entre madres, familiares de víctimas de feminicidio, e infantes, arrancó su recorrido desde el Monumento a la Revolución, hasta el Zócalo de la CDMX. 

Mientras el colectivo recorría el Paseo de la Reforma, algunas menores de edad gritaban junto a las más grandes: “¡Vivas se las llevaron, vivas las queremos!”, “¡Mujer, escucha, si te pega no te ama!”.

Otras niñas pequeñas levantaron sus pancartas con leyendas como “Las niñas no se tocan, no se violan, no se matan” y “No voy a crecer con miedo”, mientras se acercaban al Zócalo. 

A su paso, trabajadores de comercios y restaurantes que estaban en la zona se apresuraron para guardar mesas, sillas y sombrillas que tenían colocadas sobre la calle por el miedo a que sus negocios sufrieran daños por las mujeres manifestantes. 

“Tranquilos, no les va a pasar nada, venimos con niñas”, gritó en un altavoz Cielo, una de las organizadoras del colectivo. 

Marchamos para “hacer un llamado (de nuevo) a que tomen conciencia de los problemas que nos siguen atravesando como mujeres, niñas y adolescentes: violencia en todas sus expresiones, feminicidios, brechas salariales, falta de oportunidades” dijo Cielo a La-Lista.

Frente al grupo de “Mamás feministas”, caminaba otro de mujeres que cubrieron su cuerpo y rostro para evitar ser identificadas y pintaron el cielo con humo de color morado y verde, para después lanzarse contra las vallas que el gobierno capitalino instaló para blindar diversos edificios por la marcha. 

“Venimos con niñas y niños pequeños, así como mujeres embarazadas”, dijo el colectivo a estas manifestantes, a quienes pidieron tener cuidado para no poner en riesgo la seguridad de los infantes. 

Aún así, las mamás que marcharon con sus hijos, mostraron su apoyo a otros grupos. Cada vez que alguien golpeaba las vallas, ellas gritaban de forma enérgica: “¡Fuimos todas!”.

Acercándose al Zócalo de la CDMX, algunas pequeñas ya iban sobre los hombros o en los brazos de sus mamás, pero otras posaban junto a las pinturas en las paredes de nombres de mujeres que han sido víctimas de feminicidio, en muestra de su apoyo. 

Ya en los alrededores de la Catedral Metropolitana de la CDMX, el colectivo gritó: “¡llegamos!”, pero las niñas pequeñas no desistieron y siguieron gritando y alzando sus pancartas, con dedicatoria: “El karma de un padre machista es una hija feminista”.