La Corte ordena que se juzgue el caso Viridiana Molina con perspectiva de género
Foto: Especial

Viridiana Molina tenía un año viviendo con el padre de sus gemelos. En agosto de 2014, los detuvieron por trata de personas, delincuencia organizada y enriquecimiento ilícito en el estado de Nayarit. Hasta ese momento, la mujer dice que se enteró que el hombre estaba involucrado en actividades ilícitas.

La mantuvieron en arraigo durante 80 días y pasó cuatro años y medio en prisión en el estado de Nayarit hasta que fue absuelta por falta de pruebas y obtuvo su libertad en febrero de 2019. El Ministerio Público de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) apeló la decisión, que se fue a una revisión y en segunda instancia, fue declarada culpable, pero quitando uno de los delitos clave, que era el delito de trata de personas.

Viridiana Molina agotó todas las instancias judiciales con ayuda de un defensor del Instituto Federal de la Defensoría Pública. Promovió un amparo y el Primer Tribunal Colegiado volvió a determinar que es culpable.

En todo el proceso, hasta antes de llegar a la Suprema Corte, Viridiana fue juzgada por hombres, jamás de usó el protocolo de Perspectiva de Genero que creó la Suprema Corte y que es obligatorio. Tampoco se tomó en cuenta que era madre de tres hijos, que era la principal proveedora y que había violencia de género, entre otros elementos.

Sólo le quedaba llevar su caso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por lo que presentó el recurso de revisión 1667/2021, mismo que se desechó el 14 de julio por considerarlo “poco relevante”. Menos de una semana después, reclamó la negativa.

Viridiana contó a La-Lista, en julio del año pasado, que durante la detención en su casa fue torturada mientras sus gemelos recién nacidos lloraban y el padre de sus hijos se encontraba en estado de ebriedad.

“¡Órale, hija de tu pinche madre!”, son las palabras que Viridiana recuerda, seguidas de preguntas que ella no entendió, como “¿Dónde está el cabrón?”.Al no haber respuesta, recibió el primer golpe en la cabeza.

“Ese golpe me dejó con la vista nublada y caí en un buró y lo que a mí me levantó ahí fueron mis hijos, que se empezaron a mover y ellos apuntaron a la cama y ahí fue cuando grité: ‘¡No, son mis bebés!’. Quitan la cobija y mis hijos empiezan a llorar”, contó Viridiana.

Este 16 de marzo, la Primera Sala de la Corte la amparó. El proyecto fue realizado por la presidente de la Primera sala, Ana Margarita Ríos Farjat, en el que indicó que el Tribunal Colegiado no juzgó con perspectiva de género, por lo que ordenó que se emitiera una nueva sentencia.

“Observe las circunstancias enunciadas en esta sentencia que pudieran revelar que al momento de la comisión de los hechos delictivos que se le atribuyen, la señora (…) se encontraba en una situación de desventaja y vulnerabilidad por razón de género”, dice el proyecto de la ministra.

Además, indicó que en caso de que no haya elementos de prueba suficientes para dictar un nuevo fallo, el Tribunal Colegiado deberá recabarlos para determinar que los delitos que se le imputaron a Viridiana se dieron en un contexto de violencia, vulnerabilidad y discriminación por razones de género.

En esta batalla legal, el caso de Viridiana ha sido acompañado por las organizaciones Equis Justicia para las Mujeres y CEA Justicia Social, además del apoyo de decenas de organizaciones de la sociedad civil.

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