‘Muchas niñas soñarán con ser presidenta si una mujer gana en 2024’: Cecilia Soto

Cecilia Soto, con 52 años de experiencia en la política mexicana, celebra que dos mujeres sean las favoritas para ganar la Presidencia de México en 2024. “Que gane una de ellas va a tener un valor simbólico muy fuerte, muchas niñas van a soñar con ser presidentas”, dice en entrevista para La-Lista.

Ella misma fue candidata presidencial en 1994 y, aunque no ganó, sí logró que el Partido del Trabajo (PT) mantuviera su registro. “Nunca pensé que podía ganar, eso me ayudó a no ver mi 2.75% como una derrota”, explica Soto, quien participó en una época en la que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) solía ganar la mayoría de las elecciones. 

La excandidata presidencial señala que la participación de Claudia Sheinbaum (Morena) y Xóchitl Gálvez (PAN-PRI-PRD) en las elecciones de 2024 no solo ayudará a que más mujeres busquen ocupar cargos elevados como la Presidencia, sino que animará a las jóvenes a incursionar en áreas en las que actualmente hay más presencia masculina.

“Las dos candidatas tienen perfiles científicos y tecnológicos: Claudia es doctora en física y Xóchitl es una ingeniera muy competente, entonces, eso va a hacer que aumente la presencia de las mujeres en carreras científicas”, expresa.

Desde 1982, seis candidatas de diferentes partidos políticos han competido por la Presidencia, pero hasta ahora han quedado en los últimos lugares de las elecciones. Eso podría cambiar en 2024, ya que Sheinbaum y Gálvez llegan como las favoritas de sus institutos para las elecciones.

A las mujeres siempre se les ha negado la Presidencia y ahora que tienen la oportunidad de ganarla, Soto insiste en que la posible triunfadora de las elecciones tiene que ser alguien “independiente, que no la maneje ningún hombre, que haya hecho su carrera por mérito propio, que sepa escuchar, que maneje varios temas”.

A pesar del impacto positivo que tendría el hecho de que una mujer sea presidenta de México por primera vez, Cecilia Soto considera que esto no representaría que en automático haya una mejoría en el país.

“Las mujeres no somos superiores a los hombres, tenemos cualidades diferentes, tenemos una forma diferente de ver el mundo y tenemos también muchos errores”, menciona quien también ha sido diputada local de Sonora, diputada federal y embajadora de México en Brasil.

Soto descarta la idea de que las mujeres son más honestas que los hombres, una frase que incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en febrero de 2023 en el contexto de la renovación de la Presidencia del Instituto Nacional Electoral (INE).

“Esta idea de que las mujeres somos más honestas… muy probablemente somos más honestas porque hemos estado menos expuestas a las tentaciones del poder”, señala Soto González.

El camino de las mujeres a la presidencia

Cecilia Soto compitió por la Presidencia en 1994 junto con Marcela Lombardo, quien representó al Partido Popular Socialista (PPS). Ambas fueron antecedidas por Rosario Ibarra de Piedra, quien fue la primera mujer en buscar la presidencia en 1982 y 1988 por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

En esos años había muchos obstáculos para que las mujeres se encargaran de una institución de gobierno. Cecilia Soto dice que en el año de su candidatura se publicó una encuesta donde se mostraba que los mexicanos preferían que ellas ocuparan cargos compartidos con hombres, como en las cámaras de Diputados y Senadores, en lugar de que fueran gobernadoras, presidentas municipales o presidentas de México.

“Eso refleja que la gente decía: ‘no, no las dejen solitas, solitas quién sabe qué van a hacer, (mejor) que se vayan entrenando en puestos donde se comparte el poder’”, recuerda Soto sobre la sociedad mexicana de aquel entonces.

Dentro de los partidos políticos las mujeres también enfrentaban trampas y obstáculos. La excandidata del PT pone de ejemplo que los partidos políticos las elegían como candidatas para la Cámara de Diputados y el Senado, y semanas después de ganar eran sustituidas por sus suplentes hombres.

En otras ocasiones las mujeres eran candidatas en los distritos electorales donde los partidos políticos no tenían oportunidad de ganar. De esa forma los institutos justificaban que sí las tomaban en cuenta y que cumplían con las reglas de paridad de género.

“La imaginación era inagotable y así fue como se hizo camino al andar”, dice Soto sobre estos y otros obstáculos que enfrentaban.

Por esa época, los partidos también elegían a las mujeres como candidatas a la presidencia por una estrategia política y no por un compromiso por la paridad de género, de acuerdo con algunas de las excandidatas.

Cecilia Soto concuerda con esa opinión. Señala que en 1994 “una candidatura de una mujer era una cuestión exótica, una cuestión que llamaba la atención”.

El PT la invitó a participar en las elecciones presidenciales y ella se tardó un mes en dar una respuesta. “Me dio el ‘patatús’, me dio mucho miedo al ridículo, miedo al no saber, miedo al no estar a la altura”, relata entre risas.

Aunque Cecilia Soto tiene 52 años de experiencia en la política, asegura que en algunos momentos de su vida no le agradó participar en ese mundo. “Cuando yo empecé a trabajar en esto, las mujeres servían el café”, cuestiona. 

Si bien las mujeres siguen enfrentando obstáculos dentro de su carrera política, ahora tienen más puertas abiertas. La excandidata presidencial es firme al señalar que es algo “antinatural” impedir que las mujeres ocupen altos cargos públicos.

“Relegar al 52% de la población (cifra que representa el total de mujeres en México) a puestos menores, no permitirles el acceso a donde se toman las decisiones, decisiones que van a afectar a ellas, a las mujeres, es completamente antinatural”, critica.

Al mismo tiempo, Soto celebra que las condiciones sociales y políticas de México han cambiado, al grado que, por ahora, dos mujeres son las principales aspirantes a la Presidencia para 2024.

“Lo que ha cambiado es eso, la aceptación de que las mujeres pueden y deben tener acceso a los puestos donde se toman decisiones importantes”, concluye Soto.