Los exalumnos denunciaron públicamente al sacerdote finado Carlos Fretes.
Exalumnos de un colegio jesuita de Buenos Aires denuncian abusos sexuales. Foto: Facebook/@colegiodelsalvador.ihs
Exalumnos del Colegio del Salvador, de Buenos Aires, denunciaron ante la Justicia argentina a las autoridades del centro y de la Compañía de Jesús para que las investiguen por haber desestimado los reclamos previos y permitir que un sacerdote acusado de abuso sexual infantil siguiera teniendo contacto con los menores.
El año pasado, dos exalumnos del colegio, Pablo Vío y Gonzalo Elizondo, denunciaron públicamente al sacerdote Carlos Fretes, su tutor de sexto grado, por casos de abuso sexual en 2002, cuando ellos tenían 11 años.
El Colegio del Salvador es una reconocida institución de la ciudad de Buenos Aires que dice en su página web que asumió la tarea educativa como participación en la misión apostólica de la Compañía de Jesús, en el marco de la misión evangelizadora de la Iglesia católica.
Fretes está muerto, pero hacer público el caso sirvió para que aparecieran más víctimas.
Un grupo de exalumnos presentó una denuncia penal en la Justicia argentina contra quienes fueran las autoridades del colegio y de la congregación religiosa.
La Compañía de Jesús informó el martes en un comunicado que el pasado viernes, por orden de las autoridades del Juzgado en lo Criminal y Correccional 59, personal judicial se presentó en el Colegio del Salvador para requerir documentación referida a Fretes.
Los jesuitas indicaron que prestaron “toda su colaboración” para que los oficiales hicieran el procedimiento “a fin de que se puedan aclarar los hechos bajo investigación”.
“A pesar de la sorpresiva medida”, agregó, el lunes pasado la Compañía de Jesús hizo llegar de “modo espontáneo” al Juzgado “mayor información que la existente en las sedes educativas”, que se encontraba en la Sede Curial, donde no se dispuso hacer registro alguno.
La Compañía de Jesús recordó que Fretes falleció en 2015, pero que dejó de ser religioso de esa congregación en junio de 2007 y que, además, “fue separado de inmediato de sus funciones en el Colegio del Salvador al conocerse la primera denuncia” hacia finales de 2003.
La congregación religiosa se lamentó de que, “en aquellos años, la Ley vigente no facultaba a las autoridades educativas para denunciar ante delitos dependientes de instancia privada, aunque se dejó en libertad de hacerlo a los padres, quienes evidentemente optaron por no hacerlo por razones no comunicadas”.
Los exalumnos dijeron a la prensa que enviaron dos cartas al papa Francisco describiendo el caso y solicitando su intermediación para esclarecer estos hechos, ya que fue profesor de Literatura y Psicología en el Colegio del Salvador, pero dijeron que no habían recibido respuesta.
-Con información de EFE
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