Carles Puigdemont burla a la policía y regresa a Bélgica Carles Puigdemont burla a la policía y regresa a Bélgica
Puigdemont regresa a Cataluña con la intención de asistir, este jueves 8 de agosto, a la investidura. Foto: EFE/ Alberto Estevezespañola desde 2017, protagonizó una nueva y sorprendente fuga de Barcelona.

El expresidente catalán Carles Puigdemont, quien se encuentra prófugo de la justicia española desde 2017, protagonizó una nueva y sorprendente fuga de Barcelona. Tras encabezar un acto separatista en la ciudad, Puigdemont logró esquivar a los Mossos d’Esquadra, la policía autónoma catalana, gracias a una maniobra cuidadosamente planificada que incluyó el uso de un sombrero de paja, un “muro humano” de seguidores, y un coche con una silla de ruedas para disfrazarse.

Puigdemont, que es buscado por la justicia española por malversación de fondos públicos, un delito no cubierto por la reciente ley de amnistía había anunciado su intención de asistir al pleno de investidura del socialista Salvador Illa como nuevo presidente de Cataluña. Sin embargo, una serie de tácticas de distracción frustraron los planes de la policía para detenerlo, y ahora se encuentra nuevamente en paradero desconocido.

Un escape cuidadosamente planificado por Puigdemont

El comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent, admitió que la policía no contaba con información operativa sobre la presencia de Puigdemont en Cataluña y que solo lo visualizaron al mismo tiempo que los ciudadanos que seguían el acto por televisión. Rodeado por una masa de seguidores y autoridades políticas, Puigdemont subió al escenario para dar un breve y nervioso discurso, tras el cual se deslizó rápidamente hacia una carpa cercana, donde se camufló con un sombrero de paja similar al que usaban los organizadores del evento.

Desde allí, se movió con rapidez junto a Jordi Turull, secretario general del partido de Puigdemont Juntos por Cataluña (JuntsxCAT), hacia un coche blanco que los esperaba, con una silla de ruedas visible desde fuera para dar la apariencia de ser un vehículo de discapacitados. La maniobra logró despistar a los agentes, quienes se encontraron con un “muro humano” que les bloqueó el paso.

Una persecución frustrada por un semáforo

El coche que transportaba a Puigdemont huyó a toda velocidad, seguido por los Mossos en una persecución que se vio interrumpida cuando un semáforo en rojo detuvo al vehículo de la policía, dándole al expresidente catalán el tiempo suficiente para escapar.

Según su entorno, Puigdemont habría abandonado España y se dirige a Bélgica, donde ha residido en los últimos años.

Tormenta política y críticas al dispositivo policial

“Va de regreso a Waterloo”, declaró a la radio catalana Rac1 Jordi Turull, en referencia a la ciudad belga cercana a Bruselas donde el líder independentista ha pasado la mayor parte de los siete años exiliado evadiendo a la justicia.

La rocambolesca huida de Puigdemont ha desatado una oleada de críticas contra el dispositivo policial. El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, solicitó explicaciones al Ministerio del Interior y a los Mossos por lo que calificó como un “fracaso” la captura del líder independentista. Mientras tanto, dos agentes fueron detenidos bajo sospecha de colaborar con la fuga, aunque fueron liberados poco después.

La oposición en España no ha tardado en reaccionar, exigiendo la dimisión del ministro del Interior y criticando duramente al gobierno del presidente Pedro Sánchez por lo que consideran una burla a la justicia. Puigdemont, por su parte, continúa siendo una figura clave del separatismo catalán y su reciente evasión no hace sino aumentar la tensión política en el país.

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