La-Lista de los 20 momentos más vergonzosos en la historia de los Oscar
"Y el premio al incidente más vergonzoso es para..." Fotografía: Kevin Winter / Getty Images

20. Jack Palance, héroe del CrossFit (1992)

Nunca nadie ha aceptado un premio como Jack Palance. Al ganar el premio a mejor actor de reparto a la edad de 73 años por su papel en City Slickers, subió al escenario, murmuró: “¿Billy Crystal? Mis excreciones son más grandes que las suyas”, y se tiró al suelo para demostrarle al mundo que aún podía hacer lagartijas con una sola mano. Mostró la misma energía que tu “tío borracho en la reunión familiar”, y sólo podemos esperar que Anthony Hopkins trate de emularlo el domingo.

19. Sacheen Littlefeather (1973)

Antes era genial cuando las personas no asistían para recoger sus Oscar. Pero las personas realmente geniales ni siquiera asistían para rechazarlos. Eso es lo que Marlon Brando hizo en 1973, cuando boicoteó los premios y envió a una mujer nativa americana llamada Sacheen Littlefeather para rechazar el premio en su nombre, mientras hablaba del maltrato de Hollywood hacia los nativos americanos. En aquel entonces, Littlefeather dijo que no le permitieron dar el discurso que Brando escribió. En 2018, lo declamó por primera vez, y duró cinco minutos, tal vez los organizadores tenían un buen punto.

18. Jennifer Lawrence (2013)

En 2013, al ganar el premio como mejor actriz, Jennifer Lawrence se tropezó con su propio vestido y cayó al suelo. Al año siguiente, se tropezó en la alfombra roja. Ambas caídas pasaron con risas bondadosas, pero aún parece una audición increíblemente elaborada para el papel de Mr Bean.

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17. Michael Moore es abucheado (2003)

La mayoría de las veces, los Oscar existen dentro de una burbuja aislada de autocomplacencia, lo que significa que es muy complicado que te abucheen en el escenario. Entonces tenemos que felicitar a Michael Moore quien, al aceptar su premio por Bowling for Columbine, despotricó contra la guerra en Irak, y provocó una desastrosa tormenta. Se escucharon abucheos por todo el auditorio, y después una oleada de vítores para contrarrestar los abucheos, lo que a su vez, ocasionó que los abucheos subieran de volumen, y básicamente lo que quiero decir es que Michael Moore inventó Twitter.

16. Paddy Chayefsky vs Vanessa Redgrave (1978)

Ahora es tradicional que los ganadores utilicen su plataforma para alzar la voz en nombre de movimientos durante sus discursos, la instancia más reciente fue la extraña y pseudoprofunda declaración de Joaquin Phoenix sobre “las cosas malas son malas y las cosas buenas son buenas”, el año pasado. En 1978, Vanessa Redgrave utilizó su discurso para criticar a los “sionistas deshonestos” que protestaron contra su postura proPalestina. Cuando Chayefsky subió a presentar un premio, le dijo a todo el mundo que estaba “harto y cansado de que las personas exploten la ceremonia para difundir su propia propaganda política. Me gustaría sugerirle a la señorita Redgrave que su aceptación de un Premio de la Academia no es un momento clave para la historia, no requiere una proclamación, y un simple ‘gracias’ habría bastado”.

15. Vimos sus boobies (2013)

Seth MacFarlane ha sido el anfitrión de los Oscar sólo una vez, y posiblemente eso se debe a que pasó una buena parte de su monólogo cantando sobre las actrices en la audiencia, y cuántas de ellas habían mostrado sus senos en la pantalla. En realidad, la canción fue pregrabada como parte de un sketch donde una versión futura de William Shatner le explica a MacFarlane qué tan mal resultará su día como anfitrión. Es una preparación demasiado elaborada para un chiste sobre los senos de Kate Winslet.

14. El drag de James Franco (2011)

Nadie disfrutó de la cooperación entre James Franco y Anne Hathaway como anfitriones de los Oscar, porque, respectivamente, se veían con poco entusiasmo y con mucho mucho entusiasmo. De este modo, puedes elegir cualquier momento que compartieron en el escenario y etiquetarlo con precisión como históricamente incómodo. Pero elegimos la ocasión en que Franco apareció disfrazado de Marilyn Monroe porque, ¿por qué rayos no?

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13. Adrien Brody (2003)

Cuando Adrien Brody ganó el premio a mejor actor por su papel en The Pianist, dedicó una buena porción del tiempo de su discurso a aferrarse a Halle Berry y a besarla agresivamente en sus labios sin su consentimiento. Las tomas del público durante este momento dicen mucho; varios actores agitando el puño con orgullo, y muchas actrices con muecas de preocupación.

12. Sheena Easton conoce a James Bond en el espacio (1982)

Podrán recordar For Your Eyes Only como la película donde Bond regresa a lo básico. Basada en parte en “Risico” de Ian Fleming, es un thriller sobre un aparato para rastrear submarinos que desaparece, y los intentos de 007 para rescatarlo antes de que caiga en las manos de la KGB. Y recordarán la interpretación de Sheena Easton de la canción principal durante los Oscar, haciendo lo opuesto a volver a lo básico. Easton llegó en una nave espacial, después apareció un Porsche un hombre que supuestamente era James Bond (aunque estaba vestido de satén naranja), hizo un poco de Kung fu, disparó un arma láser, hizo estallar la nave de Easton y escapó en una segunda nave. Todo el asunto fue horrible, como algo que sale en la televisión norcoreana. Dicho esto, aún así fue mejor que la presentación de Sam Smith hace unos años.

11. El antidiscurso de los maquillistas de Vice

Posiblemente el momento menos llamativo de la lista, pero seguramente el más terrible. El equipo de maquillistas de Vice parecía no conocerse cuando subió al escenario para recoger su premio. Uno de ellos comenzó a hablar, y se detuvo mientras su colega preparaba su propio discurso. Ella le ordenó que lo leyera. Él se negó. Ella comenzó a leer. La tercera integrante, con su propio discurso, se les unió con dificultades. La música comenzó a sonar, pero ellos siguieron como si nada. Mientras se enredaban para decodificar la letra en uno de los discursos, la cámara volteó a otro lado. Ellos siguieron. Las luces del escenario se apagaron. Es posible que todavía estén ahí, pero nadie sabe.

10. Kathleen York y Crash (2006)

Si alguien asume que los Oscar son puro glamour y opulencia, por favor acuérdate de Crash. Como una crítica al racismo sosa, mal ejecutada, y refrita, se considera que esta película es la peor de las ganadoras del premio a la mejor cinta. Pero no se compara con la interpretación musical que la acompañó. La versión de Kathleen York de In the Deep tiene que ser recordada por muchas razones. El auto incendiado en el fondo. Los bailarines interpretando momento de un tormento multiracial en cámara lenta. La manera en que empezaste a desear la muerte después de 15 segundos. Un clásico.

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9. El juicio de John Travolta (2014 & 2015)

Todo lo que John Travolta tenía que hacer era decir “Idina Menzel”. Eso era todo. En su lugar, masacró el nombre de Menzel más allá de lo posible, mientras presentaba la interpretación de “Let It Go”, terminó por decir algo como “Adele Dazeem”. El error convirtió a John Travolta en un hazmerreír, a quien invitaron un año después para intentar redimirse. Y eso comenzó bien, con Menzel presentándolo como “Glom Gazingo”, pero después, arrebató la derrota de las garras de la victoria. Travolta reaccionó al pararse demasiado cerca de ella y acariciar su barbilla como si fuera a estrangularla.

8. Ray Parker Jr, conductor de montacargas (1985)

Lo mejor de los Oscar en la década de los 80 era cómo a los organizadores evidentemente no les importaban las películas nominadas. Ghostbusters es el ejemplo perfecto. El tema de Ray Parker Jr fue nominado a mejor canción en 1985, pero su interpretación no se parecía en nada a la película. Aparecieron tres cazafantasmas, pero estaban vestidos con trajes morados de satén y parecían tener las mismas armas láser que el James Bond naranja de un par de años antes. Los fantasmas bailaban entre melodías de xilófono. El pobre Ray Parker Jr se vio obligado a cantar toda la canción desde el interior de un montacargas flotante, y tardó varios minutos en acomodarlo en su sitio antes de comenzar. Y al final, Dom DeLouise apareció por alguna razón, probablemente disfrazado del Fantasma de la Ópera, y desapareció a los fantasmas con electricidad que provenía de sus dedos. Nadie recuerda qué tan ridícula fue esta presentación, y yo quiero cambiar eso.

7. Eminem cantó por alguna razón (2020)

A parte de los cameos, Eminem sólo ha actuado en una película, 8 Mile de 2002. A pesar de esto, Eminem apareció en la ceremonia del año pasado para interpretar una canción. ¿Por qué? ¿Para anunciar la secuela de 8 Mile? ¿Para celebrar arbitrariamente un aniversario?¿Para compensar que no cantó durante la ceremonia del año de su película? ¿Porque tenía muchas ganas de que lo presentaran con un videoclip de Deliverance? De cualquier modo, para aumentar la incomodidad, la ceremonia insistió en capturar las reacciones de miembros de la audiencia como Billie Eilish (agresivamente aburrida), Gal Gadot (bailando dolorosamente) y Martin Scorsese (probablemente dormido).

6. La caminata del silencio de Jenny Beavan (2016)

Mad Max: Fury Road ganó seis Oscar, lo que significa que abrió paso a una habitación llena de malos perdedores en 2016. Y eso podría explicar por qué, mientras Jenny Beavan se dirigía al escenario para recibir el premio a mejor diseño de vestuario, pasó junto a una serie de celebridades (entre ellas Tom McCarthy y Alejandro González Iñárritu) que no aplaudían. Fue un momento dolorosamente incómodo, aunque eso obligó a Iñárritu a declarar públicamente que sí aplaudió, y esto terminó siendo beneficioso para las noticias.

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5. Dick Poop (2015)

Bueno, esto no sucedió durante la ceremonia, pero aún así es uno de los mejores sucesos de todos los tiempos, así que lo incluiré. Imagina ser el famoso cinematógrafo Dick Pope. Durante el curso de tu carrera de tres décadas te hiciste famoso por añadir una capa de belleza a las películas de Mike Leigh. Tu trabajo en Mr Turner no es menos que una obra de arte. Te gusta ver el show de nominaciones al Oscar, con más esperanza que expectativas, y te emociona ver tu nombre en la pantalla. Esto es más que el reconocimiento de tus colegas. Es un momento clave de tu carrera. Y después, Cheryl Boone Isaacs, presidenta de la Academia, accidentalmente te dice “Dick Poot”. Ah, la vergüenza. La hermosa vergüenza.

4. El alborotador de David Niven (1974)

Cualquiera puede alborotar los Oscar. Si estás suficientemente borracho o eres muy valiente, es lo más fácil del mundo. Pero es mucho más difícil reaccionar a un alborotador. Por eso David Niven es una leyenda de la ceremonia. La verdad, su discurso durante los Oscar de 1974 no fue tan especial, era bastante genérico hasta que un hombre con bigote apareció en el escenario por detrás de él, haciendo la señal de paz. La audiencia gritó escandalizada, la banda comenzó a tocar un número extrañamente inadecuado y Niven quedó en el centro del escenario con la responsabilidad de arreglar todo. “¿No es fascinante que probablemente la única gracia en la vida de este hombre será desnudarse en público para mostrar sus carencias?”, esa fue su respuesta impecable a la debacle.

3. La ceremonia más corta (1959)

Una de las razones por las que ya nadie ve los Oscar es porque se convirtieron en un maratón de tortura que parece durar tres días. Por eso es necesario recordar la ceremonia de 1959, que finalizó con Jerry Lewis subiendo al escenario a fuerzas para luchar por su vida durante un largo periodo de tiempo. Dio un pequeño discurso, contó un par de chistes y se dedicó a dirigir la orquesta mientras los ganadores bailaban entretenidos. Esto sucedió porque, en 1959, la ceremonia concluyó 20 minutos antes de lo previsto y él tuvo que ocupar el tiempo. Imagínense esto: una ceremonia que fue demasiado corta.

2. La confusión de La La Land y Moonlight (2017)

Tal vez el embrollo más famoso de los Oscar de todos los tiempos (por lo menos hasta que bombardeen a Anthony Hopkins con pornografía por Zoom durante la ceremonia del domingo) fue el momento en que un empleado de PricewaterhouseCoopers se deslumbró tanto por ver a Emma Stone de cerca que entregó el sobre equivocado a Warren Beatty y Faye Dunaway, quienes erróneamente anunciaron que La La Land (y no Moonlight) era la ganadora del máximo premio de la noche. El shock, la confusión y los corazones rotos que arrasaron con el escenario en ese instante son, hasta ahora, algunos de los momentos más increíbles en la historia de los Oscar.

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1. El dueto de Rob Lowe con Blancanieves (1989)

Pero el momento más increíble por mucho, fue la icónica decisión de juntar a Rob Lowe con Blancanieves en la apertura de la ceremonia de 1989. Blancanieves comenzó saludando a las celebridades de la audiencia, quienes reaccionaron con una mezcla de perplejidad y hostilidad, antes de deleitarlos con historias de las fiestas a las que asistió en Coconut Grove. Después, Merv Griffin cantó “I’ve Got a Lovely Bunch of Coconuts” ante unas mujeres con cocos sobre la cabeza. Y entonces, ¡entonces! Rob Lowe apareció para interpretar un cover extrañamente sexualizado de “Proud Mary”, con letras específicamente escritas para referirse a Walt Disney, con una voz que lo hacía sonar como Nick Knowles con la entrepierna atorada en alambre de púas. Ojalá nuestros hijos jamás vivan la misma agonía que nosotros al ver esto.

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