Una lotería de… héroes

Hace 201 años concluyó la guerra de Independencia, con lo que el antiguo virreinato de la Nueva España dio paso, primero, al Primer Imperio Mexicano y luego a la República Mexicana. La vida de algunos de sus participantes les dio la etiqueta de héroes.

Aunque miles de mujeres y hombres lucharon en el conflicto bélico, algunos nombres resaltan debido a su aportación tanto a la conflagración como a la historia. Aquí te presentamos algunos de los más relevantes y sus aportaciones.

Nacido en Aguascalientes en 1870, a Primo de Verdad se le considera el precursor ideológico de la Independencia. Tras la abdicación de Fernando VII en 1808 ante la invasión francesa, el reconocido abogado sugirió que todos los pueblos y ciudades del país tuvieran representación, lo que sentó las bases para la creación de las cámaras de diputados y senadores. Además, fue el primero que propuso la separación de la corona española, lo que le valió la prisión, tortura y muerte.

Originario de Gabón, Gaspar Ñyanga, conocido como Yanga, habría sido rey en su tierra, de no haber sido capturado y trasladado como esclavo a la Nueva España en 1780. Fugado de su primer cautiverio, Yanga lideró un grupo de africanos, mulatos e indígenas que vivieron en distintos puntos de la sierra de Zongolica. Su fuerza militar hizo que el virreinato tuviera que negociar con ellos: a cambio de que las tropas de Yanga capturaran a los esclavos que huían de las plantaciones, podían fundar su pueblo: San Lorenzo de los Negros.

Apodado el ‘Zorro’ por su agudeza intelectual, Miguel Hidalgo y Costilla fue más que el Padre de la Patria y uno de los héroes patrios más reconocidos. Políglota -sabía latín, francés, otomí, purépecha y náhuatl- y un erudito en materia de teología, Hidalgo era un hombre refinado y con un gusto amplio por la cultura, de acuerdo con testimonios de la época. En 1809 se unió a una cofradía que conspiraba contra la Colonia en Morelia la cual, al ser descubierta, se trasladó a Querétaro. Uno de los últimos actos de su vida fue la escritura de un poema a su carcelero en Chihuahua.

Juan Ochoa, delator de la conspiración realizada en Querétaro, decía de la esposa del corregidor que “anunciaba depravados fines”, los cuales no eran otra cosa que conseguir la Independencia. Nacida en la Ciudad de México, Josefa Ortíz se educó en el Colegio de las Vizcaínas, bajo un aire intelectual abierto; allí conoció al que sería su esposo y con quien procrearía 17 hijos. Hija de mulata y español, sabía de primera mano la discriminación de la que eran objeto los criollos y, con su inteligencia y sapiencia, decidió luchar por ellos.

La gran capacidad militar y, al mismo tiempo, el humanismo que le impedía abusar de su poder, hicieron de Ignacio Allende y Urzuaga no solo uno de los más importantes héroes y símbolos de la lucha armada, sino también uno de sus principales mentores. Amigo desde la infancia de los hermanos Aldama y mano derecha de Miguel Hidalgo desde 1806, Allende fue el estratega al que se le debe el triunfo en la batalla del Cerro de las Cruces, además de la organización del primer ejército independentista.

Tras la captura y fusilamiento de importantes cuadros de la Independencia, para 1811 el ánimo de los conspiradores había decaído. Una de ellas, sin embargo, tenía algo diferente en mente: si secuestraban al virrey, aún podían ganar la guerra. Mariana Rodríguez detalló los planes, convenció a importantes cargos del ejército… pero la necesidad de confesión de uno de los conjurados impidió el éxito de la operación. La heroína murió en 1821, justo el año en el que el país obtuvo su independencia.

Siglos antes de que el ‘Che’ Guevara popularizara los términos guerrillero o internacionalista, el navarro Francisco Xavier Mina Larrea destacó como ambas cosas. En un principio, Mina estudió leyes, pero la invasión napoleónica provocó que se uniera a la lucha de resistencia en Navarra y el País Vasco. Capturado y exiliado, conoció en Inglaterra a fray Servando Teresa de Mier, quien lo convence de unirse a la lucha por la Independencia. Acompañado por decenas de militares italianos, españoles, franceses y estadounidenses, el navarro formó la resistencia más importante en el norte del país, en un tiempo en que los primeros héroes ya habían muerto.

Considerado erróneamente como el último virrey de la Nueva España, Juan de O’Donojú fue un importante militar y político sevillano de origen irlandés. Tras ser capturado por las fuerzas napoleónicas contra las que luchó, conoció a fray Servando Teresa de Mier, quien le informó sobre la situación en la Nueva España. Quiso la fortuna que, en 1821, fuera nombrado Capitán general de la Nueva España y, siguiendo sus ideales liberales, firmó los Tratados de Córdoba, los cuales confirmaban la independencia nacional.

Es uno de los héroes más polémicos.Apodado el “dragón de Hierro” por sus habilidades en el campo de batalla, Agustín de Iturbide tuvo una trayectoria convulsa. Tras ser acusado de corrupción, Iturbide abandona el bando realista y se asocia con Vicente Guerrero, a través del Tratado de Iguala, para conseguir la Independencia. Las circunstancias hacen que, una vez negociada la capitulación de los españoles, el militar declare la creación del primer Imperio mexicano, con el objetivo de tener una transición suave entre la monarquía y la república, pero no funcionó debido a que el país se encontraba en bancarrota.